1. “ A donde quiera que vaya el camino de mi vida, Tú estás a mi lado. Nada podrá separarme de tu amor.” Edith Stein, Sor Teresa Benedicta de la Cruz. (1891-1942) por Alejandro F. L., col S. E. F. / basado libr.- E.S. . Carmelo Köln
2. RAÍCES Edith Stein nació en Breslau en el seno de una familia judía de comerciantes de maderas, el 12 de Octubre de 1891, el Kippur día santo del Gran Perdón y arrepentimiento, en el cual antiguamente e l s umo sacerdote penetraba en el Sancta Sanctorum y ofrecía el sacrificio de reconciliación por sí mismo y por todo el pueblo, expiándose ante el juicio purificador de Yahvé .
3. Benjamina de once, su padre murió repentinamente cuando tenía apenas año y medio. En Breslau (Prusia polaca, hoy Wroclaw) cruza el rio Oder por afluentes y canales desde el mundo eslavo, con el típico encanto mela ncólico de las ciudades norteñas europeas.
4. “ No podéis imaginar lo que significa para mí ser hija del pueblo elegido.” E. S .
5. Niña sensible y bien dotada, una amiga cita que, una vez en que no pudo asistir a un compromiso, le dijo: “ En quien miente una vez, ya no se puede tener confianza.” “ Deberíamos comenzar cada jornada como una nueva vida.” E. S.
6. “ Sé a los ojos de los demás lo que eres. Hay que ser a los ojos de todos lo que somos a los ojos de Dios.” E. S.
7. Además de su firmeza de carácter, Edith dio muy pronto muestras de una ardiente sed de saber y grandeza vital. Había presentido, dijo ella misma, que estaba destinada a un gran porvenir, sin saber muy bien a cuál: “soñaba con la dicha y la gloria, convencida de estar destinada a algo grande y de que no estaba hecha en absoluto para el estrecho marco de pequeño burgués en el que había nacido.”
8. “ Lo que conocemos de nosotros mismos no es más que la superficie. Lo más profundo se nos queda en muy gran medida escondido. Sólo Dios lo conoce.” E. S.
9. FILÓSOFA EN BÚSQUEDA DE DIOS Su búsqueda existencial y filosófica desde el ateismo juvenil fue dura y descarnada: “ Poco a poco me fui hundiendo en una auténtica desazón. Era la primera vez en mi vida que me enfrentaba a algo que se resistía a mi voluntad… Me había jactado con frecuencia de tener la cabeza más dura que las más gruesas murallas, y ahora me golpeaba la frente contra un muro inflexible que no quería ceder. Esto me llevó tan lejos, que la vida me parecía intolerable. No podía cruzar la calle sin desear que me atropellase un coche. Y cuando salía de excursión, esperaba tener una caída de la que no me librase. Por supuesto que nadie sospechaba lo que me estaba pasando.”
10. Al estallar la 1ª guerra mundial solicitó ir de enfermera en la Cruz Roja, yendo a un hospital de infecciosos. Lo recuerda como su primer contacto real con la muerte: “Ya no tengo vida personal, mis energías pertenecen al gran acontecimiento. Cuando termine la guerra , si vivo todavía, podré volver a pensar en mis asuntos.”
11. “ El prójimo no es aquel al que amo. Es todo el que pasa a mi lado.” E. S.
12. Su etapa filosófica la forjó intelectualmente y la abrió al cristianismo. Con Husserl y Heiddeger exploró la fenomenología kantiana encarando el problema de la fe, escuela que concebía a Dios como la posibilidad objetiva de la trascendencia. Era un mundo desconocido para ella.
13. Cuando su amigo y filósofo Adolf Reinach murió en 1917, le impresionó enormemente la paz y esperanza de su esposa Anna: “fue ése mi primer encuentro con la cruz, con esa fortaleza divina que ella confiere a los que la llevan. Por primera vez se me apareció visiblemente la Iglesia, nacida de la Pasión de Cristo y victoriosa de la muerte. En ese preciso momento cedió mi incredulidad… La luz de Cristo percibida en el misterio de la cruz”.
14. “ Cuanto más pro g resa el caminante en su ascensión, más se ampl ía su mirada, hasta que en la cumbre la v isión se d espeja p o r c ompleto”. “ No se puede creer sin la gracia”. E. S.
15. Tras ese acontecer, Edith pasó aún por cuatro años de lucha interior. Según su amiga Hedwig Conrad-M. en su progreso hacia el catolicismo intervino un importante factor psicológico, un desengaño sentimental: amaba al fenomenólogo Lipps y hubiera querido casarse con él. “ Lo que no se encontraba entre mis proyectos estaba inscrito en el proyecto de Dios. Cuanto más pienso en esos acontecimientos, más fuerte se hace en mí la convicción, dictada por la fe, de que mi vida entera ha sido trazada en todos sus detalles por los planes de la providencia divina y de que es una concatenación lógica perfecta a los ojos de Dios que todo lo ve”.
