Los obispos del Paraguay alientan a los ciudadanos a participar responsablemente en las próximas elecciones generales para elegir nuevas autoridades que puedan sacar al país de la crisis actual y garantizar el desarrollo de todos los paraguayos. Recomiendan votar con conciencia y no dejarse influir por intereses particulares o grupales, fanatismos partidarios u otros motivos indebidos. Piden asimismo que nada obstaculice la realización de unas elecciones justas e institucionales que permitan iniciar un nuevo orden social y
"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
ObisposParaguayElecciones2003
1. MENSAJE DE LOS OBISPOS DEL PARAGUAY ANTES LAS ELECCIONES
A nuestros compatriotas:
Estamos en pleno movimiento hacia la realización de las próximas elecciones
generales del 27 de abril. Elegiremos un presidente, un vicepresidente, senadores y
diputados de la nación, gobernadores y miembros de las juntas departamentales.
Creemos firmemente que las próximas elecciones generales tienen una
fundamental importancia para todos. El largo periodo de la crisis de orden
económico, político, social, cultural, de carácter ético e institucional, revela la
pérdida de autoridad moral de los líderes del país, de las instituciones y de los
grupos políticos. Ello obliga a priorizar los intereses y valores del bien común frente
a los intereses particulares y grupales.
Existe una profusión de nombres y listas para las elecciones; la nómina de
candidatos por los movimientos independientes y nuevos grupos políticos también
esta en marcha. Esto nos habla del gran interés para llenar los cargos, que ojalá
sea para ejecutar los programas de gobierno con espíritu de servicio y para
responder a las necesidades de nuestros compatriotas.
Las personas que elijamos en esa ocasión serán quienes reciban el poder y la tarea
de gobernar, administrar y legislar para que nuestro país salga de la crisis y transite
por los senderos del desarrollo integral de todos sus habitantes y se logre la
seguridad jurídica, personal, familiar y comunitaria. Todos y cada uno de nosotros
esperamos gozar de las garantías y las oportunidades de trabajar, estudiar, cuidar
la salud y poder satisfacer nuestras necesidades básicas.
Compatriotas: esta es la oportunidad de elegir consciente y responsablemente a
aquellas personas que con su gestión de gobierno puedan comprometerse en la
construcción de un Paraguay más justo, solidario y progresista. Este es el momento
de realizar un acto cívico de alto nivel participativo y
responsable. Que nadie se excuse de emitir su voto, aun cuando no tenga una
preferencia por ninguno de los candidatos.
Cabe recordar las recomendaciones de Mons. Juan Sinforiano Bogarín, quien antes
de las elecciones del año 1921 decía: "En las próximas elecciones, hoy,
mañana y siempre, debéis tener en cuenta que no hay peor bajeza y abyección
que votar contra los dictámenes de la conciencia, acallando la voz del deber,
y vendiendo el voto ya sea por dinero, o por empleo, o por cualquiera otra
ventaja. Igualmente sería vergonzoso votar por miedo o cobardía, a favor del
que en conciencia no se admite. Con indignación debéis rechazar procederes
tan bajos".
Hoy los Obispos agregamos: superemos, también, los fanatismos grupales y
partidarios no fundados en los criterios del bien común y de la institucionalidad de
la República.
2. Nos encontramos ante la grave responsabilidad cívica de ofrecer todas las garantías
para preservar la realización de las elecciones generales. Que nada se interponga
y quiebre la institucionalidad de la República. Lleguemos pues a emitir nuestro voto
con responsabilidad compartida, sabiendo que al elegir las nuevas autoridades para
que gobiernen en nombre nuestro, somos llamados a acompañar, controlar y exigir
el cumplimiento de los deberes contraídos ante toda la ciudadanía.
Compatriotas, pongamos nuestra fe y nuestra esperanza en el futuro del país.
Comencemos una nueva historia iniciando un nuevo orden social y moral con
estas elecciones. Sabemos que el Señor nos acompañará toda vez que confiemos
en EL.
Con la gracia de Dios nuestro Padre, por medio de su Hijo Jesucristo y con la
protección de la Santísima Virgen María, nos disponemos a escribir un nuevo
capítulo en la historia de nuestra patria. Y que San Roque González de Santa Cruz
con sus Compañeros Mártires nos bendigan y acompañen siempre.
Asunción, 7 de marzo del 2003.
Firman los Obispos del Paraguay