La arquitectura griega antigua consistía principalmente en templos y edificios públicos construidos con columnatas y frontones. Los dos estilos principales eran el dórico más austero y el iónico más decorativo. La arquitectura minoica incluía grandes palacios en Creta como los de Cnosos, Malia y Festos, que servían como centros administrativos, religiosos, comerciales y de almacenamiento aunque no hay pruebas concluyentes de que fueran sedes de gobernantes.
1. 09 de octubre del 2023
Estefanía de Jesús Cortés Sánchez
Lic. Arquitectura. Primer semestre
ARQUITECTURA GRIEGA
La arquitectura en la antigua Grecia generalmente se hacía con madera o ladrillos de
barro, por lo que sus planos de planta son la única evidencia de su existencia. Los griegos
establecieron la mayoría de los temas, actitudes y formas más duraderos de la cultura
occidental. La arquitectura es uno de los legados griegos que la civilización occidental ha
heredado, ya que Grecia estableció muchos de los elementos estructurales, motivos
decorativos y tipos de edificios que todavía se usan en la arquitectura actual.
Los dos estilos principales de la arquitectura griega son dóricas e iónicas. El estilo dórico
es mucho más disciplinado y austero, mientras que el estilo iónico es más relajado y
decorativo. Hubo un fuerte énfasis en la construcción de templos para los dioses y diosas
mitológicos griegos. Pero, también había edificios públicos bien conocidos como el
Partenón.
Los materiales de construcción utilizados fueron piedra caliza y algunas piedras nativas.
El mármol muy costoso se usó principalmente para la decoración escultórica que se
encuentra en los grandes edificios del período clásico. Los techos de sus edificios estaban
formados por vigas de madera cubiertas con terracota superpuesta u ocasionalmente tejas
de mármol.
La estructura de la arquitectura griega antigua consiste en un cubo o rectángulo básico,
flanqueado por columnatas, y una larga secuencia de columnas. El edificio tendrá un
pronao o un pórtico que se abrirá a un gran peristilo de cancha abierta. Los griegos usaban
muy poco los principios del arco de mampostería, bloques individuales unidos por
mortero. El extremo frontal del techo tiene una estructura plana de forma triangular, el
frontón que generalmente está lleno de decoración escultural.
ARQUITECTURA MINOICA
La contribución excepcional de la civilización minoica a la arquitectura europea es quizás
más evidente en las grandes estructuras palaciegas de los principales centros minoicos de
Cnosos, Faistos, Malia y Zakros. Tal vez influenciados por Egipto y Oriente Próximo, y
como evolución de las tumbas monumentales del período anterior, estos magníficos
edificios, construidos desde c. 2000 a. C. hasta c. 1500 a. C., eran tan complejos y se
adelantaban tanto a los estándares arquitectónicos de la época que, al menos en Cnosos,
2. podrían haber sido incluso la fuente original del mito del Laberinto, porque tal habría sido
su impacto en el visitante ocasiónal. Ciertamente, el conjunto palaciego común a muchos
yacimientos de Creta minoica es una contribución única a los edificios arquitectónicos de
la Edad del Bronce en Europa.
Palacios minoicos
Aunque la palabra “palacio” se utiliza habitualmente para referirse a los centros de la
Creta minoica, hay que desconfiar de las connotaciones modernas de “política” y “poder
centralizado” que implica la palabra “palacio”. Los complejos minoicos de la Edad del
Bronce eran grandes y estaban bien equipados, incluían amplias zonas públicas y
disponían de extensos almacenes, pero las pruebas arqueológicas no son, por el momento,
lo suficientemente concluyentes como para afirmar con certeza que estos palacios fueran
la sede de un gobernante religioso/político central o de un órgano de gobierno. Sin
embargo, la presencia de un gran número de sellos, archivos de tablillas lineales A, pithos
y ánforas y el espacio dedicado a los lugares de almacenamiento (más de un tercio del
sitio) sugeriría que los palacios eran el centro de algún tipo de comercio centralizado,
tanto local como extranjero. Además, el propio tamaño y esplendor de los edificios
sugeriría la necesidad de una cierta organización centralizada de la planificación, la
artesanía y los materiales.
