SERMONES MENSUALES EVANGELISMO.pdf

Director:
Ptr. Juan David García Ramírez
Autores:
Directores de MIPES Unión Peruana del Sur
Diseño y diagramación:
América Elizabeth López Caamal

Enero del 2021
Apreciados líderes:
Les saludo en el nombre del Señor Jesucristo deseándoles todo
género de bendiciones en unión de sus apreciables familias.
Las grandes crisis del ser humano son las grandes oportunidades
para que el poder de Dios se manifieste. Es por esta razón que
confiamos plenamente que durante este año 2021 seremos testigos
de grandes milagros en el norte de México. Las señales indican que
la venida del Señor está más cerca que nunca, por lo tanto, debemos
organizarnos como iglesia para avanzar en el cumplimiento de la mi-
sión encomendada por el Maestro. En este sentido Elena G. de White
declaro: “Los miembros de la iglesia no han sido todos llamados a
trabajar en los campos extranjeros, pero TODOS tienen una parte
que realizar en la gran obra de dar la luz al mundo. El evangelio de
Cristo es agresivo y expansivo. En el día de Dios nadie será excusado
por haberse encerrado en sus propios intereses egoístas. Hay una
obra que hacer para toda mente y para toda mano. Hay una variedad
de trabajo adaptado a diferentes mentes y a distintas capacidades.
(Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh day Ad-
ventist, 290, 291).
En el contexto de lo anteriormente expresado, quiero animar a las
directivas de Ministerios Personales de las iglesias locales para que
hagan uso de el primer sábado de cada mes para impulsar la obra
misionera, y a su vez evaluar las metas trazadas para cada etapa del
proceso evangelístico. En este sermonario encontraras los formatos
para realizar dichas evaluaciones.
Sigamos avanzando hacia adelante y hacia arriba conquistando cora-
zones para el reino de los cielos.
Por una iglesia en movilización...
¡Vamos por más!
Cordialmente,
Ptr. Juan David García R.
Director de Ministerios Personales y Evangelismo
Unión Mexicana del Norte

SÁBADO, 2 DE ENERO
PROPÓSITO DEL MENSAJE:
4
ABRAHAM, EL PRIMER MISIONERO
“Así fue con Abraham: Le creyó a Dios, y esto se le tomó en cuenta como
justicia. Por lo tanto, sepan que los descendientes de Abraham son aque-
llos que viven por la fe. En efecto, la Escritura, habiendo previsto que Dios
justificaría por la fe a las naciones, anunció de antemano el evangelio a
Abraham: Por medio de ti serán bendecidas todas las naciones”
(Gálatas 3:6-8).
Abraham cruzó muchas regiones como misionero, plantando la Palabra de
Dios al pasar por áreas que necesitaban conocerlo. En ese entonces, sus
esfuerzos como primer misionero fueron fructíferos. Miles de personas
conocieron y creyeron en Dios a través de él.
¿Qué significa para nosotros, en esta generación, dejar el hogar por una
causa noble, así como hizo Abraham?
Cuando pensamos en el mundo en que vivimos, nos damos cuenta de que
hay muchas partes del globo que necesitan oír la Palabra de Dios. Como
cristianos, tenemos la responsabilidad de compartir lo que sabemos sobre
Dios con otros que no lo conocen. Pero nunca olvidemos que podemos
ser misioneros en el lugar en que vivimos, e incluso en nuestro lugar de
trabajo.
I. EL SIGNIFICADO DE SER UN MISIONERO HOY
Abraham se convirtió en nuestro primer ejemplo
Cuya vida fue un modelo para nuestra generación para que aprendamos
cómo confiar en Dios. “Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un
lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a
dónde iba” (Hebreos 11:8). Al crecer la fe de Abraham, Dios le confió más
recursos para lograr este objetivo.
La instrucción final que Jesús dio a sus discípulos fue: “Id y haced discí-
pulos a todas las naciones” (Mateo 28:19; Hechos 1:8). Así como el Padre
envió a Jesús al mundo, envió a sus discípulos (Juan 20:21). Su tarea
principal, al igual que la de la iglesia, siempre ha sido llevar el evangelio de
Jesucristo hasta los confines del mundo. A los miembros de iglesia se los

5
ha llamado a salir del mundo, para ser enviados nuevamente al mundo con
una misión y un mensaje. Nuestro rol como misioneros es avanzar por fe,
y confiar en que Dios suplirá cada una de nuestras necesidades mientras
testificamos sobre Jesús. La misión al mundo trata sobre construir nuestra
iglesia desde las bases y llevar el evangelio a las áreas remotas del mundo
que todavía no han recibido la Palabra de Dios.
Abraham debía llevar el evangelio a zonas remotas y urbanas. No tuvo un
hogar permanente en esta Tierra, sino que “esperaba la ciudad de cimien-
tos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor” (Hebreos 11:10).
Cuando Dios te llama a ser misionero, no esperes mucho en cuanto a pose-
siones temporales. Abraham sobrevivió en carpas y se mudó de un lugar a
otro. Cristo resaltó esto cuando dijo: “Las zorras tienen madrigueras y las
aves tienen nidos [...], pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la
cabeza” (Mateo 8:20). Pero esta es, simplemente, otra ilustración de salir
de nuestra zona de comodidad con la intención de testificar efectivamente
para Cristo. La misión requiere disposición de ir adonde la mayoría de las
personas no irían; pero, así como Dios proveyó para Abraham, proveerá
para nosotros. Llevemos a cabo nuestras tareas misioneras por fe, sabien-
do que Dios está al control.
Cuando nos convertimos en misioneros, nos convertimos en modelos.
Nuestros familiares inmediatos deben ver al “misionero” en nosotros, para
inspirarse a tomar decisiones sabias en cuanto a servir a Dios. Dios vio en
Abraham un modelo que podía dar un buen ejemplo en su hogar. Por causa
II. ABRAHAM: EL MISIONERO MODELO
Un misionero suele ser nómada (Génesis 12:6, 7; 13:1; 14:20).
Ser un misionero en nuestra propia casa (Génesis 18:18, 19; Hebreos
11:11-20).
El ejemplo de Abraham nos enseña que la fe es el ladrillo y el mortero que
construye la misión. Abraham no tenía conocimiento de dónde debía ir; pero
como creyó en lo que Dios dijo, siguió sus instrucciones. La fe que tene-
mos en los ingenieros que construyen puentes o en los chefs que cocinan
en los restaurantes es la misma fe que necesitamos ejercer cuando Dios
nos llama a servir como misioneros. Abraham demostró el patrón de fe y
obediencia necesarios para que cada cristiano sirva a Dios efectivamente.
La misión tiene grandes desafíos. Pero Abraham creyó que Dios proporcio-
naría soluciones para cada problema, una ruta alternativa ante cualquier
obstáculo y una respuesta apropiada para cada pregunta. Si vamos a servir
a Dios, nuestra fe debe ser de tal calidad que domine nuestro carácter.

6
de su fe, su esposa, Sara, tuvo el valor de concebir, aunque ya había pasado
la edad en que podía tener hijos. El ejemplo de fe de Abraham permitió a
Isaac bendecir a sus dos hijos, Jacob y Esaú. Si vamos a ser misioneros
efectivos, nuestro carácter debe brillar con una luminosidad espiritual que
esparce luz en los corazones y las mentes de quienes nos rodean. Pode-
mos practicar esto con nuestras familias, iglesias, escuelas, universidades
y lugares de trabajo.
La decisión de Abraham de ser un misionero deriva de una vida llena de fe.
Cuando recibió el llamado, no tenía ninguna prueba de que la vida que en-
contraría en Canaán sería buena, pero creyó en lo que Dios le había dicho.
Abraham no abandonó las instrucciones divinas para lograr sus objetivos
personales. Su ejemplo nos muestra que estaba dispuesto a hacer lo que
Dios quería. En su plan divino, Dios ideaba que Abraham compartiera el
mensaje de salvación con otros. Una de las lecciones que podemos apren-
der de esto es que, por más que Dios elija usar a alguien para lograr sus
objetivos divinos, la persona elegida debe estar dispuesta a seguir las ins-
trucciones de Dios. Abraham se entregó totalmente a Dios. A través de su
ejemplo, podemos aprender las siguientes lecciones que pueden ayudar-
nos en nuestra propia misión:
El llamado de Dios a Abraham: ¡Ilustra claramente la soberanía de Dios!
Abraham estaba cumpliendo con sus obligaciones diarias cuando Dios lo
llamó. Pablo y todos los creyentes verdaderos dirían que Dios, con su divi-
na redención, los salvó. Si le sucedió a Abraham, es posible que nos pueda
suceder a nosotros hoy.
Abraham reconoció el llamado de Dios, y dependió de él para que prove-
yera de todo lo necesario para que la misión fuera exitosa. De la misma
forma, luego de aceptar el llamado de Dios de llevar su mensaje al mundo
debemos creer que él apoyará lo que ha comenzado.
Abraham vivió como peregrino, dependiendo de la providencia de Dios (He-
breos 11:8-10). Nosotros tampoco tenemos un hogar permanente en este
mundo; también vivimos para la ciudad que ha de venir (Juan 14:1-3).
III. EN LAS PISADAS DE ABRAHAM
La misión debiera empezar por iniciativa divina.
La misión depende del apoyo divino de Dios.
La misión es una peregrinación

7
Aceptar que somos peregrinos. Por precioso que este mundo y nuestras
vidas en él parezcan ahora, somos peregrinos rumbo a la tierra prometida.
Abraham superó muchos obstáculos para cumplir el plan de Dios para su
vida. Si usted estuviera en el lugar de Abraham, ¿cómo cree que hubiera
respondido al llamado de Dios? ¿Qué se necesita para que alguien respon-
da a Dios de la forma que respondió Abraham a Dios? ¿Están su fe y sus
acciones contribuyendo a difundir el evangelio?
En el llamado de Abraham podemos identificar nuestro llamado. El proyec-
to misionero de Dios sigue vigente. Dios sigue llamando gente obediente
para que participe en su plan. Es necesario pensar en otras familias y
naciones que no han tenido la oportunidad de conocer de Cristo.
Sigamos el ejemplo de Abraham, cuya obediencia lo convirtió en “el padre
de nuestra fe” (Romanos 4). ¡No dejes que tu confianza dependa de lo
que tu razonamiento te dice! ¡No importa cuáles sean naturalmente tus
limitaciones!¡No preguntes si somos capaces, solo pregunta si estamos
dispuestos!
Ptr. Daniel Solano
Evangelista APC
Oremos
1. Monitorear el avance de los intereses que se concretaron en la etapa
de siembra, hasta lograr graduarlos de un curso bíblico.
2. Hacer los ajustes que se consideren necesarios.
Miembros involucrados.
Conceptos Blanco propuesto Blanco alcanzado
Campañas de barrio.
Número de estudios
bíblicos terminados.
Número de graduacio-
nes de cursos bíblicos.
Objetivo:
CONCLUSIÓN
LLAMADO
Avances etapa de cultivo

SÁBADO, 6 DE FEBRERO
INTRODUCCIÓN
8
MOISÉS Y AARÓN, LA PRIMERA
“PAREJA DISCIPULADORA”
“Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque
el asunto es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo”
(Éxodo 18:18).
Moisés y su hermano Aarón fueron constituyeron una pareja discipuladora
y fueron conscientes de lo que Dios les estaba pidiendo. Llevaría mucha
preocupación, desafíos, peligros y hasta desánimos el llevar el liderazgo
del pueblo de Dios hacia la Canaán terrenal.
Cuando hablamos de evangelizar en parejas discipuladoras definitivamente
estamos aceptando el plan de Dios para estos tiempos. Desde el principio
Dios nos dio el ejemplo al crear a Adán y Eva para que se ayuden mutua-
mente. Cuando llegamos al segundo libro de la Biblia nos encontramos
con la misma realidad de hacer la obra en parejas discipuladoras. Moisés y
Aarón son un claro ejemplo de cómo Dios los llamó a trabajar juntos para
cumplir la misión.
Exploremos a la luz de la Biblia cómo trabajar en Parejas Discipuladoras y
poder obtener éxito en la labor misional.
Las Parejas Discipuladoras de alto rendimiento y efectividad tienen cuali-
dades, intereses y características muy parecidas y consistentes. Los pro-
pósitos los tienen en común, los roles están definidos, relaciones sólidas y
comunicación excelente. Los equipos y el trabajo de equipo son conceptos
bíblicos. En el primer libro de la Biblia Dios nos presenta a Su equipo...
la Trinidad. “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza...” (Génesis 1:26).
Todos nos necesitamos para avanzar más. S. D. Gordon (miembro de
la Academia Nacional de Ingeniería de los Estados Unidos y de la Real
Sociedad de Ingeniería del Reino Unido) lo dijo muy bien: “La cooperación
I. INTERESES SIMILARES

