1. VAMPIRO
El concepto de vampiro, que procede del francés
vampire, suele generar confusiones. El término
puede aludir a una criatura mitológica o a un
animal real. Además tiene un uso simbólico que se
aplica a ciertos individuos.
Vampiro Como ser de ficción, un vampiro es un
espectro nocturno que chupa la sangre de los seres
vivos como método de subsistencia. Muchas veces
se asocia a los vampiros con los muertos vivientes:
es decir, con personas que, después de fallecer, se
mantienen activas como vampiros.
Aunque existen múltiples representaciones, los
vampiros suelen ser descriptos como seres con
colmillos afilados, uñas largas y tez pálida. Estas
criaturas, de acuerdo al folklore, no proyectan
sombra y tampoco se reflejan en los espejos.
A raíz de todas las leyendas, rumores e historias de
ficción que se han escrito sobre los vampiros,
existen otras muchas ideas acerca de sus
características, comportamientos y peculiaridades.
Entre ellas destacan las siguientes:
-Descansan durante el día y lo hacen dentro de un ataúd.
-Son delgados y muy pálidos de tez.
-No pueden soportar el ajo, por lo que en más de una ocasión
se ha representado a quienes intentaban acabar con ellos
portando una ristra de ajos alrededor de su cuello.
-Odian las cruces, por lo que portar una es una manera de
conseguir que huyan o de que no ataquen. Y es que se
considera que eso es debido a que tienen una procedencia
demoníaca. De ahí que también les cause un gran mal el agua
bendita y que no puedan entrar en una iglesia.
-La manera en la que se puede acabar con un vampiro es
clavándole una estaca de madera en el corazón.
-Se considera que alguien puede convertirse en vampiro por
distintas razones: porque ha sido mordido por uno, por una
maldición tras haber cometido un delito grave, porque ha
tenido una muerte violenta, porque su ritual funerario no se
cumplió como es adecuado o porque estaba predispuesto
desde que nació.
2. • Uno de los vampiros más populares es Drácula,
personaje creado por el escritor Bram Stoker en 1897
que está inspirado en Vlad Tepes, príncipe de Valaquia
del siglo XV. Drácula no solo aparece en la novela de
Stoker, sino que también protagoniza numerosas
películas y series de televisión.
• A lo largo de la historia del cine, son muchas las películas
que han girado sobre vampiros. Desde la adaptación del
libro de Bram Stoker, realizada en 1992 por Francis Ford
Coppola, hasta “Entrevista con el vampiro” (1994)
pasando por “Nosferatu” (1922).
• Vampiro también es el nombre que reciben las especies
de murciélago que se alimentan mediante la
hematofagia: absorbiendo sangre de otros animales.
Estos vampiros que habitan en el continente americano
pueden transmitir la rabia.
• Otra acepción del vocablo, por último, es simbólica y
permite mencionar a un individuo que suele
aprovecharse o abusarse de otros por codicia. Por
ejemplo: “El país está siendo víctima de vampiros
financieros”, “López es un vampiro que exprime a sus
empleados hasta que renuncian”, “Ten cuidado con los
vampiros que se te acercarán para quitarte el dinero que
acabas de heredar”
https://definicion.de/vampiro/
Cinco vampiros históricos que existieron en la vida real
Los vampiros llevan entre nosotros desde hace milenios.
Aunque no de la manera que piensas, probablemente. Hoy
forman parte de la historia real de la humanidad. Aquí hay
algunos ejemplos.
Dejemos de lado las versiones noñas de hoy en día. Los
vampiros como Edward Cullen, Lestat o, incluso, Alucard no le
durarían ni un segundo a los vampiros antiguos. Vampiros de
verdad. Pero, un momento ¿acaso estoy insinuando que
existieron en la realidad? Bueno, la figura del vampiro lleva con
nosotros mucho más tiempo, incluso, que la historia escrita. Y sí,
en cierto sentido, nos hemos topado con vampiros de verdad a
lo largo del tiempo. Por supuesto, estos no se ajustan para nada
a la visión que probablemente tengas de los vampiros. Vamos a
hablar un poco de ellos, de su mito, de su figura y de su realidad.
