2. expresiones como “biorreparación intrínseca” o
“atenuación natural”. Sin embargo, en muchos
casos las circunstancias naturales no son lo
suficientemente favorables para que ello tenga
lugar debido a la ausencia de los nutrientes
necesarios, oxígeno o bacterias adecuadas.
Tales situaciones pueden mejorarse
suministrando como suplemento uno o más de
estos prerrequisitos. Por ejemplo, se esparcieron
nutrientes extra para acelerar la descomposición
del petróleo vertido a lo largo de 1.600 km de
costa en Alaska por el superpetrolero Exxon
Valdez en 1989. Cada vez más, el futuro de la
biorreparación será primero ver la velocidad de
la biodegradación sin ayuda y actuar sólo si no
hay una actividad suficiente para eliminar el
contaminante lo suficientemente rápido como
para prevenir cualquiera de los riesgos
esperados del agente contaminante.
Se pueden emplear técnicas de biorreparación
para reducir o eliminar residuos peligrosos que
ya han contaminado el medio ambiente.
También para tratar los vertidos antes de que
sean evacuados de las instalaciones donde se
producen: son los procesos “al final de la
tubería”. Más abajo se plantean algunas
aplicaciones de biorreparación.
Aguas residuales y vertidos industriales: Los
microorganismos de las plantas de tratamiento
eliminan los contaminantes más comunes de las
aguas residuales antes de que sean vertidas en
los ríos o el mar. La creciente contaminación
industrial y agrícola ha llevado a una mayor
necesidad de procesos que eliminen
contaminantes específicos tales como
compuestos de nitrógeno y fósforo, metales
pesados y compuestos clorados. Los nuevos
métodos comprenden procesos aeróbicos,
anaeróbicos y físico-químicos en filtros de lecho
fijo y biorreactores, en los cuales se retienen en
suspensión materiales y microbios. Los costes
del tratamiento de las aguas residuales pueden
reducirse mediante la conversión de los residuos
en productos útiles. Por ejemplo, los metales
pesados y los compuestos sulfurosos pueden
eliminarse de los vertidos de las industrias de
galvanización gracias a la ayuda de las bacterias
que metabolizan el sulfuro, pudiéndose
reutilizar. Otro ejemplo es la producción de
alimentos para animales a partir de la biomasa
fúngica resultante tras la producción de
penicilina. La mayor parte de los sistemas de
tratamiento de aguas residuales anaeróbicos
generan biogás.
Agua potable y su procesamiento: Para el
desarrollo urbano e industrial moderno es vital
un suministro abundante de agua. Se ha estim-
ado que para finales de este siglo dos tercios de
las naciones del mundo padecerán escasez de
agua debido a un consumo de agua limpia
mayor que el que permite su almacenamiento en
acuíferos o ríos. Un aspecto importante de la
biotecnología es, por consiguiente, su potencial
para la recogida y purificación de aguas
residuales para su reutilización. Ha aumentado
la preocupación pública por la calidad actual del
agua potable. No sólo se necesita reciclar el
agua en un desarrollo de un uso sostenido de
recursos, sobre todo, debe mejorarse la calidad
para satisfacer a los consumidores. En muchas
regiones agrícolas del mundo, los residuos
animales y el exceso de fertilizantes dan como
resultado altos niveles de nitratos en el agua
potable. La biotecnología ha proporcionado
métodos exitosos mediante los que se pueden
eliminar estos componentes del agua procesada
antes de enviarla a los consumidores.