9
Las Parejas Discipuladoras necesitan tener un liderazgo claro, competente
y centrado en Cristo. La pareja discipuladora debe parecerse al cauce de
un río, cuando avanzan en la misma dirección y dentro del cauce se vuelven
poderosos, efectivos y productivos, pero si salen del cauce establecido por
Dios en su Palabra, entonces, todo será un caos y desorden.
incrementa la eficiencia en proporciones increíbles. Dos que trabajan jun-
tos en perfecto acuerdo son cinco veces más eficientes que si trabajaran
separadamente”. La iglesia unida será una iglesia invencible.
II. ES UN PLAN DE DIOS
III. PROPÓSITO EN COMÚN
IV. ROLES CLAROS
V. LIDERAZGO ACEPTABLE
Nadie fue creado para vivir solo, sino acompañado. La soledad no es un
aliciente para las personas, más bien causa temor y desesperación. En este
contexto Dios llamó a Moisés y Aarón para formar una Pareja Discipulado-
ra y trabajar en favor de la libertad del pueblo de Israel. Así mismo, hoy la
iglesia de Dios debe cumplir la misión dentro de este plan, las Parejas Dis-
cipuladoras deben tener por lo menos tres características que los ayuden a
lograr los objetivos en la predicación del evangelio.
Debe existir una razón para cooperar, y esa razón es de hacer discípulos
en todas las naciones (Mateo 28:19). El hacer discípulos es la misión de la
iglesia en esta tierra y la manera de cumplir con esta misión es a través de
las Parejas Discipuladoras. Si los dos tienen en claro el propósito entonces,
los resultados serán de victoria. Los dos deben estar comprometidos y dar
lo mejor de sí.
Clarificar las tareas en series de roles separados es la estrategia para
lograr cooperación. Esta es la estrategia de Dios para la iglesia. Pablo
clarifica los roles cuando escribe su primera carta a la iglesia de Corinto.
“Yo planté, Apolos regó...” (1 Corintios 3:6), de la misma manera el profeta
Isaías describe varios roles en el capítulo 41. “El carpintero animó al plate-
ro, y el que alisaba con martillo al que batía en el yunque...” (Isaías 41:7). Y
esto daba como resultado un logro especial. Existía confirmación, solidez y
grandes resultados.
Las Parejas Discipuladoras también deben revisar constantemente sus
actitudes... “mi parte dentro de nuestro trabajo” y “nadie termina hasta que
los dos lo hagamos”.

10
Nunca debemos dejar de comunicar el mensaje más grande que se ha
contado, y la tarea más grande que se ha asignado en el mundo entero.
Como miembros del cuerpo de Cristo somos invitados y desafiados a cum-
plir la misión en Parejas Discipuladoras. No seamos reacios a lo que Dios
nos enseña en su Palabra porque es la única forma para obtener grandes
resultados.
Nuestra tarea es hacer un trabajo con efectividad, para que las vidas de las
personas sean cambiadas a través del poder del evangelio del Señor Je-
sucristo. Como miembros de la iglesia de Cristo debemos comprender que
fuimos llamados para servir a Dios en base a lo que está escrito en la Biblia
y que el crecimiento se dará en base a los dones y métodos que Jesús nos
enseña en su Palabra. El resultado debe ser siempre ver vidas cambiadas.
Así como Moisés y Aarón hicieron una gran obra para el Señor y para Israel,
también nosotros debemos estar prestos para obedecer y trabajar en Pare-
jas Discipuladoras. Hay miles que esperan ser rescatados de la perdición y
de la muerte eterna.
Pr. Edwin Chiroque
Evangelista MAC
Oremos
Número de estudios
Objetivo:
CONCLUSIÓN
LLAMADO

Sábado 6 de marzo
INTRODUCCIÓN
11
NOÉ, EL MISIONERO EN LOS
TIEMPOS FINALES
“Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus
generaciones; con Dios caminó Noé” (Génesis 6:9).
La raza humana aumentó rápidamente no solo en maldad sino también en
cantidad. Entre los muchos peligros que asechaban a los piadosos setitas,
se encontraban las bellas hijas de los incrédulos cainitas. Las esposas eran
elegidas, no a base de sus virtudes, sino por su belleza, con el resultado de
que la impiedad y la maldad proliferaron entre los descendientes de Set.
Estas alianzas profanas entre setitas y cainitas fueron la causa del rápido
aumento de la impiedad entre los primeros. Dios siempre ha amonestado a
sus seguidores para que no se casen con incrédulos, debido al gran peligro
al que así se expone el creyente, y ante el cual generalmente sucumbe
(Deuteronomio 7:3, 4; 2 Corintios 6:14, 15).
La insensibilidad a la influencia divina llegó a ser completa. Por lo tanto, el
Espíritu de Dios debía ser retirado. Estamos viviendo ahora en tiempo pres-
tado, sabiendo que la destrucción del mundo ocurrirá pronto (2 Pedro 3:3-7).
Sabemos también que el Espíritu de Dios no contenderá para siempre con
los hombres que no eligen prestar atención a sus amonestaciones ni se
preparan para aquel gran acontecimiento. Difícilmente podría el lenguaje
humano presentar un cuadro más vívido de depravación humana.
No quedaba nada bueno en los hombres. Estaban “corrompidos hasta la
médula”. Sus mismos “pensamientos” estaban compenetrados del mal.
En medio de toda esta perdición humana el Señor halla a un hombre que
caminaba con Él, era justo y perfecto de corazón. Así como el Señor llamó
a un hombre en medio de una generación perdida (Mateo 24:37-39), hoy el
Señor nos llama para anunciar su último mensaje a los perdidos antes de
que venga.

12
En el pasaje del Génesis 5:21-24 aparece dos veces la palabra caminar y
esta proviene del hebreo jalák (‫ְך‬ַָ‫ה‬‫)ל‬ y se refiere a alguien que transita o se
guía por una senda que conduce hacia un objetivo determinado.
La vida de Noé nos recuerda a Enoc (5:22, 24), que había sido trasladado a
la gloria eterna tan solo 69 años antes del nacimiento de Noé. Durante su
niñez, cuando la traslación de Enoc todavía estaba vívida en la memoria de
las generaciones más antiguas, Noé debe haber oído numerosos comenta-
rios acerca de la vida de ese hombre piadoso.
La palabra en hebreo, para “caminó” implica que Enoc iba de arriba abajo,
dentro y fuera, hacia y desde, mano a mano con Dios, conversando conti-
nuamente con Él y acercándose cada vez más a Él. Enoc vivió 365 años,
o, un “año” de años. En él, vemos un nuevo tipo de creyente. Durante 365
días, cada año de su adultez, él caminó de la mano con el Señor. El Señor
era toda su vida, tanto así que al final de su vida, él no vio la muerte (He-
breos 11:5).
Es ir en la dirección concreta. Es mantener el rumbo que Dios nos da y se-
guir sus indicaciones para alcanzar metas. Elena G. de White: “Los hijos de
Dios están llamados a ser representantes de Cristo y a manifestar siempre
la bondad y la misericordia del Señor. Así como el Señor Jesús nos reveló
el verdadero carácter del Padre, hemos de revelar a Cristo ante un mundo
que no conoce su ternura y compasivo amor” (El Camino a Cristo, p. 115).
La comunión con Dios sensibiliza el corazón del predicador para preparar
sermones entendibles, accesibles, especialmente para las personas que
están a su alrededor. Es por eso que debemos buscar el caminar con Dios
para ser predicadores en el tiempo del fin, ¿habrá alguien que quiere decir
Señor quiero caminar contigo todos los días?
La palabra “justo” no implica una inocencia intachable, sino rectitud, hon-
radez y virtud. Es digno de notarse que no es meramente llamado “justo”
sino “varón justo”. “Justo”, es el que obra según justicia y razón. Arreglado
Es por eso que esta mañana a la luz de la Palabra de Dios veremos 3 ca-
racterísticas para ser un misionero como Noé en los tiempos finales:
I. CAMINAR CON DIOS
II. SER JUSTO
“Caminó, pues, Enoc con Dios” (Génisis 5:24)
La misión debiera empezar por iniciativa divina.
El caminar con Dios es acción
Aplicación:
INTRODUCCIÓN

13
a justicia y razón. Es un actuar conforme a la Ley que obra según la volun-
tad de Dios con los demás y en los tribunales, el que es irreprensible en la
observancia de los preceptos. Tenía bien claro entre lo malo y lo bueno, sin
perturbación.
No significa que nunca pecó. Más bien significa que amó y obedeció a Dios
sinceramente. Vivir una vida ejemplar en el tiempo de Noé requería que un
hombre pudiera resistir con intrepidez y firmeza atracciones malignas, ten-
taciones sutiles y mofas ruines. Noé no era una criatura débil, falta de juicio
o de poder de la voluntad, sino un “varón” de convicciones fuertes, recto en
pensamiento y acción. No implica que él hubiera alcanzado la justicia por
sus propios esfuerzos. Fue salvado por la fe (ver Hebreos 11:7), tal como
todos los que son fieles hijos de Dios.
Elena G. de White: “Si os entregáis a Él y lo aceptáis como vuestro Salva-
dor, seréis entonces, por pecaminosa que haya sido vuestra vida, conside-
rados justos por Su causa. El carácter de Cristo substituirá vuestro carác-
ter, y seréis aceptados delante de Dios exactamente como si no hubieseis
pecado. Y aún más, Cristo cambiará el corazón. En él habitará, por la fe” (El
Camino a Cristo, p. 62).
¿Habrá alguien que quiere ser un hombre o una mujer justo o justa delante
del Señor para ser un como lo fue Noé?
Perfecto en sus generaciones, esto no significa que vivió en un estado de
impecabilidad sino más bien de integridad moral. Se refiere no solo a la
vida piadosa de Noé sino también a la constancia de su religión en medio
del ambiente cargado de iniquidad en que vivía. Con toda seguridad, era de
un linaje puro, y en ese respecto también se diferenciaba de sus contempo-
ráneos, muchos de los cuales eran fruto de casamientos promiscuos entre
los piadosos y los impíos.
Noé era perfecto en sus generaciones. Noé no siguió a la familia, amigos,
ni a la sociedad en la que vivía, antes bien decidió vivir para Dios, quiso
marcar la diferencia entre los demás de su generación. Cuan diferente era
Noé a nuestros días, pues muchos seguimos a la mayoría, aunque estén
equivocados, aunque no sea correcto he oído decir a muchos es que ellos
lo hacen porque yo no.
Necesitamos personas que decidan vivir diferentes a lo que los demás, que
quieran marcar la diferencia en medio de un mundo convulsionado. Elena
G de White: “Mientras Noé daba al mundo su mensaje de amonestación,
sus obras demostraban su sinceridad. Así se perfeccionó y manifestó su
fe. Dio al mundo el ejemplo de creer exactamente lo que Dios dice. Todo lo
que poseía lo invirtió en el arca. Cuando empezó a construir aquel inmenso
III. SER PERFECTO
Aplicación:

14
barco en tierra seca, multitudes vinieron de todos los rumbos a ver aquella
extraña escena, y a oír las palabras serias y fervientes de aquel singular
predicador. Cada martillazo dado en la construcción del arca era un testi-
monio para la gente” (Patriarcas y Profetas, p. 82).
Si queremos ser como Noé, un misionero en el tiempo del fin, debemos
caminar con Dios, ser justos y perfectos delante del Señor.
Considerando que estamos viviendo en el tiempo del fin, estando a las
puertas de la venida de nuestro Señor y sabiendo que será de manera
sorpresiva: “Inadvertida como ladrón a medianoche, llegará la hora decisi-
va que fija el destino de cada uno. Cuando será retirado definitivamente el
ofrecimiento de la gracia que se dirigiera a los culpables” (El Conflicto de
los Siglos, p. 545). Necesitamos ser como Noé, un misionero en los tiem-
pos finales.
¿Habrá alguien que como Noé quiere caminar con Dios, ser justo y perfecto
de corazón?
CONCLUSIÓN
LLAMADO
Pr. Tonny Quispe
Evangelista MLT
Oremos
Número de estudios
Objetivo:

15
INTRODUCCIÓN
Fue el 3 de diciembre del año 1854 cuando se abolió la esclavitud en el
Perú por el presidente Ramón Castilla. Aquel decreto trajo consigo no solo
la libertad sino el compromiso de 3000 exesclavos que se unieron a la
batalla de Palma consumando una victoria para el Perú en el año 1855.
Mostrar que Dios nos presenta oportunidades para testificar y somos lla-
mados a llevar esperanza donde estemos.
En una de las muchas de las incursiones al pueblo de Israel por parte de
los sirios, estos no solo habían saqueado la ciudad, sino que también lleva-
ban personas cautivas. Entre esas personas se encontraba una muchacha.
De ella no se dice la edad, su nombre, sus padres, su estatus, etc. pero si
en algo podemos estar seguros, es que fue llevada contra su voluntad.
Es aquí donde encontramos mucha similitud con lo que el pecado hace con
el ser humano. Pues el pecado tiene la propiedad no solo de esclavizar a
las personas sino también de quitarles todo lo que tienen. Al igual que en
una incursión militar, todos eran sometidos y todos eran despojados de
lo que tenían sin importar quienes eran o lo que hacían. No importaba la
edad que tuvieran o de qué familias provinieran. De igual forma cuando el
pecado gobierna el corazón del hombre lo hace para destruir sin importar
la condición o situación de las personas.
Cuando el pecado llega a la persona, no escatima sexo, estatus, condición,
pues lo único que logra es dar muerte lentamente. En una condición similar
estaba Naamán, señor de aquella muchacha que a pesar de los cargos o
distinciones que tuviera tenía una enfermedad degenerativa como la lepra.
I. CAUTIVA POR EL PECADO
“Y de Siria habían salido bandas armadas, y habían llevado cautiva de la
tierra de Israel a una muchacha, la cual servía a la mujer de Naamán. Esta
dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo
sanaría de su lepra” (2 Reyes 5:2, 3).
LA NIÑA ESCLAVA,
TESTIFICANDO CON PODER
Sábado 3 de abril

16
Ser registrado en la Biblia para testimonio de muchos no es casualidad. La
Biblia nos presenta aciertos y desaciertos de hombres y mujeres que tuvie-
ron oportunidades aun en medio de las adversidades y fueron sus decisio-
nes las que marcaron la diferencia. Esta muchacha israelita tenía “razones”
suficientes para quedarse callada y negar su fe.
Primero, podía negarse a seguir creyendo en Dios pues las circunstancias
le indicaban que Dios los había abandonado. Segundo, ya no vivía con sus
padres por lo tanto nada la ataba a su religión o sus creencias. Tercer
lugar, estaba en una nueva cultura y era más difícil, lejos de su hogar y
religión, seguir practicando su cristianismo. Cuarto lugar, su amo enfermo
era uno de los generales que había estado a cargo de toda la incursión a su
tierra y su familia.
Sin embargo, una situación no había cambiado, y aunque ella era esclava.
Era hija de Dios, y donde están los hijos de Dios todas las cosas son para
bien (Romanos 8:28). Al vivir en comunión con Cristo, todas las cosas son
consideradas añadiduras, incluso aquellas que en su momento resulten in-
comprensibles (Job 19:25-27). Nada en este mundo ocurre por casualidad,
Dios coloca oportunidades para forjar nuestro carácter y dar testimonio de
nuestra fe.
Entonces ya sea en el trabajo, los estudios, la salud, la familia, las crisis,
etc. En las manos de Dios su obra maestra se está forjando en nosotros
(Filipenses 1:6). Aquella muchacha gozaba del amor de Dios, en su corazón
no había rencor ni con Dios, ni con los hombres. En su corazón había com-
pasión y al encontrar una oportunidad de llevar esperanza la uso en favor
de una familia.
Si en algo aquella muchacha estaba convencida era que Dios no se había
olvidado de su pueblo. Mientras hubiera un profeta en medio de ellos, esa
era una garantía que de Dios tenía planes con su pueblo incluso en medio
de la adversidad.
En su humilde opinión entendía que Dios no es un Dios lejano, Él habita en
medio de sus hijos, Él ve, Él se compadece y está dispuesto a buscar, sanar,
restaurar, levantar aquello que aparentemente está perdido. El consejo fue:
“Si mi señor estuviera con el profeta...”, esta expresión revela lo que Cristo
afirmaría de sí mismo “porque separados de mi nada podéis hacer”. Las
personas buscan solución a sus problemas, están dispuestos a hacer gran-
des sacrificios en medio de su desesperación. Es allí donde el testimonio de
Ya sea que seamos buenas personas o malas personas, adultos o jóvenes,
varones o mujeres, ricos o esclavos, mientras vivamos en este mundo
debemos reconocer que es un mundo de pecado donde prevalece la injus-
ticia, la impiedad, celos, contiendas (Gálatas 5:16-23) aun cuando seamos
llamados hijos de Dios.
II. CAUTIVA PARA EL PECADO (SER LIBRE)
III. CAUTIVA PARA LA MISIÓN (VS. 3)
Aplicación:
Aplicación:

17
un encuentro personal con Cristo toma fuerza. Solo los testigos pueden dar
fe de algo (1 Juan 1:3), entonces cuando alguien testifica siempre lo hace
de manera natural pues es su propia experiencia y la certeza de un Dios
que lo puede todo lo que lo motiva a testificar.
Si callamos de Jesús tan solo estaremos revelando que no pasamos tiem-
po con Él. Si testificamos lo hacemos porque amamos, porque Él nos amó
primero (1 Juan 4:10). Lo siguiente que afirmó aquella muchacha fue: “Él
lo curaría de su lepra”, claro está que el profeta Eliseo no tenía el poder de
sanar. Pero si era el canal por el cual Naamán podría tener oportunidad de
ser sano y vivir.
Ese es precisamente nuestra labor en esta tierra. Somos canales de las
bendiciones que Dios tiene en cada hogar, cada centro laboral, cada rincón
de esta tierra.
Mientras haya hijos de Dios habrá oportunidad para las personas de acep-
tar por fe la invitación de Dios.
Aplicación:
Somos conscientes que vivimos en un mundo que cada vez se destruye
por el pecado y nosotros como hijos de Dios estamos en medio de un gran
conflicto (Apocalipsis 12:12).
Aunque pasamos por momentos de prueba Dios otorga oportunamente la
salida y a través de ella nos convierte en canales de bendición (1 Corintios
10:13).
Dios llama a sus hijos para que a través de sus vidas las personas sean
llevadas a Cristo y así sean animadas a entregar su vida a Él.
CONCLUSIÓN
LLAMADO
1. Evaluar las metas del proceso de acuerdo a lo proyectado al inicio de
la etapa de cultivo.
Número de estudios
Objetivo:

Sábado 1 de mayo
INTRODUCCIÓN
18
JONÁS, EVANGELIZANDO
LAS GRANDES CIUDADES
“Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve
a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su
maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Je-
hová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis;
y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la
presencia de Jehová” (Jonás 1:1-3).
Cuando estudiamos las Sagradas Escrituras, podemos encontrar a Dios,
interesado en llevar la salvación a la mayor cantidad de personas en todo
el mundo, la misión es de Dios. Sin embargo, muchas veces, gran parte de
nuestra labor misionera no se enfoca en alcanzar a las grandes ciudades
de nuestro país y del mundo, sino en áreas más remotas y rurales.
Es necesario hacer esto, pero sin dejar de hacer lo otro. La mayor concen-
tración de personas hoy viven en las grandes ciudades y tenemos que tener
un plan de evangelismo intencional para alcanzar a las grandes ciudades
del mundo.
Hoy analizaremos algunos principios en la vida del profeta Jonás para
alcanzar a las grandes ciudades.
El profeta Jonás recibe la orden directa de Dios de ir a Nínive, la gran ciu-
dad, capital del antiguo imperio Asirio, más o menos alrededor del 754-746
a. C. La orden fue ¡Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona
en contra de ella! Es más que evidente el interés de Dios por anunciar un
mensaje de advertencia contra esta gran ciudad que había llevado al colmo
sus pecados y su maldad, algo parecido a lo ocurrido, siglos atrás con el
mundo antediluviano, donde Dios tuvo que intervenir por el extremo de la
maldad humana (Génesis 6:5-11; 18:20-21). Al igual que a estas naciones,
el fin estaba por llegar, pero Dios envía a su mensajero para darles un
I. VINO PALABRA DE JEHOVÁ A JONÁS Y LE DIJO: LEVÁNTATE Y
VE A NÍNIVE (VS 1)

19
último mensaje de advertencia. Dios nunca anuncia destrucción, sin antes
ofrecer salvación, pero sus decretos se cumplen siempre (Daniel 4.17).
II. MÁS JONÁS SE LEVANTÓ PARA HUIR DE LA PRESENCIA DE
JEHOVÁ A TARSIS
III. UNA GRANDE TEMPESTAD Y UN GRAN PEZ (JONÁS 1:4; 2:10)
Pero Jonás, en lugar de levantarse y obedecer la voz de Dios, se va exacta-
mente en dirección contraria para Tarsis que es el actual país de España.
¡Dios lo envía al Medio Oriente, pero él pagando su pasaje (bastante caro)
se va para Europa! Nadie puede huir de la presencia de Dios, no hay lugar
donde Él no pueda encontrarte (Salmos 139:7-12). La misión de Dios se va
a cumplir, y tú eres el enviado para cumplirla, no hay lugar en el mundo a
donde puedas ocultarte, Jehová te alcanzará.
No necesitas ir muy lejos para corroborar que la situación actual de las
grandes ciudades es la misma o peor aún que en los días de Jonás, la
maldad, corrupción y violencia son el pan cada día. Las noticias solo traen
notas trágicas día tras día. ¿Quisieras tú ser un mensajero de esperanza en
un mundo tan convulsionado por maldad y llevar un mensaje de optimismo
y fe al mundo en tu ciudad, a tus amigos, familiares y vecinos?, pues bien
puedes hacerlo, que la orden de Dios y la intención de su corazón es que
alcancemos a la mayor cantidad de gente en las grandes ciudades, y Él
quiere contar contigo también.
Cuánto tiempo hace que conoces el mensaje de Dios y aún no lo has
compartido con tus familiares, amigos, vecinos más cercanos; el llamado a
proclamar el mensaje a ellos, es tan actual para ti, como lo fue para Jonás
al ir a proclamarlo a los ninivitas. ¿Quieres ser un Jonás moderno y en
vez de seguir huyendo de la presencia de Dios comenzar ya a compartir el
mensaje de salvación a todas las personas que te rodean, en tu ciudad con
las personas de tu entorno? No necesitas ir tan lejos, las personas están
ahí cerca esperándote.
Ustedes conocen esta parte de la historia, mientras Jonás huía y dormía
en la parte baja del barco, una tempestad terrible azotó la embarcación,
la gente estaba desesperada temiendo por su vida y clamando cada uno a
sus dioses. Cuando encuentran a Jonás lo reprenden y le dicen que ore a
su Dios por misericordia. Él confiesa que es por su culpa que Dios levantó
la tempestad y pide que lo arrojen al mar para calmar la tempestad y así
lo hicieron y tuvieron estos hombres testimonio del Dios de Israel. Acto
Aplicación:
Aplicación:

20
Esta vez Jonás si se levantó y obedeció la voz de Dios y comenzó a pro-
clamar en toda la ciudad. ¡De aquí a cuarenta días Nínive será destruida!
¡Qué mensaje tan directo y simple, pero significaba todo! Dios le dio una
segunda oportunidad a Jonás para reivindicarse y así lo hizo, su mensaje
fue el mismo, no cambió por las circunstancias ni lo rebajó al gusto de los
ninivitas o de Jonás, el mensaje de Dios es inmutable. Esta vez sí, Jonás se
comportó a la altura de su llamado como un verdadero profeta y portavoz
de Dios.
No necesitamos rebajar el mensaje por la cultura de la sociedad actual, el
mensaje de Dios y sus principios son los mismos y no deben ser rebajados
para alcanzar a las personas en las grandes ciudades. Podemos adaptar
las formas de presentarlo de la manera más atractiva posible pero el
mensaje y sus principios no cambian. ¿Estás dispuesto a ser un portavoz
del mensaje de Dios a las personas en tu generación y esta vez hacer como
Jonás viviendo y proclamando el mensaje a la altura de tu llamado de
hacer discípulos a todas las naciones? Hoy es tu día.
El efecto de la proclamación de Jonás fue un rotundo éxito. ¡Desde el
Rey hasta el último hombre de la ciudad de Nínive se arrepintieron de sus
Al igual que Jonás, muchas veces hoy la iglesia huye y duerme mientras
las personas en las grandes ciudades están desesperadas y vacías por las
tempestades de la vida. No esperemos que sean ellos los que nos des-
pierten del sueño para predicarles. ¡Tenemos que hacerlo ya! Y no esperar
que un pez nos trague, o que venga un momento difícil a nuestra vida para
recién reflexionar y ponernos en acción misionera. ¿Quieres tomar hoy
la decisión de ponerte a trabajar por aquellos que están en tu entorno y
tienen hambre de la Palabra de Dios, aunque tú pienses que no? Hoy es el
día en que tienes que tomar la decisión de cambiar e ir a buscarlos para el
Reino de Dios.
seguido el gran pez que Dios había enviado para transportar a Jonás hasta
Nínive estaba listo para tragárselo y llevarle a cumplir su misión. Fue en el
vientre del pez que pudo reflexionar y arrepentirse por su rebeldía y ahora
si quería obedecer la voz de Dios y evangelizar a Nínive. Hasta aquí una
tempestad y un pez obedecieron la voz de Dios (Jonás 2:10) mucho mejor
que el profeta.
IV. LEVÁNTATE Y PROCLAMA EL MENSAJE A NÍNIVE, AQUELLA
GRAN CIUDAD. (JONÁS 3:1-3)
V. Y LOS HOMBRES DE NÍNIVE, LA GRAN CIUDAD, CREYERON A
DIOS (JONÁS 3:5-10)
Aplicación:
Aplicación:

21
pecados y creyeron a Dios! ¡Nunca antes se ha visto, ni se ha visto hoy aún,
tan grande éxito en una campaña de evangelismo como este! He aquí el
maravilloso y misericordioso amor de Dios por una gran ciudad que, aun-
que sumergida en el pecado, jamás fue olvidada por Dios. El Señor ama a
las Grandes ciudades y quiere salvarlas.
Hoy más que nunca las personas de las grandes ciudades necesitan Jo-
nases modernos, que vayan y los llamen al arrepentimiento y a volverse a
Dios y caminar con Él. La cura para todos los males de la sociedad moder-
na está en el Señor, y el mundo está como está porque no le conoce. Es
nuestro deber encaminarlos a Él, porque el fin de este mundo está cerca.
Aplicación:
¿Deseas en este momento tomar la decisión de levantarte sobre tus pies y
comenzar a proclamar el mensaje del evangelio eterno en la ciudad dónde
vives? Dios quiere ver a tus familiares, amigos, a todos los moradores de
las grandes ciudades de nuestro país y del mundo en el reino de los cielos,
pero ¿cómo creerán si no hay quien les predique? (Romanos 10:14).
¿Quieres tu ir por Jesús y traerlos de vuelta a casa? Ponte de pie si así lo
deseas, porque el tiempo de la venida del Señor Jesús y de este mundo
está cerca. Amén, gloria a Dios por tu decisión.
CONCLUSIÓN
LLAMADO
Pr. Enrique Cárdenas
Evangelista MPCS
Oremos

22
1. Evaluar los avances obtenidos como fruto del trabajo en las etapas
anteriores del proceso evangelístico.
Asistencia de miembros:
Asistencia de visitas:
Para puntualizar:
1. ¿Qué cosas fueron sobresalientes?
2. ¿Qué cosas o métodos arrojaron buenos resultados?
3. ¿Qué métodos resultaron en un fracaso, y por qué?
4. Recomendaciones.
Bautismos
Número de campañas
públicas.
Miembros involucrados
Objetivo:
Avances etapa de COSECHA

23
INTRODUCCIÓN
Al principio, el rey Joacim era un vasallo (súbdito) de Egipto. Sin embargo,
más tarde Babilonia invadió la tierra, y Joacim cayó bajo el poder de los ba-
bilonios (2 Reyes 24:1). En ese momento Nabucodonosor llevó a Babilonia a
algunos jóvenes de la nobleza judía, juntos con algunos tesoros del templo.
El joven Daniel fue llevado a Babilonia en esta ocasión (Daniel 1:1-7). Estos
jóvenes debían ser entrenados para formar parte de la corte real del rey
de Babilonia. Esta práctica sirvió para mostrar el gran poder del Rey, para
preparar nuevos siervos para la corte y para tener rehenes judíos impor-
tantes (intentando prevenir la rebelión). Posiblemente en ese momento
Nabucodonosor tenía las intenciones de llevar también al Rey Joacim a
Babilonia (2 Crónicas 36:6-7) pero parece que cambió de opinión y lo dejó
por los momentos en Jerusalén.
Enseñar a nuestros hermanos(as) a involucrarse en la predicación del
evangelio y a sumarse a la causa de Dios, para así juntos cumplir Misión de
la iglesia.
Durante el tiempo del exilio, algunos judíos llegaron a tener puestos de
influencia en el Imperio de Babilonia.
Ellos dieron testimonio del Dios verdadero ante una gente pagana.
Daniel fue un judío que dio testimonio con valor aún ante los emperadores
babilónicos.
Daniel fue llevado cautivo a Babilonia, probablemente en el año 605 a. C.
con el primer grupo de judíos presos (Daniel 1:1-7). Daniel era un joven de
la nobleza.
I. LA HISTORIA DE LA MISIÓN DURANTE EL EXILIO
“En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor
rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió. Y el Señor entregó en sus manos a
Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo
a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del
tesoro de su dios” (Daniel 1:1-2).
DANIEL, CUMPLIENDO LA
MISIÓN EN EL EXILIO
Sábado 5 de junio

24
El rey de Babilonia mandó entrenar a Daniel y a otros jóvenes para que
formaran parte de su corte.
Al tener una corte multinacional de esta manera, el rey de Babilonia podía
jactarse de su poder y a la vez aprovechar de los talentos de esos jóvenes
para el bien de su imperio.
La misión de Dios en el Antiguo Testamento con Daniel en medio de un
imperio pagano, siguió fiel al Señor.
Daniel junto con sus tres amigos llegó a ser ejemplo de cómo el creyente
debe vivir en medio de un mundo incrédulo.
Daniel nació en el país de Judá donde casi todos supuestamente eran
creyentes. Sin embargo, en realidad muchas personas no seguían al Dios
verdadero. Luego, fue llevado al país de Babilonia donde casi todos no eran
creyentes. No estés con los brazos cruzados hay mucho por hacer, Dios
quiere que nosotros seamos fieles y grandes ganadores de almas.
Juntos con Dios cambiaremos la historia, solo necesitamos hombres y
mujeres como tú que nos unamos para cumplir la misión.
Cierto joven emprendió una caminata de aventura, al inicio no era fácil,
mientras gozaba de su paseo luego se presentó un percance, cayó en un
pozo allí todo magullado herido, y con mucho dolor, decía en su corazón
solo me queda morir; de repente alguien pasó por allí y observó las hue-
llas y se dio cuenta que alguien estaba hundido en ese pozo así decidió
ayudarle, lo sacó, curó sus heridas, lo alimentó y luego se hicieron grandes
amigos. Así es Dios cuando uno está en el pozo de la desesperación, Él
está dispuesto a sacarnos y llevarnos a un lugar mejor.
Algunos estudiosos dicen que hace años, los Estados Unidos era como
Judá. Casi todos se llamaban “cristianos” aunque muchos no siguieron de
verdad a Dios. Se dice que hoy en día, los Estados Unidos es como Babilo-
nia. Hoy en día, los cristianos están en la minoría, es por ello que necesita-
mos alzar la bandera y con el poder del Espíritu Santo predicar las buenas
nueva de salvación.
Daniel siempre fue justo, y por eso tenía que traer de vuelta al pueblo de la
cautividad como dice Proverbios 11:30 el fruto del justo es árbol de vida, y el
que gana almas es sabio. Somos como los entendidos que brillan como el
resplandor del firmamento, y los guiaron a muchos a la justicia (Daniel 12:3).
Daniel fue un ejemplo, nunca se amilanó, nunca se echó para atrás, tenía su
objetivo bien claro, salvar a miles de Judíos; como Jesús dijo: “Seguidme, y
II. LA HISTORIA PUEDE CAMBIAR CONTIGO
III. SER UN GANADOR DE ALMAS ES DEJAR HISTORIA
Aplicación:
Aplicación:

25
yo os haré pescadores de hombres” (Mateo 4:19).
Daniel es un ejemplo a seguir, un legado que tomar, él varias veces se puso
en el lugar de sus amigos, como dice el apóstol Pablo: “Porque aunque soy
libre de todos, de todos me he hecho esclavo para ganar al mayor número
posible” (1 Corintios 9:19).
Finalmente, Daniel quizás no tenía el libro de Santiago, pero él estaba total-
mente entregado a causa de Dios, fiel en cumplir la Misión como lo encon-
tramos en Santiago 1:12 “Bienaventurado el varón que soporta la tentación;
porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios
ha prometido a los que le aman”.
Un pastor oró por varios años para que su padre pueda entregar la vida a
Jesús, un día el pastor fue invitado a una semana de oración, así llegó de
sorpresa a la ciudad donde vivía su padre, inició una semana de predica-
ción, le hicieron una invitación especial a su padre, al inicio no aceptó, pero
el Espíritu Santo a media semana tocó su corazón y llegó esa noche al
sermón y el orador era su hijo, él hizo un llamado para él y su padre tocado
por el Espíritu Santo dijo: “Esta es mi oportunidad de entregar mi vida a
Jesús”, el padre y su hijo se abrazaron al final. Querido amigo así es Jesús,
Él nos está esperando con sus brazos abiertos y no dudemos en ir a Él.
Aplicación:
En la vida solo podemos contar historias fascinantes, pero hoy podemos
contar nuestra propia historia. Dios quiere que nosotros podamos cambiar
nuestra propia historia y esta es nuestra oportunidad. Finalmente hagamos
que nos recuerden en la historia como ganadores de almas.
Hoy es el día donde el Señor nos está llamando para anunciar las buenas
nuevas de salvación. ¿Te gustaría ser un instrumento de salvación para
otras personas? Levántate y dile “sí” a Jesús.
CONCLUSIÓN
LLAMADO
Pr. Arland Rivera
Evangelista MPS
Oremos

26
1. Evaluar los resultados obtenidos como fruto del trabajo en las etapas
anteriores del proceso evangelístico.
Asistencia de miembros:
Asistencia de visitas:
Para puntualizar:
1. ¿Qué cosas fueron sobresalientes?
2. ¿Qué cosas o métodos arrojaron buenos resultados?
3. ¿Qué métodos resultaron en un fracaso, y por qué?
4. Recomendaciones.
Bautismos
Número de campañas
públicas.
Miembros involucrados
Objetivo:
Avances etapa de COSECHA

27
INTRODUCCIÓN
Vivimos cada día asumiendo los acontecimientos proféticos y bíblicos más
acelerados, y para ello se requiere que la predicación del evangelio sea
entregada por todos los que nos llamamos discípulos de Cristo. Dios nos
coloca en esta hora a cada uno de nosotros y nos llama a trabajar para lo-
grar un cambio en nuestra iglesia. Y para cumplir este magno desafío Dios
usa a todos, no importando quiénes seamos ni de dónde vengamos. Dios
usó a ignorantes, a hombres y mujeres.
A través de la vida de Ester, hoy veremos lecciones de gran importancia.
De seguro seremos bendecidos por el poder de la Biblia.
Hoy saldremos a nuestros hogares de este lugar haciendo un compromiso
con Dios de permanecer firmes en medio de la crisis y valientes para la
predicación del evangelio ante cualquier dificultad que se nos presente.
Había una escena dramática en la situación de los judíos en Babilonia
desde el año 605 a. C. Durante un largo periodo hubo una interrupción en la
historia judía producido por el cautiverio. Los judíos continuaban en cauti-
verio, pero ahora bajo el dominio del imperio persa.
Comenzó una nueva crisis por la decisión de Amán al exterminar a los
judíos. Todo fue originado por la orden del rey Asuero, de que toda persona
se arrodille delante de Amán, como primer ministro del imperio. Y fue Mar-
doqueo, primo de Ester que decidió ser fiel a Dios, al no aceptar arrodillar-
se delante de Amán (Ester 3:2).
Amán llega a descubrir a Mardoqueo que no se arrodilla delante de él y eso
lo llenó ira. El abierto desafío de Mardoqueo, manifestado osadamente en
I. EN UNA HORA DE CRISIS
“Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no
comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas
ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea confor-
me a la ley; y si perezco, que perezca” (Ester 4:16).
ESTER, LLAMADA
PARA ESTA HORA
Sábado 3 de julio

28
la misma puerta del palacio, no podía significar sino una cosa para Amán:
¡conspiración! O por lo menos así lo interpretó Amán. Mardoqueo justifica-
ba su accionar por la adoración que tiene a Jehová por ser judío, entonces
todos los que compartían su creencia debían ser implicados: “Procuró
Amán destruir a todos los judíos que había en el reino de Asuero” (vs 6).
Mardoqueo le manda a decir a Ester: “¿Y quién sabe si para esta hora has
llegado al reino?” (4:14).
Al reconocer la situación de crisis. Ester pide que el pueblo se una para
clamar a Dios. Ester sintió la necesidad de estar segura de que su pueblo
compartía con ella la responsabilidad que ella le correspondía en primer
lugar. Ester sabía cómo era su Dios. El Dios de las cosas difíciles. Pero para
ello debía pedir a Dios para que se haga su voluntad, no solo el pueblo, sino
que ella debía consagrarse (Ester 4:16).
Ester nos enseña que, para enfrentar un desafío evangelístico, como el que
ella iba a afrontar debía existir un grupo valeroso de oración.
Bajo la obra del Espíritu Santo, aun los más débiles, ejerciendo fe en Dios,
aprendían a desarrollar las facultades que les habían sido confiadas y
llegaron a ser santificados, refinados y ennoblecidos. Mientras se sometían
con humildad a la influencia modeladora del Espíritu Santo, recibían de la
plenitud de la Deidad y eran amoldados a la semejanza divina.
En el tiempo de Ester se vivió un momento de crisis, en nuestro tiempo
también pasamos una hora de crisis de principios. Donde nuestra fe está
puesta en prueba. Mardoqueo fue firme en no defraudar a Dios.
¿Estás decidido a ser firme en medio de la crisis? ¿Crees que Dios te ha
llamado para esta hora?
En medio de la crisis es necesario buscar a Dios, cuando hay grandes desa-
fíos es necesario que Dios sea la prioridad en nuestros planes.
¿Estás dispuesto a colocar a Dios en primer lugar ante un gran desafío?
Ester una vez que sabe que todo el pueblo se ha unido en oración, que ha
permanecido en ayuno, se siente preparada, con claridad mental, lista a
recibir la voluntad divina y a cooperar inteligentemente con Dios.
“... entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si
perezco, que perezca” (Ester 4:16). Solo la fortaleza del poder de la oración,
elevada hacia Dios logra que tengamos fortaleza en los momentos decisivos.
Ester estuvo dispuesta a ponerse en las manos de Dios, a pesar del peligro
inminente de muerte. Dispuesta para salvar a su pueblo, así como lo hizo
Jesús en la cruz.
II. UNA HORA DE CRISIS REQUIERE DEL PODER DE DIOS
III. UNA HORA DE CRISIS REQUIERE PREPARACIÓN
Aplicación:
Aplicación:

29
Ester es un ejemplo de asumir con valentía y confianza a Dios los desafíos
personales y, sobre todo, como era en este caso, dependía la vida de un
pueblo. ¿Te gustaría tener la fortaleza espiritual de una Ester que movilice
a todo un pueblo a una causa, a cumplir la misión?
Aplicación:
Afrontamos en muchos episodios de nuestra vida o de la iglesia, momen-
tos de crisis que debemos tener la aptitud para levantar en alto nuestra
fe. Ester fue llamada para un momento crucial en la historia de su pueblo,
ahora Dios te está llamando para afrontar una hora de crisis similar contra
el pecado, ¿estás dispuesto a afrontarlo?
El siguiente paso en la crisis que vivió el pueblo de Ester fue de pedir la
dirección de Dios, logrando que su pueblo se una en oración. Debemos
movilizar a la iglesia colocando a Dios en primer lugar.
Ahora debemos permitir que Dios nos utilice como instrumentos para
cumplir la misión.
Ester fue llamada para afrontar con valentía una hora de crisis en su
pueblo. Ahora te pregunto: ¿Tú estás decidido a afrontar con humildad,
consagración y valentía en esta época la predicación del evangelio para
cumplir la misión?
CONCLUSIÓN
LLAMADO
Pr. Gino Pomacaja
Evangelista MSOP
Oremos
1. Lograr que los nuevos bautizados se integren a la familia de Dios y
permanezcan fieles hasta su venida.
Visitación a nuevos
conversos.
Talleres nacidos para
ser MV.
Clases Post Bautismal.
Congresos para nuevos
bautizados.
Objetivo:
Etapa de discipulado

Sábado 7 de agosto
INTRODUCCIÓN
30
JUAN EL BAUTISTA, PREPARANDO EL
CAMINO PARA LA VENIDA DE CRISTO
“En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,
y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”
(Lucas 15:21).
La Biblia dice que él fue elogiado por Cristo cuando dijo: “De cierto os digo:
Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el
Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él”
(Mateo 11:11). Sin duda alguna, Juan el Bautista tiene lecciones grandes
que todo adventista debe conocer a fin de tener la misma pasión para el
cumplimiento de la misión.
A través de Mateo 3:1-6 conoceremos cinco lecciones que hicieron de Juan
el Bautista, un evangelista poderoso, que preparó el camino para la venida
de Cristo.
El nacimiento de Juan fue un milagro. Sus padres no podían tener hijos,
pero en su vejez, un ángel del Señor se le presentó a Zacarías para decirle
que sería padre de un niño y que le podría de nombre Juan. El ángel de
Dios le dijo todo lo que este niño haría en su vida, y cómo debían criarlo
(Lucas 1:5-17).
El ángel de Dios le dijo: “Y hará que muchos de los hijos de Israel se con-
viertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder
de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los
rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo
bien dispuesto” (Lucas 1:6,17). Zacarías no podía creer que en su vejez se
convertiría en padre y a causa de su incredulidad se quedó mudo hasta el
día en que Juan nació.
La llegada de Juan el Bautista, no fue casualidad. Dios no había hablado
I. EL LLAMADO: “EN AQUELLOS DÍAS SE PRESENTÓ JUAN, EL
BAUTISTA” (VS 1)

31
a su pueblo a través de un profeta por 400 años. La última vez que habló
un profeta fue en el Antiguo Testamento: “He aquí, yo os envío el profeta
Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el
corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los pa-
dres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición” (Malaquías 4:6).
Con el anuncio de la llegada de Juan el Bautista a Zacarías, Dios rompe su
silencio.
II. LA MISIÓN: “EN AQUELLOS DÍAS SE PRESENTÓ JUAN, EL
BAUTISTA PREDICANDO” (VS 1)
Todo llamado implica una misión. No hay llamado sin misión. El que
entiende que fue llamado por Dios, entonces, aceptará la misión que se le
encomienda.
1. “Se presentó”. – Del griego paragínetai que se traduce como “vino,
llegó, apareció, se presentó”. Implica la presentación de un oficial o
alguien que es enviado por un rey. Es alguien que viene en ayuda (1
Timoteo 4:16).
2. “Predicando”. – Del griego kerusson que se traduce como “proclaman-
do, predicando”. Esta era una labor que lo hacían los heraldos de un
reino. El heraldo tenía que proclamar el mensaje “a voz en cuello” por-
que su mensaje viene de su REY. Así, un heraldo (1) anunciaba que el
rey estaba por venir, y (2) preparaba el camino para la llegada del rey.
La misión de Juan el Bautista era una misión especial. Él se presentó como
un heraldo de Dios. Tenía una misión clara: Preparar el camino de Cristo.
No haría otra cosa en su vida. Él nació para cumplir esa misión: SER HE-
RALDO. El heraldo no es un embajador, no representaba a Cristo, sino que
preparaba el terreno.
Tú eres la respuesta a muchas oraciones de alguien que quizás jamás
conociste. ¿Quién oró por ti? Hay historias de madres orando por sus hijos
rebeldes años tras años. Hay historias de esposas orando por sus esposos
incansablemente. Es posible que por ti haya orando alguien. Tus abuelos,
tus bisabuelos, tus tatarabuelos; quizás suene extraño, pero así es. No
naciste por casualidad. Tu nacimiento es la respuesta de Dios a alguien.
La peor tragedia del ser cristiano es olvidarse de su llamado. Dios nos
llamó desde el vientre de nuestras madres. No somos producto de la ca-
sualidad. Somos llamados por Dios. Pablo diría: “Llamado por Dios y no por
hombres” (Gálatas 1:1). El que olvida quién los llamó, olvida a dónde quiere
llevarlo Dios.
Aplicación:

32
El mensaje de Juan el Bautista no era el suyo. Su mensaje venía directa-
mente de Dios. Él era un heraldo. Los heraldos no dicen sus opiniones sino
dicen lo que su rey les daba como mensaje. ¿Y cuál era el mensaje que
Dios le dio a Juan? ARREPIÉNTANSE.
La palabra griega que Lucas usa es metanoeite que se traduce como
“cambio de vida, cambio de dirección, volver al camino correcto”. Ese era
el mensaje de Juan el Bautista. Los israelitas creían que así como estaban
serían salvos. Ellos creían que estaban a cuentas con Dios por causa de ser
hijos de Abraham. El mensaje de Juan el Bautista era impopular para los
judíos. El mensaje era duro para los corruptos.
Algunos pueden creer que Juan el Bautista era un loco e implacable al
momento de hablar. Aunque Juan denunciaba los pecados de las perso-
nas, Juan tenía amor por las personas. Sus mensajes llevaban lágrimas
de alguien que les anuncia las verdades con amor porque quiere que las
personas sean salvas y no se pierdan en su pecado.
Fuimos llamados para ser heraldos de Cristo. No fuimos llamados para
hacer otra cosa como discípulos de Cristo que no sea preparar el terreno,
preparar el camino para la segunda venida de Cristo.
A veces podemos sentirnos tentados a hacer nuestra voluntad, hacer lo
que creemos que es correcto en la iglesia cuando Dios nos mandó a hacer
algo: PREPARAR CAMINO PARA LA VENIDA DE CRISTO.
Fuimos llamados no solo a bautizar sino a DISCIPULAR. Es decir, fuimos
llamados a preparar a un pueblo para el encuentro con su SEÑOR.
¿Qué estamos predicando? Necesitamos predicar de la santidad en Cristo.
Necesitamos predicar el mensaje completo. Dios es amor, pero también es
justicia y sino nosotros persistimos en nuestro error, un día seremos juz-
gados de todo lo que hacemos. El mensaje que Juan el Bautista predicaba
era el mismo que Cristo predicaba (Mateo 4:17) y también los apóstoles
luego (Hechos 2:38).
“En su misión, el bautista se había destacado como intrépido reprensor de
la iniquidad, tanto entre los encumbrados como entre los humildes” (El De-
seado de Todas las Gentes, p. 186). Por eso la Biblia dice: “Y muchos venían
a él, y decían: Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan
dijo de éste, era verdad” (Juan 10:41). Prediquemos siempre la verdad,
aunque se desplomen los cielos.
III. EL MENSAJE DECÍA: “ARREPIÉNTANSE” (VS 2)
Aplicación:
Aplicación:

33
¿Qué es lo que motivó a Juan el Bautista a vivir una vida extraordinaria
como un evangelista de Cristo? Simple. La venida de Cristo. El reino de los
cielos. Jamás entenderemos la urgencia de cumplir la misión hasta que
lleguemos a amar la segunda venida de Cristo.
Juan predicaba así porque CRISTO VENÍA PRONTO. Ese es el mensaje ad-
ventista. Es por ello que somos llamados: IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉP-
TIMO DÍA porque nosotros creemos en la segunda venida de Cristo. Ese
mensaje y motivo está en nuestro ADN como iglesia. Los pioneros vivieron
intensamente el ministerio porque creyeron que Cristo venía pronto.
¿Te imaginas al predicador Juan el Bautista? En nuestros tiempos pro-
bablemente no sería invitado a las iglesias más prestigiosas de nuestra
ciudad. Yo creo que muchos pensaríamos que se trata de un fanático o
un hermano con problemas espirituales y mentales. No obstante, Dios le
usó como instrumento y de esta forma porque quería enseñarnos algo: Su
vestimenta y su alimentación nos querían decir que el evangelismo es una
obra 100% espiritual y misionera.
Él no vestía de trajes caros ni tenía una movilidad decente. No. Él era un
hombre que literalmente aplicaba lo que Jesús mismo vivía y decía de sí
mismo: “Y Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo
nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza” (Mateo
8:20). Y cómo dijo que cumplamos la misión: “No llevéis bolsa, ni alforja, ni
calzado; y a nadie saludéis por el camino” (Lucas 10:4). Y la Biblia dice: “Y
salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda provincial alrededor del Jordán”
(Mateo 3:5).
El 01 de octubre de 1860, David Hewitt, conocido como “el hombre más
honesto de Battle Creek” propuso el nombre IGLESIA ADVENTISTA DEL
SÉPTIMO DÍA en un congreso de la iglesia. Votaron y ese fue el nombre que
quedó para la iglesia. El nombre de nuestra iglesia ya es un estudio bíblico.
Los pioneros vivían el ministerio y el evangelismo de un modo extraordina-
rio. Todo lo que tenían lo invertían en la predicación del evangelio porque
creían que Cristo volvería pronto. ¿Y tú? ¿Crees que Jesús viene pronto?
No es la presencia del predicador o del evangelista. No es el apellido ni la
oratoria. No son las capacidades del evangelista. La misión es 100% espiri-
IV. EL MOTIVO: “PORQUE EL REINO DE LOS CIELOS ESTÁ CERCA”
(VS 2)
V. EL INSTRUMENTO: “LA ROPA DE JUAN ESTABA HECHA DE
PELO DE CAMELLO. LLEVABA PUESTO UN CINTURÓN DE CUERO
Y SE ALIMENTABA DE LANGOSTAS Y MIEL SILVESTRE” (VS 5)
Aplicación:
Aplicación:

34
tual. Juan, a pesar de su vestimenta y su alimentación cautivaba a miles de
personas que eran bautizadas por él mismo. No podemos pretender hacer
una obra poderosa si es que no somos espirituales. ¿Qué es lo que anhelas
en la vida? Juan, anhelaba terminar la obra que le había sido encomendada.
Juan el Bautista vivía un ministerio intenso y trabajaba como si fuera a
morir porque creía que Jesús vendría pronto. Juan el Bautista murió joven.
A los 31 años aproximadamente falleció asesinado por causa de la misión.
Él se convirtió en el primer mártir de Cristo. Su vida es un ejemplo de cómo
se hace la obra, de cómo se cumple la misión.
Si tú quieres ser como Juan el Bautista fue, entonces debes vivir la misión
recordando cada día tu llamado, tu misión, tu mensaje y el motivo del
porqué debes cumplir la misión. Cristo es el motivo. Hoy es el día. Renue-
va tu compromiso con Cristo. Vamos juntos a amar, anunciar, apresurar y
aguardar la segunda venida de Cristo.
CONCLUSIÓN
LLAMADO
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
Evangelista UPS
Oremos
1. Evaluar los avances de las metas de discipulado propuestas.
conversos.
ser MV.
bautizados.
Objetivo:

35
INTRODUCCIÓN
El Nuevo Testamento conserva por lo menos cinco de sus declaraciones
sobre la Gran Comisión: Mateo 28:18 al 20, Marcos 16:15, Lucas 24:47-49,
Juan 20:21 y Hechos 1:5 al 8. Juntas, constituyen la más grande asig-
nación dada alguna vez a los cristianos. Entre los mandatos, estaba la
estrategia geográfica para el alcance misionero: desde su base en Jerusa-
lén hacia Judea y a Samaria, y hasta los confines del mundo. Los discí-
pulos tomaron esta orden con seriedad y se dispusieron a cumplirla. Esta
estrategia geográfica se destaca en la obra misional de Felipe el Evange-
lista. Según Hechos 8, su obra se extendió más y más lejos, a medida que
pasaba el tiempo.
¿Quién era Felipe el Evangelista? ¿qué nos dice la Palabra de Dios acerca
de él y de la obra que hizo durante los primeros días de la iglesia? ¿cómo
el Espíritu Santo lo indujo a ser un gran misionero? eso es lo que veremos
hoy, ¿estás preparado?
Los mandatos de Cristo en relación con la misión que comisionó a sus dis-
cípulos que cumplieran tenían un diseño geográfico distintivo. Debían co-
menzar en Jerusalén, seguir en Judea y Samaria, y finalmente llegar hasta
los confines de la Tierra (Hechos 1:8). Las actividades misioneras de Felipe
siguieron esta progresión geográfica prescrita a la perfección. Comenzó su
ministerio en Jerusalén como miembro del equipo de siete hombres que se
encargaban de las necesidades materiales de los creyentes, permitiendo
a los apóstoles tiempo para concentrarse en la predicación del evangelio
(Hechos 6:2-5).
Luego del apedreamiento de Esteban y la persecución subsecuente en
I. UN MISIONERO GUIADO POR EL ESPÍRITU
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,
y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra” (Hechos 1:8).
FELIPE, EL MISIONERO GUIADO
POR EL ESPÍRITU SANTO
Sábado 4 de septiembre

36
Hay muchas lecciones valiosas que podemos aprender de los esfuerzos
evangelizadores de Felipe: (1) estaba lleno del Espíritu Santo; (2) cuando
era necesario, estaba dispuesto a tener un rol secundario, para que otros
pudieran concentrarse en la predicación del evangelio; (3) estaba atento al
liderazgo del Espíritu Santo mientras compartía su fe; (4) estaba dispuesto
a ir adonde el Espíritu lo guiara; (5) tenía el poder del Espíritu para hacer
milagros, como parte de su ministerio; (6) predicó el evangelio en todos los
lugares que fue; y (7) se orientó en predicar de Cristo.
Cuando Cristo comisionó a los discípulos a predicar a los gentiles, su in-
tención era que salieran de Jerusalén y esparcieran el evangelio por todos
lados. Pero parece que los discípulos rechazaban dejar su zona de comodi-
dad. Había peligro de que los discípulos permanecieran demasiado tiempo
allí, desatendiendo la comisión del Salvador de ir a todo el mundo.
En esta experiencia de Felipe y el etíope está presentada la obra a la cual
Dios llama a su pueblo. El etíope representa a cierta clase numerosa de
personas que necesitan misioneros como Felipe, misioneros que oigan la
voz de Dios y vayan adonde él los mande. Hay personas en el mundo que
leen las Escrituras, pero que no pueden entender su significado. “Oracio-
nes, lágrimas e interrogaciones brotan de las almas anhelosas de luz, en
súplica de gracia y de la recepción del Espíritu Santo. Muchos están en el
umbral del reino esperando únicamente ser incorporados en él” (HAP, p.
89). “Este etíope era hombre de buena posición y amplia influencia. Dios
vio que, una vez convertido, comunicaría a otros la luz recibida y ejercería
poderoso influjo en favor del evangelio [...]. Por el ministerio del Espíritu
Santo, el Señor lo puso en relación con quien podía conducirlo a la luz”
(ibid. p. 88). “Si Felipe hubiera dejado al eunuco con su caso pendiendo en
la balanza, es posible que nunca hubiera aceptado al Salvador. Los ánge-
Jerusalén, muchos de los creyentes huyeron a las regiones de Judea y
Samaria, predicando la palabra en cada lugar que pasaban (Hechos 8:1, 4).
Felipe fue parte de esta difusión del evangelio: “Felipe bajó a una ciudad
de Samaria y les anunciaba al Mesías” (vs 5). Las personas respondían
positiva y gozosamente a lo que él decía porque no solo proclamaba el
evangelio, sino también, a través del poder del Espíritu Santo, hacía mu-
chos milagros, sanando a los enfermos y echando fuera demonios (vs 6-8).
Como resultado, muchos hombres y mujeres fueron bautizados (vs 12).
Siguiendo las instrucciones de un ángel, continuó su camino hacia el sur, a
Gaza, donde se encontró con el etíope (vs 26, 27). Luego, fue transportado
por el Espíritu a Azoto; “y se fue predicando el evangelio en todos los pue-
blos hasta que llegó a Cesárea” (vs 39, 40).
II. COMPARTE LA VISIÓN
Aplicación:

37
les malvados estaban esperando su oportunidad a fin de [...] desviar de la
verdad la mente que acababa de ser despertada”.
Los mensajeros del Señor deben estar completamente consagrados a su
servicio, para que puedan comprender con presteza la labor que deben
realizar. Como sabios mayordomos, deben tomar ventaja de cada circuns-
tancia que se presenta para enseñar la gracia de Dios y conducir a las
personas a Cristo.
Felipe, el misionero, fue la primera persona nombrada para predicar el
evangelio a los gentiles. Antes de ese momento, el evangelio era predicado
a los judíos (Mateo 10:5, 6).
Felipe fue un misionero influyente y persuasivo. Él fue quien reclutó a Nata-
nael, haciendo que Jesús revelara que de manera sobrenatural había visto
a Natanael sentado bajo la higuera antes de que Felipe lo llamara (Juan
1:48). Felipe era un hombre honesto. Tenía una buena reputación como
diácono, y era conocido por los miembros de la iglesia y la comunidad en
general. Constantemente hablaba y caminaba con el Señor. Vivió su vida
como un libro abierto y, como tal, fue identificado como un hombre lleno
del Espíritu Santo.
Felipe era sabio, pero humilde: dos requisitos para ser un diácono. Comen-
zó su ministerio esperando. Luego se mudó a Samaria, a un vecindario en
el que vivía un grupo de personas mitad judías, mitad gentiles. La historia
muestra que los judíos tenían poco contacto con estas personas, pero Feli-
pe decidió demostrar verdadero amor cristiano trabajando por alcanzarlos.
Felipe fue diligente en su trabajo en Samaria, y su predicación fue muy
exitosa (Hechos 8:5-8).
Cuando la persecución de la iglesia obligó a Felipe a ir a Samaria, aprove-
chó la oportunidad para testificar de su Señor. ¿Cómo crees que responde-
rías si una persecución te obligara a huir de tu hogar a otro país?
Dios también eligió a Felipe para que ministrara ante un oficial de alto
rango en la corte de Candase, la reina de Etiopía. ¿Puedes imaginar tener
la oportunidad de testificar ante una persona así? Cuando aceptamos el
llamado de Dios, ¡debemos estar preparados para vivir aventuras! ¿Qué
“etíopes” deben ser alcanzados hoy por el evangelio?
III. SER UN MISIONERO... ¿PARA QUIÉN?
Aplicación:
Aplicación:

38
¿Qué consuelo encontramos en la forma en que Dios actuó en la vida de
Felipe para equiparlo y de esa manera afrontar nuevos desafíos misiona-
les? ¿Cómo podemos confiar en su poder en vez de confiar en nuestras
habilidades? Felipe, el fiel seguidor de Jesús, entró en una vida emocionan-
te de servicio misionero que nunca pudo imaginarse. Huyó por la persecu-
ción, confrontó a un hechicero, predicó a incrédulos, echó fuera demonios,
testificó a un alto funcionario de la corte real etíope, y descubrió lo que
significaba ser sorprendido cada día por la conducción del Espíritu Santo.
Dios quiere que esa sea nuestra vida también. ¿Qué te puede estar impi-
diendo ser un misionero guiado por el Espíritu Santo?
¡Cuántos tendrá Dios en los pueblos, en las ciudades, en las fábricas, en las
empresas que necesitan de un Felipe, de oído abierto y obediente al Espíri-
tu, para que se transformen en “puertas” que dejen pasar el conocimiento
de Dios y su palabra!
Felipe pudo no haber sido un apóstol, o famoso como Pablo, pero fue un
predicador dedicado y efectivo. Nosotros también podemos, y debemos ser
obreros dedicados y efectivos para el Señor (2 Timoteo 2:15, 24-25; 4:1-5).
¿Está usted haciendo todo lo que puede?
CONCLUSIÓN
LLAMADO
Pr. Daniel Solano
Evangelista APC
Oremos
1. Evaluar los resultados de todo el proceso evangelístico
conversos.
ser MV.
bautizados.
Objetivo:

Todos son llamados a cumplir la misión
39
INTRODUCCIÓN
Empezaremos el mensaje de hoy dejando en claro dos grandes verdades a
la luz de la Biblia:
En primer lugar, la misión es una tarea que debe ser realizado por todos y
para todos. Niños, jóvenes y adultos, todos estamos llamados a salir a pro-
clamar las buenas nuevas de Cristo. Entonces, todos, independientemente
de la edad, el sexo, el estatus social y el cargo en la iglesia, todos tenemos
que cumplir una misión.
En segundo lugar, estamos viviendo tiempos difíciles en todos los aspectos
de la vida. Predicar el evangelio, se ha convertido un verdadero desafío en
muchos lugares y, aunque hay lugares donde aún existe libertad de culto
o fe, predicar según la Biblia puede convertir al predicador en un cucufato,
retrógrada y hasta un fanático. Esto solo nos indica que estamos viviendo
los tiempos finales de la historia de la humanidad.
Entonces, la misión debe cumplirse a través de todos, y en todo tiempo.
No hay discusión en esto. No estamos llamados a predicar solo en tiempos
de bonanza y de paz. No. Pablo diría que fuimos llamados para predicar “a
tiempo y fuera de tiempo” (2 Timoteo 4:2).
La Biblia dice que había un díacono evangelista. Sí, no leímos mal. No era
un anciano o un pastor, sino un diácono. De seguro ya pensaste en Esteban
como uno de los diáconos de tu iglesia. Aunque la Biblia y el Manual de
Iglesia presentan y recomiendan cuál debe ser el perfil de un diácono, se
puede observar con frecuencia que en no pocas de nuestras iglesias la
realidad es muy distinta. En alguna oportunidad, un hermano muy capaz y
con lindas cualidades fue propuesto para ser diácono. Tristemente, aquel
hermano no aceptó ser diácono, porque consideraba que era un cargo muy
“insignificante” para lo que él podía dar. ¿Será por ello que algunas iglesias
nombran a diáconos muy distantes al ejemplo bíblico?
“Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba”
(Hechos 6:10).
ESTEBAN, CUMPLIENDO LA MISIÓN
EN TIEMPOS DIFÍCILES
Sábado 2 de octubre