16. Fue en el verano de 1921, durante una estancia con Hedwig, cuando recibió la iluminación definitiva que la conduciría al bautismo. Una noche, cogió un libro de Santa Teresa de Jesús. Era su autobiografía, que la absorbió de tal manera que estuvo leyendo toda la noche, y cuando, al amanecer, cerró el libro, exclamó: “¡Aquí está la verdad!” , con un rostro y nombre: Jesucristo.
17. “ El ca mino de la fe nos lleva mucho más lejos que el del conocimiento filosófico: a un Dios personal y cercano, al Dios qu e es todo amor, al misericordioso, a una certeza que ningún saber natural puede ofrecer”. “ No son los logros humanos lo q ue puede ayudarnos sino la Pasión de Cristo. Mi deseo es tomar parte en ella ”. E. S.
18. “ Para mostrar que la fuerza y la sabiduría humanas no son capaces de causar la salvación, Dios da la fuerza redentora a quien parece débil e insensato según los criterios humanos”. “ La fe está más cerca de la sabiduría divina que cualquier ciencia filosófica e incluso teológica”. E. S.
19. MUJER “ Gracias a sus experiencias prácticas y en virtud de su agudeza psicológica, Edith Stein fue realmente la primera que aportó una respuesta esencial, independiente de las circunstancias, al problema de la definición y de la vocación de la mujer… He podido comprobar cómo, al tratar ese tema, no sólo llegaba a sus auditoras, sino que conseguía también transmitir por primera vez una imagen auténtica de la mujer al clero asistente”. Pr. Przywara “ C uanto más santa es una mujer, más mujer”. E. S.
20. “ En realidad, nos lo daba todo. Todavía éramos muy jóvenes, pero ninguna de nosotras ha olvidado el encanto de su personalidad. Para nosotras, que estábamos en una edad crítica, su comportamiento constituía todo un modelo. Yo me siento totalmente incapaz de transcribir una sola de sus palabras: pero no tanto porque no se me haya quedado grabada en la memoria cuanto porque era una persona serena y silenciosa, que nos guiaba únicamente por su forma de ser. En la crítica, sabía dar pruebas a la vez de bondad y de justicia”. “ Adivinábamos en ella la completa armonía entre la enseñanza y la vida personal”. Testimonio de alumnas de pedagogía en Münster
21. CONVERSA JUDEO-CATÓLICA Mujer cristiana de aplomo, devota pero comprometida en su realidad humana, entregada a la voluntad de Dios. “ Dios sabe lo que quiere hacer de mí. No he de tener la menor inquietud a ese respecto”.
22. “ No juzguemos para no ser juzgados. Nos dejamos todos engañar por el reflejo exterior de las cosas… Sólo el creador conoce el ser verdad e ro . Más grande que todo es la paz de la eternidad, d on de caerán todas las ataduras y todos los velos”. E. S.
23. “ La esencia más profunda del amor es el don total de uno mismo”. “ La cruz no es un fin en sí misma. Surge e indica el camino des de lo alto”. E. S.
24. “ Hay una vocación que consiste en sufrir con Cristo y así actuar con él en su obra redentora. El sufrimiento vivido en unión con el Señor es su sufrimiento, inscrito en su obra de redención donde produce sus frutos. Una idea fundamental religiosa, y del Carmelo, es interceder por los pecadores por medio de un sufrimiento voluntario y gozoso, y participar así en la redención de la humanidad”. E. S. 26-12-1932
25. MÁRTIR JUDÍA EN CRISTO Edith entra como mon ja carmelita en Colonia el 14-10-1933. E n s u correspond e ncia evoca a las grandes figuras femeninas del Antiguo Testamento, Débora, Judith y Ester, que salvaron a los judíos en situaciones dramáticas : “Soy consciente de que… el Señor ha aceptado mi vida por todos. Yo soy una pobre Ester impotente, pero el rey que me ha elegido es infinitamente grande y misericordioso. Esto es un gran consuelo”. 31-10-1938 Cuando se generaliz a la persecución nazi contra los judíos visionó: “Yo ya s e de la s medidas contra los judíos. Pero la luz brotó de pr onto en mi mente: Dios h a bía vuelto a posar severamente su mano sobre su pueblo, y el d estino de ese pueblo era también el mío”.
