1. ¡Todos a la Huelga Política Nacional el 16 de marzo a las 12:00 horas!
Después de casi treinta años de neoliberalismo con los gobiernos de De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox y
Calderón, al servicio del gran capital “nacional” y extranjero, necesitamos detener y revertir la brutal
ofensiva contrarrevolucionaria, que está destruyendo muchos de los logros alcanzados en el proceso
revolucionario que nuestro pueblo inició en 1810, y continuó con la Reforma y el movimiento armado de
1910.
Después de estas tres etapas de cambios revolucionarios, necesitamos una nueva Revolución, que sería la
cuarta etapa de la revolución mexicana. Y aunque en estos momentos no existen condiciones para que tome
la forma de una insurrección armada, lo que no está descartado, como en 1810, en 1860 y en 1910, por
fortuna no es la única forma de hacer una revolución y llevarla a la victoria, el pueblo de México, los
pueblos del mundo, han ido abriendo caminos, construyendo vías para la nueva Revolución que son
muchas y todas tienen validez; todo apunta a que seguramente, será una revolución caracterizada por
grandes movimientos de masas, vigorosos, resueltos y entusiastas.
En México ya estamos inmersos en el proceso revolucionario, en todo el país cunde el descontento social, y
los pueblos, las comunidades, los trabajadores de la ciudad y del campo, se organizan primero entre ellos
después se unen con otros y después conforman frentes cada vez más amplios en los estados, hasta llegar al
proceso en el que ya nos encontramos de la conformación de frentes nacionales amplios sumamente
poderosos, que convocan a movilizaciones en todo el país. En estos grandes frentes los trabajadores de la
ciudad y del campo se ven como hermanos y del norte al sur y del este al oeste salen a las calles a protestar,
bloquean calles, toman edificios públicos, hacen plantones, paros y huelgas. Es la cuarta etapa de la
Revolución que está en marcha.
Pero los problemas que aquejan al pueblo y a nuestra nación, para resolverlos, requieren de una fuerza
todavía mayor, de una mejor organización y una elevada preparación política para que tengan solución
radical. Problemas derivados de la dependencia de nuestro país respecto del capital extranjero, dependencia
que se profundizó de manera descomunal, por los neoliberales, a instancias económicas y políticas de
fuera de nuestro territorio; desde allá nos saquean y nos imponen las grandes decisiones, sin que nuestro
pueblo tenga la posibilidad de opinar siquiera. Nuestra precaria democracia, que apenas se construía con
grandes dificultades, la echaron atrás los neoliberales y la sustituyeron por una mediática y ficticia, que
encubre una brutal dictadura de clase y con la cual han tratado inútilmente de evitar que la revolución
estalle, con el engaño de que el pueblo podrá echar a los malos gobernantes en la próxima elección, y
sustituirlos, pero esto, ya lo hemos comprobado varias veces, en las condiciones actuales es sólo un
espejismo.
Por eso las injusticias han vuelto a agudizarse; por eso el gobierno golpea a los trabajadores del campo y la
ciudad una y otra vez con toda clase de acciones, la clase dominante hace tiempo declaró una guerra sin
cuartel contra el pueblo.

2. Por eso lo que necesitamos es una Revolución de Liberación Nacional, sobre todo, y su objetivo inmediato
es echar del poder a Calderón y al PAN, pero eso nada nos resuelve si no echamos a todos los neoliberales
y destruimos todo el entramado construido por la burguesía proimperialista al servicio de sus amos; es
indispensable, por tanto, echar del poder a esa clase social o, por lo menos, a ese sector entreguista de la
burguesía. Pero ésta ha de ser también una Revolución anticapitalista que vea hacia adelante, para la
construcción de un sistema de vida superior, porque la Patria no puede liberarse cabalmente sino sólo a
condición de sustentarse en el futuro sobre relaciones de producción y cambio sin propiedad privada, sin
explotación de unos humanos por otros.
Debemos conmemorar las gestas revolucionarias de 1810, 1860 y 1910; contribuyendo a la organización y
movilización política de la clase obrera, de los campesinos y todas aquellas capas de la población
agraviadas por el neoliberalismo, elevando la conciencia de clase del proletariado y la educación política
de las otras fuerzas sociales que han de cooperar para la definitiva liberación nacional.
Por esto, cientos de organizaciones del pueblo y la clase trabajadora, entre estas, el Frente Social por la
Soberanía Popular, estamos convocando al pueblo y la clase trabajadora a participar en la Huelga Política
Nacional que deberá estallar en todo el país el día 16 de marzo a las 12:00 hrs.
Ese día todos los trabajadores sin temor alguno debemos parar labores en nuestros centros de trabajo, de
esta manera seguiremos conmemorando 200 años de revolución inconclusa retomando las banderas de
Hidalgo, Morelos, Juárez, Flores Magón, Villa, Zapata, y renovando el combate, poniéndolo al día.
Conmemoremos 200 años de revolución, aportando nuestro trabajo a la cohesión del movimiento de masas
contra el neoliberalismo, a la unidad y a la elaboración de una estrategia y táctica única, de corto, mediano
y largo plazo, sin la cual la victoria revolucionaria es imposible.
Conmemoremos 200 años de lucha tomándonos de las manos firmemente con los electricistas, los
trabajadores de la educación, los mineros, los campesinos, los pueblos y comunidades indígenas y todos los
agraviado por el neoliberalismo y el capitalismo dependiente, y dando nuevos pasos unitarios, que avancen
de la suma numérica a la unidad de objetivos, asumida con plena convicción, ¡si lo logramos, seremos
invencibles!
¡Viva la huelga política nacional!
¡Viva la unidad de la clase trabajadora de la ciudad y del campo!
¡Abajo el gobierno pelele, echemos del poder a todos los neoliberales!
¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!
FRATERNALMENTE
“Justicia social, democracia popular y soberanía nacional”
Zacatecas, Zac., 2 de marzo de 2010
Por la Coordinación Ejecutiva del FSSP
Mirna Elizabeth Puch Ceballos
Efraín Arteaga Domínguez Manuel Contreras Cordero
Gregorio Sandoval Flores José Santos Cervantes