El poema describe un diálogo entre el autor y su reflejo en el espejo. El reflejo pregunta por qué parece angustiado si tiene una vida cómoda, a lo que el autor responde que su mayor problema es la desigualdad, con niños que pasan hambre mientras otros desperdician comida en banquetes. Ambos concluyen que a pesar de las apariencias, los seres humanos carecen de alma y solo se preocupan por los problemas de otros desde la distancia, al igual que un reflejo en un espejo.