Cinco vampiros históricos
Como ya hemos dicho, en la historia exiten personas señaladas y
marcadas por el vampirismo. La historia ha recogido a algunas
de ellas, todas enmarcadas en la violencia y, la gran mayoría de
veces, la oscuridad. Pero, ¿dónde acaba la historia y comienza el
mito?
3. • Jure Grando, el vampiro de Kringa
• En Kringa, un pueblo de la antigua región de Istria, hoy
conocida como Croacia, vivió y murió un campesino llamado
Jure Grando. Y volvió. Según se recoge en los archivos, Jure,
defenestrado en 1656 debido a una enfermedad, volvió esa
misma noche como un štrigon, una estrige, y estuvo
aterrorizando al pueblo durante dieciséis años. Cuentan los
documentos que atormentaba y violaba a su viuda, asaltaba a
la gente y aterrorizaba a los niños apareciendo por la noche y
a través de las ventanas. Varios lugareños se reunieron por fin,
tras un tiempo, y trataron de dar caza al vampiro de Jure, lo
que consiguieron no con una estaca, como dictamina el
folclore, sino cortándole la cabeza y realizando un exorcismo.
El caso de Jure Grando es importante dentro del mundo de los
vampiros por ser, probablemente, el primero documentado
oficialmente de la historia. Que existió, lo sabemos. Que algo
ocurrió en Kringa, también. Pero, ¿qué pasó realmente? No
siempre podemos apartar la oscuridad de los hechos pasados
tiempo atrás.
• el sacerdote perro
• Los escoceses son amantes de los fantasmas y otras criaturas
fantásticas. Y no es de extrañar que posean varios vampiros en
su folclore llenos de castillos y abadías ominosas regadas por
la lluvia. De hecho, fue el castillo Slains, en Cruden Bay, el que
inspiró a Bram Stoker para escribir "Drácula". Pero ahora
vayamos a Melrose. Entre las paredes de su derruida abadía,
allá por 1138, cuentan los textos de Guillermo de Newburgh
que vivió un capellán nada ortodoxo. Este sacerdote gustaba
de cazar a caballo con su jauría de perros. Por sus excesos y su
ineptitud como cura, fue llamado Hunderprest, o el "cura
perro" (o cazador). Dicen que cuando murió no tenía otra cosa
que hacer que volver como vampiro a atormentar a los
ciudadanos de Melrose. También cuentan que los abades le
dieron caza y lo expulsaron de este mundo mediante un
hachazo en la cabeza y una pira funeraria.
Petar Blagojevich, el nueve veces asesino
Volvamos a Europa del Este. El caso de Petar Blagojevich es uno de los mejores
documentados del siglo XVIII sobre histeria vampírica. El bueno de Petar vivió cerca
de Kisilova, en Serbia, en tiempos complejos de guerra y conflicto. Y, como de
costumbre en estos casos, murió para volver un día después a asesinar gente. Según
contaron sus conciudadanos, Petar Blagojevich asesinó a nueve personas a lo largo de
la semana siguiente a su muerte. Todos los finados eran encontrados en sus camas
con restos de sangre y la garganta abierta (o aplastada). La cuestión es que la histeria
se apoderó del pueblo, que amenazó a la autoridad local para que tomara cartas en el
asunto pasando por encima de la autoridad municipal. El cuerpo de Petar Blagojevich
fue exhumado, saltándose la ley, y fue encontrado incorrupto y con señales de
vampirismo, según relatan los documentos. El cuerpo fue empalado y quemado, y las
autoridades superiores, debido a la gravedad del asunto, no tomaron represalias.
El partisano de Medveja
Arnold Paole fue un militar en tiempos revueltos. Una noche, cuentan los informes,
fue atacado por un vampiro pero se salvó de convertirse en uno comiendo tierra de la
tumba del monstruo. Sin embargo, cuando murió, tiempo después, volvió como
vampiro. Eso decían los lugareños, al menos. El caso de Paole es especial porque fue
el determinante que desencadenó la "epidemia de vampirismo" de la Europa del Este
del siglo XVIII. Según las fuentes, el ataque de Paole a varios animales y personas
habría causado la continuación de esta "enfermedad" que afectó, como mínimo, a
dieciséis personas más. Puesto que el miedo a los vampiros venía creciendo desde
décadas atrás, esto levantó la alarma entre las autoridades que comenzaron a
investigar, exhumar y realizar informes sobre los supuestos vampiros. Cosa que sólo
ayudó a extender el rumor sobre la existencia de estos seres del averno.
