1. Felicidad constante
como el sol
De Jesús, con cariño
La felicidad que Yo
brindo es constante
como el sol. ¿Te
angustias acaso
cuando el sol se oculta
en el horizonte,
pensando que ha
desaparecido para
siempre? No. Aunque
cae la noche y no
puedes verlo, nunca
dudas de su existencia
ni de que volverá a salir
a la mañana siguiente.
Así es la felicidad del
espíritu: siempre
presente, como el sol.