Aire y gases residuales: Originalmente, los
sistemas de eliminación de residuos industriales
se basaban en filtros baratos rellenos de un
compuesto que eliminaba los olores. Sin
embargo, los bajos índices de procesado y la
corta vida de estos filtros condujeron a la
investigación de mejores métodos; como las
biodepuradoras, en las que se eliminan los
contaminantes empleando una suspensión
celular, y los filtros biopermeables en los que el
contaminante es degradado por
microorganismos inmovilizados sobre una
matriz inerte provista de una película acuosa
nutritiva que permea a través del dispositivo. La
selección de microorganismos que metabolizan
los contaminantes más eficazmente ha dado
origen a mejores biofiltros purificadores de aire
y gas. Tenemos, por ejemplo, un sistema
basado en la biodepuradora que lleva a cabo la
eliminación simultánea de óxidos de nitrógeno y
sulfuro del gas de las chimeneas de los altos
hornos. Este sistema ha sido desarrollado como
alternativa al clásico proceso de yeso de piedra
caliza. Otro es la eliminación del estireno del
gas residual de las industrias de procesamiento
del poliestireno mediante un biofiltro que
contiene hongos.
Suelo y tratamiento de tierras: Tanto in situ
(en su lugar original) como ex situ (en otro sitio)
se explotan comercialmente métodos para la
limpieza del suelo y el agua subterránea
asociada. Los tratamientos in situ son la
introducción de microorganismos (bioaumento),
y la ventilación y/o adición de soluciones
nutritivas (bioestimulación). El tratamiento ex
situ implica excavar el terreno y tratarlo sobre la
superficie del suelo, ya sea como compost, en
bancales de tierra, o en capas con biorreactores
especializados. Las aguas subterráneas se tratan
en biorreactores y bien se bombean de vuelta al
suelo, bien se drenan. La biorreparación del
suelo (biorrestauración) es a menudo más barata
que los métodos físicos y sus productos menos
dañinos si tiene lugar una completa
mineralización. El proceso puede, sin embargo,
tener una larga duración, lo que inmoviliza
capital y tierra. La biorreparación in situ del
suelo bajo las gasolineras se ha convertido ya
una práctica común, pero incluso es posible para
disolventes clorados como el tri- y
tetracloroetileno. La aplicabilidad de la
biorreparación in situ depende, y
probablemente seguirá dependiendo, de las
características físicas del suelo, principalmente
de sus propiedades de transporte. La
biorreparación que emplea plantas se llama
fitorreparación. Esta técnica se está utilizando
actualmente para eliminar metales de suelos y
aguas contaminadas y se está investigando para
la biorreparación de otros contaminantes.
También es posible la utilización combinada de
plantas y bacterias. Ciertas bacterias viven
asociadas con las raíces de plantas y dependen
de sustancias excretadas por las raíces. Tales
rizobacterias, cuyo número es mucho mayor que
otras bacterias del suelo, pueden ser
modificadas genéticamente para que terminen
con los contaminantes. Se está investigando
para probar esta hipótesis.
Residuos sólidos: Los residuos sólidos
domésticos son un problema importante en
nuestra sociedad de consumo. Su eliminación es
cara y hace necesaria una vigilancia constante
de la contaminación atmosférica y las aguas
subterráneas. Sin embargo, la mayor parte son
compuestos orgánicos rápidamente
biodegradables. A este respecto, como fuente de
bio-residuos separados, pueden convertirse en
un valioso recurso mediante la compostación o
la digestión anaeróbica. En los últimos años,
ambos procesos han tenido notables desarrollos
en términos de diseño del proceso y su control.
Particularmente la digestión anaeróbica de
residuos sólidos en digestores anaeróbicos de
alto rendimiento se ha ido ganando
progresivamente la aceptación pública porque
permite la recuperación de importantes
cantidades de valioso biogás junto con un
residuo orgánico estable de alta calidad, y todo
ello sin ocasionar molestias al medio ambiente.
Es más, la digestión anaeróbica de residuos
sólidos mezclados está siendo sometida a un
desarrollo intensivo porque en un futuro
próximo puede constituir un importante paso en
el reciclado de residuos sólidos y constituir una
alternativa a la incineración.