La civilización minoica fue una cultura que se desarrolló en la isla de Creta en la primera
mitad del II milenio a.C. En la anterior entrada os conté muy brevemente cómo fue el
descubrimiento arqueológico de ésta y otras civilizaciones egeas de la época, así como el
origen y funcionamiento de su sistema económico. En esta segunda y última parte os
hablaré de su otra cara fundamental, la sociedad y la cultura minoica.
La sociedad minoica no era igualitaria, ni mucho menos. Tal y como se puede conocer
gracias a las investigaciones arqueológicas en los distintos palacios, había grandes
diferencias tanto en los niveles y modos de vida como en la condición social. Por debajo
de la familia real y la nobleza, se han encontrado en las ciudades fuera de los palacios
viviendas de hasta tres pisos, habitadas por un estrato social de familias privilegiadas
probablemente muy pequeño, perteneciente quizás al mundo administrativo o comercial.
Debido a las estrechas relaciones comerciales mantenidas con Egipto y Próximo Oriente,
la influencia de estas civilizaciones más desarrolladas y antiguas llegó al mundo minoico,
sobre todo en cuanto a técnicas y estilos artísticos, aunque sin contagiar demasiado las
singularidades del arte minoico.
Mientras que en el mundo próximo oriental la principal función del arte palacial era
glorificar a la familia real, en el arte de los palacios minoicos no existen escenas que
muestren al rey como un gran guerrero conquistador o como un gobernante muy
poderoso. Por el contrario, los motivos pictóricos de los palacios se centran en la
naturaleza, ya que su objetivo era hacer del palacio un lugar lleno de belleza y serenidad.
Los antiguos o primeros palacios
La mayoría de los edificios primigenios, construidos entre el 2000 y el 1900 a.C., fueron
destruidos alrededor del 1700 a.C. por causas desconocidas; levantándose otros nuevos
sobre sus ruinas, por lo que las pistas arqueológicas con respecto a forma, estilo y
3. funciones de los mismos son limitadas. Será el palacio de Malia, el menos modificado, el
que da los mejores datos de esta primera etapa.
Se sabe que, en comparación con otras sociedades de la misma época, los habitantes de
Creta, no destacaron con las edificaciones de sus templos, tumbas o fortalezas militares.
De ahí que se diga que los palacios se construyeron para servir todas las necesidades
organizativas y administrativas. Además de ser lugares de administración, también eran
lugares de reunión comercial (mercados), producción artística, culto y almacenamiento
de productos agrícolas. Todos los palacios contenían edificios anexos para atender tales
necesidades.
El palacio de Malia
El palacio de Malia es el tercer palacio más grande de Creta, después de Cnossos y Festos.
Ocupa 7500 metros cuadrados sobre un fértil valle al norte de Creta muy próximo al mar.
Probablemente fue construido alrededor del 1900 a.C., una época de esplendor en toda la
isla. Fue destruido por causas desconocidas alrededor de 1650 a.C. y reconstruido de
forma inmediata.
El palacio de Festos
El palacio de Phaistos (Faestos, Phaestos o Faistos) domina la llanura de Messara desde
su ubicación sobre una colina. Conservado parcialmente a causa de la erosión del terreno,
fue excavado a partir de 1900 por la Escuela Italiana.
Los constructores tuvieron mucho cuidado de crear un edificio funcional y estéticamente
agradable que se adaptase al entorno. Los edificios están dispuestos alrededor de amplios
patios que siguen la superficie irregular de la colina. Los espectadores que se sentaban en
el teatro habrían tenido una gran vista del sur y el este.
El palacio de Cnosos
Cnosos era la poderosa capital de la Creta Minoica. Es más grande, más complejo y más
extravagante que cualquiera de los otros palacios que conocemos, y se encuentra a unos
veinte minutos al sur de la moderna ciudad portuaria de Herakleion.
Destaca, además de por su espectacularidad, por las reconstrucciones actuales —
discutibles— de algunas de sus dependencias. La superposición y añadido de
dependencias en diferentes momentos, junto a la aparición de una cabeza de toro en unos
frescos, llevó a relacionar el palacio con el del Rey Minos. Arthur Evans, el arqueólogo
británico que excavó el sitio en 1900 d.C, fue el autor de las polémicas restauraciones.