1. MARACAIBO ANTAÑONA
Fotos viejitas de la ciudad bajadas por mi persona a través del navegador Google durante
varios años
y que ahora muestro para deleite de los fototecos o simplemente para fototerapia.
Con cariño para y por Maracaibo.
El CONVENTO Y LA PLAZA BARALT.
Iglesia de San Francisco "El Convento" sede de instalación de La Universidad del Zulia,
construida en los albores del siglo XVII. Al ser sustituido su estilo colonial por gótico en
1918, se le agregó una cruz de tres (3) metros, la más grande entre las que se exhiben en las
iglesias de la ciudad. Su entorno exhibe admirables muestras de la historia regional: Plaza
Baralt, Botica Nueva, Hotel Victoria, Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez, y como
telón de fondo el majestuoso Lago de Maracaibo y su Malecón.
2. Notese la cupula redonda de la torre del campanario, en un primer plano la Casa Mac
Gregor.
3. Esta foto aún mas antigua no aparecen ni el alumbrado eléctrico.
4. Ya con la torre del campanario al estilo gótico y vehículos automotores circulando en la
plaza Baralt..
16. Patio interior de la Casa Boulton en la Plaza Baralt, hoy Almacén Beco.
Comercio de la Plaza Baralt alrededor de 1960-1970..
17. La Calle Venezuela
Plazoleta Hermagoras Chavez, Compositor de la música del Himno del Estado Zulia, esa
era la vista desde mi casa en pleno Saladillo, donde todo comenzó, mis primeros
pensamientos volaron desde este marco visual escuchando las campanas de la Basílica
encaramado desde la ventana.
El Saladillo
21. Observe el carro estacionado al margen del templo.
Plaza La Concordia.
22. Antes de la Plaza Bolívar estaba este monumento en el centro de la plaza central de
Maracaibo, en primer plano pedestal y columna alegórica y vista de la Catedral. Observe el
piso de arena.
Templo de San Juan de Dios.
23. Luego instaurada Basílica Menor, escogida por Nuestra Señora de Chiquinquirá como su
casa para veneración.
24. Notese la casa parroquial al lado del templo y el techo sin cúpulas.
25. En esta toma con todas sus cúpulas de orden florentino, y su nueva casa parroquial.
26. Vista aérea de El Saladillo con primer plano de la Basílica y alrededores señal verde Plaza
Hermagoras Chavez, señal roja Casa de Papá en la Calle Venezuela, señal amarilla Escuela
El Libertador, señal blanca hacía El Tránsito. Por supuesto, aún no se habían construido ni
la plaza ni la Escuela, sólo identificó el sitio en que se encontraban porque esta foto es
mucho más antigua.
27. La Basílica ya con los mármoles de sus párrocos bienhechores el de la izquierda Arturo
Celestino Alvarez, el otro ahorita no lo recuerdo, con su frontis muy mejorado.
Vista del templo de San Juan de Dios con la plazita.
29. Ya para la década de los 1950.
Antiguo Hospital Chiquinquirá, al lado de la Basílica del mismo nombre.
El Empedrao
30. Templo de Santa Lucia, con una sola torre y sin ojivas. La casa de la esquina en primer
plano aún esta intacta.
31. Con una sola torre pero ya con su ojiva al estilo gótico.
32. Iglesia de Las Mercedes.
La virgencita de las Mercedes tiene su casa en el cruce de la avenida Universidad y Bella
Vista, hoy el templo solo se parece por la torre central, totalmente remodelado detrás está el
Colegio Ntra. Sra. de las Mercedes.
33. Otra vista de Las Mercedes
Aún permanece la plaza hoy con frondosos árboles y una parte como estacionamiento.