PREVENCIÓN
Respondiendo a la llamada internacional para el
desarrollo de una sociedad sostenible, un
número cada vez mayor de empresas
industriales desarrollan procesos con un
impacto ambiental reducido. Lejos de la
corriente partidaria del tratamiento “al final de
la tubería”, existe una tendencia en todos los
ámbitos hacia productos y procesos menos
dañinos para el medio ambiente. La
biotecnología está especialmemte adaptada para
contribuir a esta tendencia y ya lo ha
demostrado en muchas ocasiones, tanto
mejorando procesos existentes como
desarrollando otros nuevos(6,7)
.
Mejora del Proceso: Muchos procesos
industriales son menos peligrosos para el medio
ambiente gracias a la utilización de enzimas,
catalizadores biológicos altamente eficaces y
con numerosas ventajas sobre los no biológicos.
Son biodegradables y no tóxicos, funcionan
mejor a temperaturas moderadas y en
condiciones poco rigurosas y tienen menos
efectos colaterales que los métodos
tradicionales porque son muy específicos. Los
métodos de producción que utilizan enzimas no
sólo son generalmente más limpios y seguros en
comparación con otros métodos, sino que sobre
todo, también consumen menos energía y
recursos (ver recuadro). Su especificidad, sin
embargo, significa que no siempre es fácil
encontrar la enzima apropiada para una
aplicación dada. Las enzimas ya son
ampliamente utilizadas en la industria y desde
hace muchos años. Nuevas técnicas y enfoques
para diseñar proteínas y modelar moléculas
permiten a los investigadores desarrollar nuevas
enzimas activas a altas temperaturas, tanto en
disolventes no acuosos como en sólidos.
Nuevos productos: La biotecnología también
puede ayudar a producir nuevos productos con
menor impacto medioambiental que sus
predecesores. La producción de nuevos
biomateriales como bioplásticos elimina la
utilización de recursos no renovables como los
combustibles fósiles. Las patatas contienen
normalmente un 80% de amilopectina, pero
también un 20% de amilosa indeseada en
muchas aplicaciones. Para el aislamiento de
amilopectina pura se consume una gran cantidad
de agua y energía. Una empresa holandesa ha
desarrollado una variedad de patata modificada
genéticamente que ya no contiene amilosa y, por
tanto, puede procesarse con menos impacto en
el medio ambiente. El empleo de plantas
genéticamente modificadas resistentes contra
insectos y/o enfermedades puede disminuir
considerablemente el uso de pesticidas que no
sólo evitan la utilización de materias primas -en
su mayor parte no renovables-, energía y trabajo
2 Boletín no 4
3. necesario para su producción, sino que también
reducirá el impacto negativo de sus residuos. Se
han desarrollado muchas más de esas soluciones
biotecnológicas contra la contaminación (ver
recuadro). Otros desarrollos futuros pueden ser
cosas que actualmente a la gente le parecen de
ciencia-ficción, como la sustitución de
superfibras producidas químicamente por seda
de tela de araña producida por
microorganismos.
Sin embargo, no debería olvidarse una cosa: el
empleo cada vez mayor de sistemas biológicos
en la industria debería estar acompañado por
una adecuada preparación y protección de los
trabajadores que manejen estos sistemas,
exactamente igual que en otros sectores
industriales.
DETECCIÓN Y SEGUIMIENTO
Actualmente se utilizan una amplia variedad de
métodos biológicos para detectar incidentes de
polución y para controlar de manera continua
los contaminantes. Las medidas establecidas
desde hace ya mucho tiempo son: contar el
número de especies de plantas, animales y
microbios; contar el número de individuos de
esas especies o analizar los niveles de oxígeno,
metano y otros compuestos que haya en el agua.
Más recientemente, los métodos de detección
biológica emplean biosensores, habiéndose
desarrollado pruebas de inmunidad que se
comercializan actualmente.
La mayor parte de los biosensores son una
combinación de mecanismos biológicos y
electrónicos, a menudo en forma de chip
electrónico. El componente biológico puede ser
simplemente una enzima, un anticuerpo, o
incluso una colonia de bacterias, un receptor
neural de membrana, o un organismo completo.