40
Al leer la historia de Esteban (Hechos 6:1-8), podemos notar que realmen-
te era un hombre de Dios, que nos enseña a través de su vida, lecciones
para todos nosotros, para toda la iglesia. ¿Por qué fue apedreado Esteban?
¿Qué es lo que hizo para morir apedreado? ¿Cómo así se convirtió en el
primer mártir de la iglesia cristiana?
De seguro te quedaste pensando en Esteban como un diácono de la iglesia
a la cual asistes. Pues bien, acá hay una lección grande: Todos los cargos y
responsabilidades en la iglesia requieren hombres llenos del Espíritu San-
to. Imagínate, Esteban era un diácono. Esto lo digo de manera intencional
porque se ve con frecuencia que al menos capacitado o menos habilidoso
en la iglesia se le nombran como diáconos.
No sé qué cargo tengas. A lo mejor eres un anciano, director de jóvenes,
conquistadores, el director de cantos o el asociado de algún departamento,
no importa. Dios espera de nosotros personas llenas del Espíritu Santo
para cumplir la misión.
El evangelismo es un asunto espiritual. Entender esta verdad al tratar el
tema de evangelismo es vital. El evangelismo se puede hacer con talentos,
con estrategias, tácticas y astucia, pero jamás podrá tener una relevancia
como tal, porque es el poder del Espíritu Santo quien obrará en los corazo-
nes de las personas que escuchan el evangelio.
Claramente Dios eligió a Esteban porque sabía que era un hombre espi-
ritual, la Biblia dice: “LLENO DEL ESPÍRITU SANTO”. Esto es categórico.
Dios llama a hombres y mujeres que sean espirituales para hacer una obra
espiritual.
Los talentos y capacidades son importantes, influyen, pero no determinan
en una obra misionera o evangelística.
No podemos quedarnos en las cuatro paredes del templo. Hay cristianos
que piensan que solo fuimos llamados para trabajar en el templo. Salen
del templo al despedir el sábado y algunos parece que se olvidan de que
II. EVANGELISTA EN EL PUEBLO: “Y ESTEBAN, LLENO DE GRA-
CIA Y DE PODER, HACÍA GRANDES SEÑALES Y PRODIGIOS EN
EL PUEBLO” (VS 8)
I. LLENO DEL ESPÍRITU SANTO: “BUSCAD, PUES, HERMANOS,
DE ENTRE VOSOTROS A SIETE VARONES DE BUEN TESTIMONIO,
LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO Y DE SABIDURÍA, A QUIENES EN-
CARGUEMOS DE ESTE TRABAJO” (VS 3).
Aplicación:

41
son adventistas y se acuerdan de que lo son a la puesta del sol del viernes
próximo.
Los cristianos somos llamados a ser adventistas las “25 horas del día, 8
días de la semana y 32 días del mes”. En otras palabras, todo tiempo y a
toda hora.
Esteban, como diácono, pudo quedarse en el templo, haciendo lo que le
dijeron que haga, sirviendo a las viudas, enfermos, etc. Pero Esteban hacía
más... era un evangelista. Es que debemos entender que fuimos llamados
para ser evangelistas, misioneros en todo tiempo y lugar.
¡Cuánto nos falta aprender! Eres un anciano, pero debes ser evangelista...
eres líder de jóvenes, pero debes ser evangelista... Eres una directora de
aventureros, eres un evangelista... Eres el pianista de la iglesia, eres un
evangelista... Eres el director del coro o de los niños, ustedes son evange-
listas ¡No basta ser adventista, hay que ser evangelista!
Cuando leemos la historia de Esteban, podemos ver con mucha dificultad la
vida de un diácono si lo comparamos con la visión de algunos que cono-
cemos en el templo al cual asistimos probablemente. Porque ahora los
diáconos en su mayoría, quizás no de esta iglesia, pero de otras, solo se
concentran en las labores de servicio y limpieza.
Era Esteban un poderoso evangelista que logró llevar a Jesús a muchos de
los sacerdotes judíos. Esteban no era un apóstol, pero era un evangelista.
El evangelismo era como sangre que corría por sus venas. No se intimidó
ante los sacerdotes, sino que con poder les predicó y evangelizó.
Esteban pudo convertir hasta a sacerdotes porque era un hombre prepara-
do. Y acá debemos reflexionar un poco. Hay quiénes creen que la prepara-
ción debe ser un tema solo para ancianos y pastores. No. La Biblia nos da
ejemplo claro en Esteban un hombre preparado. No hay discusión en este
punto. Esteban no solo hablaba por hablar, sino que lo hacía con propiedad
y autoridad a tal punto que, hasta sacerdotes, hombres preparados, acep-
taban el evangelio.
III. EVANGELISTA EN LAS IGLESIAS: “AUMENTABA GRANDEMEN-
TE EN JERUSALÉN; TAMBIÉN MUCHOS DE LOS SACERDOTES
OBEDECÍAN LA FE” (VS 7)
IV. FUE ACUSADO INJUSTAMENTE: “ENTONCES SOBORNARON A
UNOS PARA QUE DIJESEN QUE LE HABÍAN OÍDO HABLAR PALA-
BRAS BLASFEMAS CONTRA MOISÉS Y CONTRA DIOS [...] Y PUSIE-
RON TESTIGOS FALSOS” (VS 11, 13)
Aplicación:
Aplicación:

42
Cuando un hombre es fiel a Dios y a sus principios debe estar preparado
para recibir las injusticias más grandes del mundo. Esteban fue acusado
con una serie de mentiras. El enemigo jamás estará tranquilo cuando hay
hombres que predicar la Palabra con el poder de Dios y ganan a personas
para Cristo.
Ante el Sanedrín, los falsos testigos presentaron acusaciones falsas. Pro-
bablemente bajo juramento y con más mentiras adicionales lograron que
los líderes religiosos tengan “pruebas” para juzgarlo.
Quizás estoy hablando para una persona que a causa de su fe experimentó
las pruebas más duras de la vida. ¡Ánimo en el Señor! Tienes que saber
que esas cosas y peores les tocará pasar a quiénes predican el evangelio
obedeciendo el mandato de Jesús.
Con frecuencia se escucha decir a algunas iglesias en la actualidad: “Su
sermón fue muy duro... debemos predicar más suave...”. La verdad es la
verdad. El predicador o el evangelista debe predicar con amor, pero siem-
pre con la verdad. Hay cristianos que no les gusta que se les predique con
la verdad. Prefieren mensajes “suavecitos”, mensajes pobres llenos de ri-
sas y carcajadas que son atractivos pero que no transforman. Y cuando hay
un mensaje como la de Esteban los catalogan como “extremistas”, “duros”,
“legalistas”. ¿Qué prefieren? ¿La verdad o la mentira?
Un predicador y evangelista debe predicar la Biblia, nada más, y nada me-
nos. No fuimos llamados a predicar otro mensaje sino el inspirado por Dios
a través de la Biblia y el Espíritu de profecía. Y Esteban hizo eso.
Esteban fue muy franco con ellos, no anduvo con rodeos. Él les dijo que
eran tercos, que eran incircuncisos de corazón y de oídos, que siempre
estaban resistiendo al Espíritu Santo. Los acusó de ser asesinos y traidores
de los justos, al igual que sus antepasados antes que ellos. Su franqueza
ante el tribunal no cayó bien a estos líderes, ni a sus acusadores, y cierta-
mente a la gente que se había levantado en su contra.
V. PREDICÓ LA BIBLIA: “OYENDO ESTAS COSAS, SE ENFURE-
CÍAN EN SUS CORAZONES, Y CRUJÍAN LOS DIENTES CONTRA
ÉL” (7:54)
Aplicación:
Aplicación:
¿Por qué fue apedreado Esteban? Simple. Porque era un hombre de Dios.
Jesús dijo que “no hay profeta con honra en su propia tierra” (Marcos 6:4).
¿Qué estamos esperando como evangelistas? ¿Honra, invitaciones, aplau-
sos, palmadas? Juan el Bautista era un predicador grande, un evangelista
poderoso y ¿cómo terminó?
Cada vez que me pongo ante un púlpito, en un auditorio, plaza, local, igle-
sia, carpa siempre pienso antes y le pido a Dios que no sea yo quien hable
CONCLUSIÓN

43
sino Él a través de mí. Yo soy tan débil. Me equivoco, ignoro tantas cosas...
pero la Biblia NO, la Palabra de Dios jamás...
Estamos viviendo en tiempos difíciles. Aún hay libertad para predicar el
evangelio, al menos acá lo podemos hacer, pero eso no quiere decir que las
cosas sean fáciles. Hoy, desde distintas plataformas, movimientos leja-
nos a la Biblia promueven temas que van en contra de la Biblia y si algún
cristiano opina como Dios habla, es catalogado muchas veces como un
fanático y anticuado. No es fácil predicar. Sin embargo, en Esteban vimos
que debemos hacerlo a pesar de ello. Podemos tener un mensaje impopu-
lar, pero es lo que la Biblia nos llamó a hacer.
Esteban no insultó a las personas, no. Les habló con amor, pero les habló
la verdad. No fuimos llamados a insultar o a ofender a las personas, sino
a predicar de Cristo, perdicar el evangelio completo, verdadero, la verdad
presente con amor.
¿Quién eres tú? No importa quién seas, tenemos un compromiso grande
de hablar de Cristo. Tenemos que salir y hablar de las buenas nuevas, con
Biblia en mano.
LLAMADO
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví
Evangelista UPS
Oremos
1. Reorganizar las fuerzas de movilización laica y capacitar a cada miem-
bro para el involucramiento en la misión.
2. Preparar espiritualmente a la iglesia.
3. Equipar a los MV para que tengan los materiales necesarios para la
tarea misionera.
4. Identificar el territorio en donde se piensa trabajar a través de los GP.
Número de estudios bíblicos.
Número de instructores bíblicos.
Número de parejas misioneras.
Número de grupos pequeños.
Número de actividades de acer-
camiento a la comunidad.
Objetivo:
Etapa de preparación

Sábado 6 de noviembre
INTRODUCCIÓN
44
PABLO, PREDICANDO A LOS GENTILES
“El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar
mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel”
(Hechos 9:15).
El arresto y matanza de los cristianos eran, hablando figuradamente, el
aire que respiraba Saulo. Los pueblos semíticos a menudo asociaban con el
aliento la emoción causada por la ira. La imagen es de un hombre, enojado
y violento, absolutamente convencido de su propia justicia. Saulo fue a la
ciudad de Damasco para arrestar a los creyentes que habían huido allí y
traerlos de vuelta en cadenas a Jerusalén para castigarlos.
La conversión de Pablo cuando él estaba camino a Damasco también
representó su llamado a servir como misionero a las naciones. El celo del
perseguidor se había intensificado. Estaba dispuesto a llegar a cualquier
extremo para arrancar de raíz la odiada enseñanza. Pablo lo reconoció
posteriormente (Hechos 22:4; 26:9-11).
El foco en la misión de Pablo a los gentiles en el Nuevo Testamento es muy
significativo pues en “el cumplimiento del tiempo” el Señor levantó a Pablo
como el teólogo de la nueva labor misionera. Pablo fue teológicamente
entrenado como fariseo, y por consiguiente tenía un profundo conocimiento
del Antiguo Testamento.
Saulo odiaba a los discípulos del Señor. Él no estaba buscando a Jesús
cuando Jesús lo buscó. Podríamos decir que Saulo estaba decidido en
contra de Jesús cuando Jesús estaba decidido para él.
Muchas veces nos preguntamos cuál es la voluntad de Dios para nuestras
vidas. ¿Existe realmente tal cosa como “el llamado” o es algo inventado
en los púlpitos? Es por eso que esta mañana a la luz de la Palabra de Dios
estudiaremos 3 razones por las que el Señor llamó a Saulo para ser un
evangelista a los gentiles, a través de Hechos 9:1-19.

45
Es por eso que el Señor nos llama por lo que somos, por la sinceridad que
tenemos, por las cosas espirituales, ¿habrá alguien que quiere ser sincero
con Dios?
La Sagrada Escritura es la historia de la relación de Dios con la Humani-
dad. Una historia llena de encuentros fortuitos y de encuentros intenciona-
dos, una historia llena de nombres.
Resulta sorprendente la cantidad de relatos de encuentro que se hallan en
la Biblia: desde Abraham, Moisés, Isaías, Jeremías, Ezequiel, y una muche-
dumbre enorme de testigos hasta Zacarías, María, Pedro, Andrés, Santiago,
Juan, Natanael, Mateo, Pablo... y una larga serie que atraviesa la historia y
llega a nuestros días.
Pablo no busca a Cristo, sino todo lo contrario: busca destruir el camino,
metiendo en la cárcel a los discípulos de Jesús. Pero Jesús sí busca a Pa-
blo. Y se produce el hecho -muy especial- del encuentro; especial porque
estamos después de la Resurrección, y se produce de manera muy perso-
nal y fuerte. Es Jesús quien plantea la pregunta: ¿Por qué me persigues?
Saulo era el más encarnizado enemigo de la Iglesia Primitiva: convencido
de la verdad del Judaísmo, quería exterminar la secta cristiana. Este en-
carnecimiento de perseguidor revela en Pablo una cualidad fundamental,
era: “celoso de Dios” (Hechos 22:3).
Pablo se describe a sí mismo como habiendo vivido “conforme a la más
rigurosa secta de nuestra religión” (Hechos 26: 5). Aunque, a diferencia de
Pablo, continuaban siendo legalistas. Queriendo servir al Señor con fogosi-
dad y abnegación sin medida. Su generosidad al servicio divino lo empujaba
a perseguir sin piedad a los cristianos. Se comprende que esta cualidad
preparó a Pablo para su vocación.
Pablo recurría no a los más humildes e ignorantes, sino a los más respeta-
dos religiosos del mundo, a los hombres que tuvieron una parte al entregar
a Cristo a la muerte, hombres que poseían el espíritu y el modo de pensar
de Caifás y los de su círculo. Saulo pensaba que, si esos grandes hombres
tenían a disposición de ayudarle, sin duda podrían terminar con ese puñadi-
to de fanáticos.
Al hablar de su vocación, Pablo la hace remontar mucho antes del acon-
tecimiento que se produjo en el camino de Damasco. Afirma que “Dios lo
había llamado por su gracia, desde el vientre de su madre” (Gálatas 1:15).
Elena G. de White dice: “Saulo de Tarso sobresalía entre los dignatarios
judíos que se habían excitado por el éxito de la proclamación del Evange-
lio... Los rabinos lo consideraban como un joven muy promisorio, y acaricia-
ban grandes esperanzas respecto a él como capaz y celoso defensor de la
antigua fe. Su elevación a miembro del Sanedrín lo colocó en una posición
de poder” (Los Hechos de los Apóstoles, p. 92).
I. ERA SINCERO, DEFENDÍA LO QUE CREÍA (GÁLATAS 1:13, 14)
II. OYÓ LA VOZ DE CRISTO VIVO (HECHOS 26:14)
Aplicación:

46
De entrada se introduce el tema de la relación personal, que Pablo asume
totalmente: ¿Quién eres, Señor?
Saulo oyó y comprendió la voz que le habló, mientras que sus compañeros
oyeron su sonido, pero no entendieron lo que se dijo (9: 7). Saulo pensaba
que estaba sirviendo a Dios por atacar cruelmente a los cristianos, pero
descubrió que estaba luchando con Dios.
Esto ha sido tristemente cierto a través de la historia. Con frecuencia, los
que están convencidos de que le están haciendo un favor a Dios, están
haciendo mucho de la peor persecución y tortura jamás practicada.
Elena G. de White refiere: “Temerosos y casi cegados por la intensidad
de la luz, los compañeros de Saulo oían la voz, pero no veían a nadie. Sin
embargo, Saulo comprendió lo que se le decía, y se le reveló claramente
que quien hablaba era el Hijo de Dios. En el glorioso Ser que estaba ante
él, reconoció al Crucificado. La imagen del Salvador quedó para siempre
grabada en el alma del humillado judío. Las palabras oídas conmovieron su
corazón con irresistible fuerza. Su mente se iluminó con un torrente de luz
que esclareció la ignorancia y el error de su pasada vida, y le demostró la
necesidad que tenía de la iluminación del Espíritu Santo” (Los Hechos de
los Apóstoles, p. 94).
Hoy el Señor nos llama, nos habla constantemente, ¿habrá alguien que
quiere oír la voz de Dios?
Es notable la docilidad de Saulo al llamamiento de Dios. Venía a Damasco
con voluntad firme de perseguir a los cristianos violentamente y he aquí
que deja todo lo que quería hacer y no busca ya más que conocer la volun-
tad de Jesús. Se ofrece con una disponibilidad sin límites. Su generosidad
al servicio de Cristo.
Saulo es el modelo de la aceptación de la vocación. Para él, el llamado
echaba por tierra su vida y sus convicciones.
La vocación, llamamiento para seguir a Cristo, es siempre un llamado a
unirse a su sacrificio, compartir su Pasión para cooperar a la salvación del
mundo. A los que llama especialmente para ser sus apóstoles y testigos,
Jesús les muestra todo lo que tendrán que sufrir por su nombre, por amor
de Él. Pablo fue llamado por Dios de una manera extraordinaria en “el cum-
plimiento del tiempo”, para llevar la luz del evangelio a los gentiles.
III. FUE OBEDIENTE AL LLAMADO DE DIOS (HECHOS 22:10)
Aplicación:
Elena G. de White dice: “La conversión de Saulo es una impresionante evi-
dencia del poder milagroso del Espíritu Santo para convencer de pecado a
los hombres. Él había creído en verdad que Jesús de Nazaret menospreció
la ley de Dios, y que enseñó a sus discípulos que ella no estaba en vigor.
Pero después de su conversión, Saulo reconoció a Jesús como Aquel que
había venido al mundo con el expreso propósito de vindicar la ley de su
Padre. Estaba convencido de que Jesús era el originador de todo el sistema
Aplicación:

47
Dios nos llama de diversas maneras para anunciar el evangelio en el
momento más apropiado a las personas que aún no conocen de Él, llamó
a Saulo porque el “era sincero de corazón, él oyó la voz de Dios y estuvo
dispuesto para llevar el mensaje a los gentiles” (Hechos 9:15).
Dios tenía planes muy diferentes para Saulo, planes que nunca habría po-
dido prever por sí mismo: este judío no solamente predicaría que Jesús era
el Mesías, ¡predicaría entre los gentiles!
¿Habrá alguien que quiere ser instrumento útil en las manos del Señor
para ir a los gentiles que aún no conocen del Señor?
CONCLUSIÓN
LLAMADO
Pr. Tonny Quispe
Evangelista MLT
Oremos
1. Concretar los estudios bíblicos propuestos.
2. Equipar a los MV para que tengan los materiales necesarios para la
tarea misionera.
3. Identificar el territorio en donde se piensa trabajar a través de los GP.
Objetivo:
Etapa de siembra
judío de los sacrificios. Vio en la crucifixión el tipo, que se había encontrado
con la realidad simbolizada; que Jesús había cumplido las profecías del
Antiguo Testamento concernientes al Redentor de Israel” (Los Hechos de
los Apóstoles, p. 98).

Sábado 4 de diciembre
INTRODUCCIÓN
48
TIMOTEO EL EVANGELISTA JOVEN
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en
palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza”
(1 Timoteo 4:12).
Una de las aves maravillosas en esta tierra son las águilas y son sorpren-
dentes porque cuando hay tormentas ellas extienden sus alas para elevar-
se y enfrentan las tormentas para ir a lo más alto. Precisamente en lo más
alto por encima de la tormenta está la paz y quietud que solo ellas pueden
disfrutar.
Ser motivados a estar preparados para los embates del enemigo y pelear
la buena batalla rescatando a los perdidos, a través de 1 Timoteo 4:4-11.
Muchas veces hemos escuchado que huir es de cobardes, que no quieren
enfrentar sus problemas, que lo único que se logra es prolongar más la
agonía, etc. Sin embargo, aquí Pablo dirigiéndose a Timoteo, le da una serie
de razones por las cuales él debe de huir.
Debemos tomar nota, que Pablo le dice a Timoteo que “huya” porque él es
“hombre de Dios” (1Juan 3:1). Y es que desde el momento que aceptamos
a Jesús como nuestro salvador personal, nos hacemos sus discípulos
(Mateo 28:19-20).
Y como sus discípulos escogidos el Señor espera de los “suyos” (Marcos
3:13) no solo debe buen testimonio, sino que lleven mucho fruto (Juan
15:8). Como todo fruto está expuesto a enfermedades y pestes, así también
los discípulos precisan de cuidados para poder llevar más frutos. ¡Por esta
razón Pablo le dice a Timoteo, huye!
De hincharte de orgullo (o inflarse), de la locura de la ignorancia. Delirios
acerca de cuestiones, de contiendas de palabras. Envidias y celos, rencillas
de hombres corruptos de entendimiento. Injurias de incriminación, conjetu-
ras de maldad. Amor al dinero.
Este llamado de Pablo no es al “ascetismo” (aislarse de las personas),
I. “HUYE DE ESTAS COSAS”

49
Entonces, si no estamos compartiendo la fe, o no estamos en el accionar
misionero como discípulos, tal vez sea porque aún tenemos los pies pues-
tos en este mundo y necesitamos “huir” de ese yo egoísta.
A pesar de las circunstancias o pruebas, sigue, levántate, continúa porque
Dios espera más de ti. “Varón de Dios”.
Así como muchas personas pueden pasar su vida huyendo, también hay
personas que pasan su vida distraídos por la vida pensando que este mun-
do en nuestro hogar.
• La “justicia” de vida, aquella que diariamente se renueva en nosotros
cuando vamos a Cristo (Isaías 61:10; Apocalipsis 7:14).
• La “piedad”, mostrada por Dios hacia nosotros y nosotros hacia nues-
tros semejantes, incluyendo a los que nos ofendieron alguna vez.
• La “fe”, sin la cual nadie agradaba a Dios (Hebreos 11:1), pues debemos
creer no solo que existe, sino que todo lo puede.
• El “amor” de la fidelidad de la integridad que solo puede nacer si Cristo
está en nosotros, pues de lo contrario seríamos de doble ánimo
(Santiago 1:8).
• La “paciencia” no para soportar cosas o malos tratos, sino para esperar
la venida de Jesús (1 Pedro 3:9).
• La “mansedumbre” en la forma de ser, como Cristo nos dejó de ejem-
plo (Isaías 53:7).
• Como discípulos de Cristo, nuestra vida cristiana no debe ser estática,
debemos decirnos siempre: ¡Sigue!
Si bien el primer llamado de Pablo a Timoteo tiene que ver con “huir”, esto
no es suficiente para poder crecer en nuestra vida cristiana. Muchas per-
sonas hoy pueden pasar la vida huyendo de sus problemas o defectos de
carácter sin encontrar algún cambio favorable para sus vidas. No se puede
simplemente quedar con el perdón recibido, si bien hubo una sepultura de
la vida pasada (Romanos 6) la lucha continúa aún.
Por eso en la apelación a Timoteo, se expresa una orden “sigue”. Este
seguir está impregnado de virtudes que no se haya en uno mismo. Estas
virtudes solo se pueden obtener en el contexto de una completa dependen-
cia de Jesús.
pues Dios nos ha creado seres relacionales. Este es un llamado a cuidarse
de sí mismo (Jeremías 17:9), con aquello que todavía habita en nosotros
(Romanos 7), que es nuestra naturaleza pecaminosa.
II. “SIGUE”
III. “PELEA LA BUENA BATALLA DE LA FE”
Aplicación:
El llamado a seguir es:
Aplicación:

50
La Biblia nos presenta claramente que estamos en medio de un gran
conflicto (Apocalipsis 12) y que el mismo diablo ha descendido con gran
ira sobre los hijos de Dios sabiendo que le queda poco tiempo. (Apocalipsis
12:7, 9, 12,17). El gran riesgo que corremos es vivir de tal forma que este-
mos perdidos aun dentro de las filas del ejército de Cristo (Marcos 10:17).
Si bien somos salvos únicamente gracia (Jesús) y que nada de lo que
hagamos en esta tierra nos da la vida eterna. Somos responsables de los
dones recibidos, necesitamos ser hacedores de la Palabra (Santiago 1:22,
23). Por esta razón Pablo le dice a Timoteo y a nosotros: ¡Pelea! Por medio
de una “buena profesión” (vs 12), siendo testimonio y no piedra de tropiezo,
manteniendo “el mandamiento” (vs 14), guardándolo fielmente, mandando
a los ricos “que no sean altivos” (vs 17), siendo “ricos en buenas obras” (vs
18), echando mano “de la que realmente es vida eterna” (vs 19), mante-
niendo “la fe” del Evangelio (vs 20, 21), estando “prontos a compartir” (vs
18). Recuerda, el motivo del conflicto es por la salvación de las personas. Y
como discípulos de Cristo, somos llamados a colocar nuestras vidas, dones
y talentos al servicio de nuestro Señor.
Tenemos un ministerio donde no hay margen de error, las personas cada
día van o bien para salvación o perdición eterna.
No podemos llevar una vida cristiana viviendo como si fuéramos ciudada-
nos de este mundo. Necesitamos poner las manos en el arado, y cosechar
las preciosas almas para nuestro Señor Jesús (Lucas 9:62).
Aplicación:
A la luz de la palabra de Dios somos llamados a:
“Huir”, humillando nuestro propio yo cada día a nuestro Señor Jesús.
“Seguir”, creciendo en gracia, siendo un testimonio en nuestra familia, iglesia,
trabajo, etc.
“Pelea”, la buena batalla, aquella que Jesús gano con su sangre y de la cual
nosotros somos llamados a continuar la obra rescatando a los perdidos.
Si eres “hombre de Dios”, levántate y redobla esfuerzos en cumplir fielmente
la misión que Dios ha puesto en tus manos.
CONCLUSIÓN
LLAMADO
Pr. Javier Torres
Evangelista MOP
Oremos

51
1. Evaluar si se concretaron los estudios bíblicos que se propusieron
como meta para cada iglesia, distrito, y campo local, de tal manera que
le podamos dar seguimiento a través de la estructura misionera de la
iglesia local.
Objetivo:
Etapa de Cultivo

SERMONES MENSUALES EVANGELISMO.pdf

Recomendados

Recomendados

Más contenido relacionado

Similar a SERMONES MENSUALES EVANGELISMO.pdf

Similar a SERMONES MENSUALES EVANGELISMO.pdf (20)

Último

Último (11)

SERMONES MENSUALES EVANGELISMO.pdf