34. PLAZA Y TEMPLO DE SANTA ANA.
Doña Inés del Basto, esposa de don Francisco Ortiz, era una de las damas más distinguidas
venida directamente de Andalucía en los días iniciales de la colonia. Se estableció en el
sitio que ocupa hoy el Hospital Central Antonio José Urquinaona y la iglesia de Santa Ana,
donde fomentó un hato de ganado menor; para esa época la naciente ciudad de Maracaibo
contaba solamente con las calles Nueva Zamora y las designadas después como
Independencia y Bolívar, que llegaban hasta el lugar donde más tarde se construyó la
iglesia dedicada a Santa Bárbara; allí estaba El Calvario, que era señal del límite de la
población, de manera que el hato de doña Inés del Basto estaba en pleno campo, distante de
la pequeña villa. Tenía doña Inés varios esclavos a su servicio y para atenderlos en sus
enfermedades pidió y obtuvo el permiso de establecer una ermita dedicada a Nuestra
Señora de Santa Ana y un hospital de seis camas. Hizo traer de España las imágenes de
Santa Ana y San Agustín, un altar y varios cua dros grandes pintados al óleo, que todavía se
conservan en dicho templo, y para la conmemoración de la Semana Santa un Santo
Sepulcro con el Cristo yacente (éste se conserva en la Catedral de Maracaibo). Hasta fines
del siglo pasado, los pasos correspondientes a la procesión del Viernes Santo salían del
templo de Santa Ana hacia la catedral, donde quedaban hasta el domingo de Resurrección,
en que eran devueltos al templo al cual pertenecían. Lo que antes fueran terrenos del hato
de doña Inés del Basto tomó el nombre de plaza de Santa Ana; que conservó durante la
colonia y los primeros tiempos de la república. Alrededor de esta plaza salían del templo de
su nombre, en las conmemoraciones de Semana Santa, procesiones de flagelantes, que así
se llamaban los penitentes que se azotaban de propia voluntad, lo que causaba revuelo en la
población por la dureza a que se sometían. En ese mismo templo fue enterrado el brigadier
Joaquín Primo de Rivera, gobernador de la provincia de Maracaibo en los años 1788 a
1796, muriendo en el último año citado. Dejó recuerdos de haber sido un gobernador recto
y justiciero; inclinado al bien, favoreció a los pobres y necesitados, como correspondía a un
miembro de familia distinguida de España; era ascendiente como tío abuelo del gobernador
español Miguel Primo de Rivera,primer ministro del rey Alfonso XIII. En los tiempos que
precedieron a la guerra de independencia sirvió esta iglesia como punto de reunión de la
35. Escuela de Cristo, sociedad de patriotas que celebraba sus sesiones con el pretexto de
prepararse como flagelantes para los días santos, las cuales se realizaban en fechas
determinadas. En una de esas sesiones, los miembros asis tentes fueron apresados por el
gobernante español en ejercicio debido a una traición de uno de los invitados;
conmemorando este suceso en el centenario de la independencia, tocó al doctor Marcial
Hernández el discurso de orden para descubrir una lápida; una vez terminado el acto
regresó a su casa de habitación, sorprendiéndole un ataque al corazón que lo dejó sin vida a
su llegada. El discurso sobre la Escuela de Cristo, como todos los de este notable orador y
literato, y la noticia de su muerte repentina conmovieron profundamente la ciudad, que hizo
de su entierro una sentida demostración de duelo público. En la celebración del centenario
del nacimiento del general Rafael Urdaneta, los empleados de comercio de Maracaibo
formaron una junta para contribuir con un monumento conmemorativo a ese homenaje y
levantaron una columna estriada que corona un capitel de estilo gótico y sobre éste un busto
de mujer representando la Libertad. Esta obra fue ejecutada por obreros nativos de la
ciudad y desde entonces la llamada Columna de la Líbertad luce y seguirá luciendo en las
esquinas que cortan las calles Carabobo y Federación (sus nombres antiguos), desafiando el
tiempo como testimonio de durabilidad y resistencia de una obra hecha a mano por obreros
del país. El gremio de médicos de la ciudad, deseando hacer una obra perdurable a la
memoria de su maestro, el notable médico doctor Francisco Eugenio Bustamante, pidió y
obtuvo de la Municipalidad de Maracaibo permiso para hacer un parque en el espacio libre
que tenía a su frente el templo de Santa Ana, cuyo nombre llevaba, donde se colocaría un
busto del eminente médico, procediéndose a ejecutar los trabajos necesarios. Una vez
terminados, se puso el busto del maestro y el nombre de plaza de Santa Ana quedó
convertido en plaza Bustamante, desde esa época. A la muerte del máximo poeta Udón A.
Pérez, pueblo y gobierno del Estado Zulia dedicaron un monumento de bronce y mármol a
su memoria; una vez terminado se dispuso colocarlo en el lado norte de la plaza
Bustamante, donde estuvo los primeros tiempos. El monumento consistía en la efigie del
poeta en la parte superior, en el centro un cóndor con las alas abiertas y al pie una mujer
mostrando una lira con las cuerdas rotas, símbolo de la, muerte del cantor del lago. En ese
tiempo era jardinero de la plaza un hombre de muy mal carácter a quien cualquier cosa
enfurecía, y los muchachos del vecindario, conociendo esa genialidad de su carácter, le
dieron el apodo de Perilla. Al ser visto en cualquier parte se lo gritaban desde lejos,
obligándolo a desaparecer del sitio cuando había una concurrencia mayor de la
acostumbrada, para evitar la burla de la muchachería; por esa razón no asistió a la
inauguración del monumento a Udón Pérez, pero como al día siguiente tenía que atender al
riego y limpieza de la plaza a su cargo, al llegar al monumento vio la lira con las cuerdas
rotas, se encaró con el policía de punto que estaba presente y le dijo: "Mire la grosería de
los muchachos de por aquí: ya le rompieron el tiplito al poeta" Maracaibo obras e historias
maracaibozulia.tripod.com.
36. Con alumbrado un poco mas o menos reciente.
Con pórtico al estilo neoclásico.
37. Años 1960
La plaza Bustamante frente al Hosìtal Urquinaona, notese los ireles el tranvía de Maracaibo
y la estreches de la avenida El Milagro, aparte de los edificios que ya no existen.
38. Vista aérea al lado el Palacio Arzobispal de Maracaibo y la Plaza Sucre.