Inmovilizado en un sustrato, sus propiedades
cambian en respuesta a algún efecto ambiental
de tal manera que es detectable electrónica u
ópticamente. Entonces es posible hacer
mediciones cuantitativas de los contaminantes
con una precisión extrema o para sensibilidades
muy altas. Los sensores pueden diseñarse para
ser muy selectivos o sensibles a una amplia
variedad de compuestos. Por ejemplo, muchos
tipos de herbicidas pueden detectarse en el agua
fluvial empleando biosensores basados en las
algas; los esfuerzos a que pueden ser sometidos
los organismos pueden medirse como cambios
en las propiedades ópticas de la clorofila de las
plantas.
Los biosensores microbianos son
microorganismos que reaccionan ante la
sustancia que se va a observar. Normalmente
producen luz, pero dejan de hacerlo en contacto
con sustancias que son tóxicas para ellos. Se
utilizan tanto microorganismos que emiten luz
en su estado natural, como desarrollados
especialmente. Se han construido biosensores
bacterianos que actúan positivamente, los cuales
empiezan a emitir luz en contacto (y
consecuentemente, reaccionando) con un
contaminante específico. En EEUU se ha
aprobado una bacteria emisora de luz como la
descrita más arriba para la detección de
hidrocarburos aromáticos polihalogenados en
campos de pruebas.
Las pruebas de inmunidad utilizan anticuerpos
marcados (proteínas complejas producidas
como respuesta biológica a agentes específicos)
y enzimas para medir los niveles de
contaminantes. Si está presente uno de éstos, el
anticuerpo se adhiere a él; la marca le hace
detectable incluso mediante el cambio de color,
fluorescencia o radiactividad. Se han
desarrollado pruebas de inmunidad de varios
tipos para el control continuo, automatizado y
barato de pesticidas como el dieldrín y el
paratión. La naturaleza de estas técnicas, cuyos
resultados pueden ser tan simples como un
cambio de color, las hacen particularmente
adecuadas para los altamente sensibles tests de
campo, en donde los más tradicionales son
impracticables porque requieren tiempo y un
equipamiento más grande. Su utilización sin
embargo, se limita a los contaminantes que
pueden hacer reaccionar a los anticuerpos
biológicos. Si aquellos fueran demasiado
reactivos o, digamos, inmunosupresores,
destruirían el anticuerpo o suprimirían su
actividad y también la efectividad del test.
Detección y seguimiento de microorganismos
utilizados en la biorreparación: Cuando se
inoculan microorganismos desarrollados en el
laboratorio en un lugar que se va a bioreparar
(bioaumento), generalmente se hace necesario el
seguimiento de su presencia y/o multiplicación
para comprobar el avance del proceso. Esto es
especialmente cierto e incluso necesario cuando
los microorganismos están genéticamente
modificados.
La técnica tradicional de detectar la presencia de
microorganismos en el suelo es analizar
muestras directamente en medios concretos.
Pero cuando el organismo contiene un marcador
para el que se le pueda seleccionar se facilita
muchísimo el proceso de detección. Las nuevas
técnicas incluyen la ya mencionada del
bioinformador inmunológico basada en la luz.
La distribución espacial de microorganismos
específicos en una muestra puede determinarse
por medio del microscopio y de manera no
invasiva empleando la hibridación fluorescente
in situ (HFIS -FISH, en inglés-) de
microorganismos. La técnica más sensible,
específica y cada vez más utilizada, es el
aislamiento directo y la amplificación del ADN
del suelo.
