1. Comunicado sobre supuestas declaraciones de Mons. Mario Melanio Medina
Con relación a declaraciones atribuidas a Mons. Mario Melanio Medina, Obispo de
San Juan Baustista de las Misiones y que aparecen publicadas en el diario ABC
Color del 5 de diciembre pasado, página 5, el Consejo Episcopal Permanente de la
CEP expresa:
1. Que el Santo Padre, Benedicto XVI, conoce nuestra realidad paraguaya, a través
de las instancias correspondientes como: los informes remitidos por los Nuncios
de turno, por la Conferencia Episcopal u otros ámbitos de Iglesia y por los medios
de comunicación social.
Hasta allí llegan todos los periódicos, sobre todo en lo referente a la vida religiosa y
social del país.
En este sentido, no se ajusta a la verdad decir que en el Vaticano, incluido el Papa,
viven en una “jaula de oro” y que no conocen y no comprenden la realidad de
nuestro país.
2. El gobierno de la Iglesia tiene como marco jurídico el Código de Derecho
Canónico. Es responsabilidad de la Santa Sede, entre otras, procurar su
cumplimiento para garantizar el adecuado y normal funcionamiento de la
institución.
3. Al Nuncio Apostólico se le encomienda el oficio de representar al Papa ante la
Iglesia local y ante el Estado y Autoridades públicas (Cfr. Código de Derecho
Canónico, Nº 363).
Como Pastor de la Iglesia Católica, el Nuncio Apostólico, Mons. Orlando Antonini,
en colaboración con los Obispos del lugar, ha realizado visitas canónicas a las
Diócesis, recorriendo escuelas, hospitales, cárceles y otros lugares donde Cristo
está presente en el hermano que sufre y ha establecido muy fructíferos encuentros
personales y grupales en las diversas comunidades eclesiales.
Como representante de la Sede Apostólica ante el Gobierno del Paraguay, cumple
su misión diplomática conforme a las exigencias propias de su investidura.
4. El presente comunicado tiene por objeto iluminar, en honor a la verdad, a los
fieles católicos y a las personas de buena voluntad sobre los temas aludidos,
ratificando la comunión eclesial de los Obispos del Paraguay con el Santo Padre.
Asunción, 12 de diciembre de 2006