26. La noche de los cristales rotos (9-11-1938), los nazis cometieron atrocidades por todo el país contra los judíos, y Edith las sintió como suyas: “al pie de la cruz comprendí el destino del pueblo de Dios que ya entonces empezaba a anunciarse. Pensaba que los que comprendían que ésa era la cruz de Cristo tenían que llevarla en nombre de todos. Ciertamente, hoy sé mucho mejor lo que significa estar unida al Señor en nombre d e la Cruz. Pero nunca llegaremos a comprenderlo, ya que es un misterio”. 9-12-1938 Edith marcha afligida el 31-12-1938 del convento carmelita de Colonia hacia Holanda, junto con su hermana Rosa y por un instinto de auto- p rotección .
27. En el convento de Echt realizó gestiones para que fueran admitidas en el Carmelo de Pâquier de Suiza, pero debido a las lentitudes burocráticas, no pudo refugiarse allá. Acabó aceptando de antemano su suerte en la Pascua de 1939. Presintiendo que a Europa le llegaría lo peor con la II guerra mundial, Edith se preparó para sacrificar su vida por sus hermanos y hermanas: “Desde ahora acepto con alegría y con perfecta sumisión a su santa voluntad la muerte que Dios me ha reservado. Pido al Señor que se digne aceptar mi vida y mi muerte para su honor y su gloria”. 9-6-1939
28. Fue arrestada junto a su hermana Rosa en Echt el 2 de Agosto de 1942, cuando se encontraba en la capilla del convento. Le dijo: ”Ven, vayamos, por nuestro pueblo”. “ Edith respondía a todos los sufrimientos con una paciencia infinita y con un enorme amor. Tomaba sobre sí toda la crue ldad y toda la brut alidad de los verdugos, uniéndose al s ufrim iento de Cristo para participar en su obra redento ra . Est aba pro fundísi mamente imp regnada del sentimie nto de que sólo un amo r así p odría verdad era mente perm itir que se supera se todo el odio del mund o”. Mons. Pachowiak. “ Cuando me encontré con esta mujer en el campo de concentración de Westerbork, tuve inmediatamente esta sensación: realmente es una gran personalidad. En aquella caldera de brujas vivió algunos días, andando, hablando y rezando como una santa. Sí, eso es lo que era. Su imagen era la de una mujer de cierta edad, que parecía tan joven, que era tan veraz y tan auténtica… Durante una conversación afirmó: “el mundo está hecho de fuerzas contrarias entre sí. Pero al final, no quedará nada de esas fuerzas opuestas. Sólo quedará el noble amor…”. Una conversación con ella era como un viaj e a otro mundo. Durante esos minutos, Westerbork no existía ya”. Testimonio de Mr. Wielek
29. “ ¿Quién expiará por lo que le está ocurriendo al pueblo judío en nombre del pueblo alemán? ¿Quién transformará este pecado abominable en bendición para los dos pueblos?” E. S.
30. “ Cuando ya no hubo la menor duda de que Edith Stein iba a ser deportada (a Auschwitz) con los otros prisioneros dentro de algunas horas, le pregunté a quién tenía que avisar y si yo podía ayudarla de alguna manera; si uno de los gendarmes en el que se podía tener confianza debía llamar a Utrecht… No, contestó Edith, no haga nada. ¿Por qué iban a hacer una excepción con ella y con ese grupo? ¿No era justo precisamente que ellos no pudiesen sacar ninguna ventaja del hecho de estar bautizados? Si ella no compartía la suerte de los demás, su vida quedaría como aniquilada”. Testimonio de Mr. Wielek
31. Edith Stein f ue beatificada el 1 de M ayo de 1987 por Juan Pablo II en Colonia , siendo canonizada en 1998. Su memo ria santa podrá ser honrada todos los años el 9 de Agosto, cuando se supone fue gaseada en Auschwitz.
32. En la ceremonia de beatificación de Colonia, su sobrina Susana quiso señalar: “Se puede ser judía y no obstante estar presente en Colonia en honor de Edith Stein. Sin embargo, hay motivos para sentir amargura: millones de personas miraban al Papa beatificar a nuestra tía. Pero, en 1933, no recibió ninguna respuesta del papa cuando trató de atraer su atención sobre el destino de los judíos . A pesar de todo, considero la beatificación de mi tía como la voluntad de la Iglesia católica de mejorar las relaciones con los judíos y como una señal de penitencia por lo que se habría podido hacer y no se hizo”.
33. “ Dios no impone pruebas a n adie sin darle la fuerza necesaria para soportarlas ”. E. S. “ Entonces se acercaron los discípulos y le dijer on: “¿s abes que los fariseos se han escandalizado al oír tu palabra?” Él les respo ndió: “ Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial será arrancada de raíz. Dejadlos: son ciegos y guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo”. Mt. c 15, 12-14.