Detección y seguimiento de efectos
ecológicos: Se indica la biorreparación para
mejorar la calidad del medio ambiente mediante
la eliminación de los contaminantes. Sin
embargo, la desaparición del contaminante
original no es el único criterio por el que se
determina el éxito de la operación de
biorreparación. (Es más) pueden producirse
metabolitos tóxicos a partir del contaminante, o
la bacteria biodegradadora puede causar
enfermedades o producir sustancias dañinas
para microorganismos útiles, plantas, animales
o personas. Todos estos efectos negativos son,
por supuesto, excluidos con la mayor antelación
posible familiarizándose lo más que se pueda
con el organismo indagando a fondo en la
literatura y en los estudios de microcosmos en
los que se simula en laboratorio el proceso de
biorreparación. Para evitar efectos indeseados,
especialmente tras la liberación de un
organismo genéticamente modificado como
nuevo miembro del ecosistema, puede
necesitarse hacer un seguimiento de los efectos
ecológicos de la operación de biorreparación. El
problema de este tipo de seguimiento es qué
observar. Puede haber numerosos efectos
ecológicos posibles, pero no todos pueden ser
relevantes o permanentes, o incluso ser
resultado de la operación de biorreparación. Los
parámetros que se vayan a observar se
determinan normalmente caso por caso. Las
técnicas de seguimiento pueden ser todas las
mencionadas en los dos párrafos referentes a
detección y seguimiento.
INGENIERÍA GENÉTICA
La técnica del ADN recombinante ha tenido
unas repercusiones asombrosas en estos últimos
años. Los biólogos moleculares han completado
mapas de genomas enteros, se han desarrollado
e introducido nuevas medicinas y los
agricultores están produciendo plantas con
nuevos tipos de resistencia a enfermedades que
no se podían conseguir mediante los cultivos
convencionales. Algunos de los ejemplos
mencionados más arriba, como la patata libre de
amilosa y la bacteria productora de índigo,
también implican la utilización de organismos
genéticamente modificados mediante la técnica
Biotecnología Medioambiental 3
Más procesos industriales sostenibles
gracias a la utilización de enzimas
La industria de procesado de piel ha
introducido enzimas para reemplazar los
agresivos productos químicos tradicionales
usados en la limpieza del cuero. En la
producción textil, las enzimas se han
impuesto a los productos químicos en el
blanqueado, incluyendo el “lavado a la
piedra” de los vaqueros. El consumo de
cloro por la industria de la pulpa y el papel
puede verse considerablemente reducido
pronto gracias al empleo de enzimas. Las
enzimas que digieren la grasa y las
proteínas que hay en los polvos utilizados
para lavar reducen significativamente la
cantidad de detergentes necesarios para un
determinado efecto de lavado. Esto también
significa que puede reducirse la
temperatura de lavado. Reducir la
temperatura 20°C ahorra más de un tercio
de la energía consumida por la máquina.
Puesto que en muchos países de Europa
occidental hasta el 5% del consumo
doméstico de energía era para lavar, estas
moléculas han hecho una contribución
significativa para el ahorro de energía.
Soluciones biotecnológicas
para la contaminación
Los cerdos y las gallinas no pueden asimilar
el fosfato del fitato de sus alimentos, que,
por tanto, termina en su estiércol.
Añadiendo la enzima fitasa a sus piensos se
puede reducir la cantidad de fosfato
excretado por estos animales en más de un
30%.
En Sudáfrica se utilizan bacterias para
aislar el oro de la ganga que lo acompaña en
el mineral. Esta llamada biominería ahorra
una enorme cantidad de energía utilizada en
la fundición y genera muchos menos
residuos.
La producción química de índigo, el tinte
empleado para los vaqueros, consta de ocho
pasos y requiere el uso de productos
químicos muy tóxicos y medidas de
protección especiales para los operarios que
intervienen en el proceso y para el medio
ambiente. La producción por medio de la
biotecnología del índigo, que emplea una
bacteria modificada genéticamente que
contiene las enzimas adecuadas, consta sólo
de tres pasos, actúa en el agua, utiliza
materias primas tales como azúcar y sales y
genera solamente índigo, dióxido de
carbono y biomasa biodegradable.
4. del ADN recombinante. Además se producen
muchas enzimas de manera rutinaria con
organismos modificados genéticamente.
Dada la abrumadora diversidad de especies,
biomoléculas y sendas metabólicas que hay en
este planeta, la ingeniería genética puede, en
principio, ser una heramienta muy poderosa
para crear alternativas más beneficiosas para el
medio ambiente en productos y procesos que
actualmente lo contaminan o agotan sus
recursos no renovables. Políticas, economías y
sociedades determinarán en último término qué
posibilidades científicas serán realidad.
Hoy día se pueden complementar organismos
con propiedades genéticas adicionales para la
degradación de contaminantes específicos, si los
organismos en su forma natural no son capaces
de realizar su labor, o no lo suficientemente
rápido. Se pueden evitar “cuellos de botella” en
la limpieza del medio ambiente combinando
diferentes habilidades metabólicas en el mismo
microorganismo. Hasta ahora, esto no se había
hecho a una escala significativa. La razón
principal era el hecho de que en la mayoría de
los casos se podía encontrar o seleccionar el
organismo natural apropiado capaz de limpiar
un punto contaminado. Se han dado casos en los
que bacterias del suelo han desarrollado nuevas
propiedades en respuesta a la introducción de
xenobióticos (esto es, productos químicos
producidos por el hombre que normalmente no
se encuentran en la naturaleza). En algunos
casos, incluso parece que han tomado
propiedades de otras especies. En EEUU se han
aprobado algunas bacterias modificadas
genéticamente para su utilización como
biorreparadores, pero aún no se tiene noticia de
que se hayan aplicado a gran escala. En Europa
sólo se han autorizado ensayos en terrenos
controlados.
Debido a que se pueden crear nuevos
organismos mediante la ingeniería genética que
de otra manera puede que nunca se produjeran
espontáneamente o que evolucionaran por
selección, existe la preocupación por la
impredecibilidad de sus posibles interacciones
con el ecosistema Los organismos
genéticamente modificados que se mantienen
adecuadamente confinados en sus lugares de
producción aprobados no son tan preocupantes
como los que se supone van a ser liberados en el
medio ambiente, tales como las plantas
resistentes a enfermedades o bacterias del suelo
biorreparadoras.
Los posibles efectos ecológicos de estas últimas
son, si cabe, de mayor dificultad a la hora de
evaluar, debido al hecho bien conocido de que
las bacterias del suelo cambian frecuentemente
su material genético (también entre especies).
Esto, junto con el hecho de que sabemos muy
poco sobre la gran mayoría de las especies
bacterianas que habitan el suelo, hace casi
imposible predecir el destino de cada copia de
ADN de una propiedad genética introducida
recientemente en una de estas bacterias. Si el
ADN extra procede de otra bacteria del suelo,
puede ser razonable, por otra parte, argüir que la
bacteria genéticamente modificada también
podría haber evolucionado espontáneamente un
día debido al frecuente cambio del material
genético que se produce en el suelo.
LEGISLACIÓN
Es importante una regulación que asegure una
aplicación sin problemas de organismos nuevos
o genéticamente modificados en el medio
ambiente, no sólo para mantener la confianza de
la opinión pública. La Unión Europea tiene dos
Directivas(1,2)
sobre el uso contenido de
microorganismos genéticamente modificados y
sobre la liberación deliberada de éstos en el
medio ambiente. Estas directivas se han
incorporado a la legislación nacional de la
mayoría de los Estados Miembros de la UE.
Necesitan la aprobación por las autoridades
competentes de un detallado protocolo
experimental que incluya la evaluación de
riesgos potenciales, antes de que se libere en el
medio ambiente un organismo modificado
genéticamente. La naturaleza e incluso algunas
veces el lugar de la liberación debe publicarse
en la prensa local en algunos países. Después de
varios años de experiencia con esta legislación,
se están revisando ahora los procedimientos de
que se compone. En diciembre de 1998 se
publicaron las enmiendas para revisar y aclarar
la Directiva 90/219/EEC. El propósito de la
Comisión Europea es mantener globalmente la
competitividad de la UE, tanto en las
aplicaciones científicas como en las
comerciales, sin comprometer la seguridad.
OPINIÓN PÚBLICA,
DIÁLOGO Y DEBATE
A pesar del hecho de que la biotecnología
tradicional tiene un gran valor para la
biorreparación y que la biotecnología moderna
puede potenciarla aún mas, no existen datos
recientes sobre lo que piensan los europeos
específicamente sobre la biotecnología
medioambiental. En general, tienden a tener un
punto de vista “optimista” sobre los desarrollos
que esperan de la biotecnología moderna, según
el informe más reciente de la Comisión Europea
sobre opinión pública, publicado en 1997(3)
.
Lamentablemente, este informe no investigó la
actitud de la población hacia la biotecnología
medioambiental. La única pregunta relacionada
con este tema era si la gente creía que la
biotecnología moderna podría reducir
sustancialmente la contaminación ambiental,
cosa que pensaba el 47%. Si esto era o no una
idea deseable quedó indeterminado. En último
término, se necesitarán mayores pruebas,
expresadas en forma de parámetros
medioambientales más rigurosos, para una
mayor aceptación de la biotecnología
medioambiental.
Se han dado conferencias y mantenido debates
públicos, seminarios y mesas redondas para
reunir personas del público, del gobierno, de
organizaciones defensoras del medio ambiente,
científicos e industriales para discutir sobre los
aspectos más críticos. Estos encendidos debates
no siempre llevan al consenso, pero pueden
proporcionar una mayor apreciación de todos
los aspectos de un determinado asunto,
facilitando una mejor comprensión de los
problemas planteados. Un ejemplo reciente es el
trabajo “Cómo la biotecnología puede
beneficiar al medio ambiente”(4)
.
Muchas organizaciones ofrecen la información
pública reclamada en los primeros diálogos y
debates. Se puede encontrar una compilación de
éstos en el manual de fuentes de información
publicada, que puede pedirse al Grupo de
Estudio de la F.E.B. de las Percepciones
Públicas sobre la Biotecnología(5)
.
CONCLUSIÓN
La biotecnología medioambiental tiene una
trayectoria que ya se inicia en el siglo pasado.
Como se valora más la necesidad de ir hacia
modelos de actividad económica menos
destructivos, a la vez que se mantenga la mejora
de las condiciones sociales de una población
cada vez mayor, el papel de la biotecnología
crece como una herramienta para reparar y para
una industria sensible al medio ambiente. La
técnica ya se ha probado en un buen número de
áreas, y futuros desarrollos prometen ampliar su
radio de acción. Algunas de las nuevas técnicas
que ahora están sometidas a consideración
hacen uso de organismos modificados
genéticamente diseñados para llevar a cabo
eficazmente labores específicas. Como en todas
las situaciones en las que se va a liberar una
nueva tecnología en el medio ambiente, existe
preocupación. La biotecnología tiene la
potencialidad de hacer una importante
contribución a la protección y reparación del
medio ambiente. Por tanto, está bien situada
para contribuir al desarrollo de una sociedad
más sostenible. A medida que nos acercamos al
próximo milenio, esto puede ser de vital
importancia, en tanto que la población, la
urbanización y la industrialización sigan
aumentando.
4 Boletín no 4
Referencias
1. Council Directive on the Contained Use of Genetically Modified Micro-organisms. 1990,
90/219/EEC
2. Council Directive on the Deliberate Release into the Environment of Genetically Modified
Organisms. 1990, 90/220/EEC
3. Eurobarometer 46.1, The Europeans and modern biotechnology, CEC DG XII, 1997
4. How can Biotechnology benefit the Environment (1997) Report of a Workshop organized
by the EFB Taskgroup on Public Perceptions of Biotechnology and the Green Allience
on 13 January 1997 at the Science Museum in London, ISBN 90-76110-02-6
5. Biotechnology for non-specialists, a handbook of information sources. (1997) EFB
Taskgroup on Public Perceptions of Biotechnology. ISBN 90-76110-01-8
6. Biotechnology for a clean environment. (1994) OECD. ISBN 92-64-14257-6
7. Biotechnology for clean industrial products and processes: towards industrial
sustainability. (1998) OECD. ISBN 92-64-16102-3