4. • El vampiro apestoso de Pentsch
• En 1582, Johanes Cuntius, un respetado comerciante, se cayó de su
semental. A pesar de que los médicos hicieron todo lo posible por curarlo,
Cuntius se veía a sí mismo ardiendo en el infierno. Finalmente falleció. Y en
el momento del exitus, un gato negro apareció por la ventana y se posó en la
cama. Dos días después, según recogen las crónicas, su espectro comenzó a
aparecerse por toda la villa de Silesia. Y su visita era notada por todos debido
a su horrible olor, mucho más maligno y desagradable de lo que las palabras
pueden contar, relatan. A diferencia de otros vampiros, Cuntius no se dedicó
a beber sangre ni a matar gente, sino a molestar a las personas. En cierto
sentido, Cuntius se identificaría actualmente más con un zombi que con un
chupasangres. Pero por entonces no existían los zombis. Tras aguantar sus
felonías unos meses, el pueblo decidió exhumar el cadáver de Cuntius y
arrojarlo a la hoguera. Y se acabó el vampiro.
• El vampiro según la mitología
• ¿Cuál fue el primer vampiro de la historia? Esta pregunta no tiene sentido si
tenemos en cuenta el origen de estas criaturas mitológicas. La figura
vampírica existe desde tiempos inmemoriales. Y es que antes de la existencia
de un imaginario tan extenso y detallado como puede recogerse en libros,
obras, cine, cómics... sólo existía eso mismo: la imaginación. El vampiro,
demonio o sombra era la personificación del mal. Los rasgos de los vampiros
varían de una cultura a otra de forma sorprendente. La forma de volver al
mundo como espíritu horrible es muy diversa. La existencia de los vampiros
recorre la Tierra tanto en el tiempo como en la extensión, existiendo en
prácticamente todas las culturas. Y lo único en común no es que bebieran
sangre, ni que no le diera la luz del sol, características mucho más modernas,
sino ser el agente del mal. En algunas leyendas de vampiros, como la de
Cuntius, estos seres se parecen más a otras criaturas como los zombis o
demonios. También los hay familiares o relacionados con las hadas. El
vampiro, junto al demonio, puede que sea la figura malvada y oscura más
presente en toda la cultura humana.
El vampiro según la ciencia
Pero, ¿qué tiene la ciencia que decir al respecto? ¿De verdad existen los
vampiros? Como seres sobrenaturales, no. Desde luego. Cuando alguien muere,
lo hace definitivamente. ¿Existe alguna enfermedad que convierta en vampiro?
Tampoco. Aunque en el planeta existen animales hematófagos (vampiros, por
ejemplo), no hay ninguna patología que modifique la fisiología y el metabolismo
humano para adquirir las necesidades de un vampiro. Por el contrario, sí existen
otras enfermedades que podrían haber ayudado a identificar, bajo la luz de la
ignorancia, a ciertas personas con estos seres. Estas patologías son de origen
eminentemente psicológico. Pero también existen casos como la peste o la rabia
que, bajo situaciones de histeria, podrían potenciar esta figura.
vampiros
Elizabeth Bathory, la condesa Sangrienta
Elizabeth Báthory de Ecsed, ostenta el récord Guinness de la mujer con más
asesinatos: 650 personas
Otras terribles enfermedades, como la porfiria de Günther, una enfermedad rara
congénita que provoca terribles lesiones en la piel como consecuencia de la
exposición al sol, podrían ser culpables de leyendas y características atribuidas al
vampirismo. En cualquiera de los casos, mucho más importante que las
enfermedades, que solo se entienden en el ámbito del desconocimiento, es en
realidad la pena, el dolor, la violencia y la "maldad" humanas las que han
identificado a los verdaderos vampiros de la historia. Veamos, por ejemplo, el
famoso caso de Vlad Tepes, que se encuentra en claroscuros; o el de la Condesa
Sangrienta, Elizabeth Báthory de Ecsed, quien ostenta el récord Guinness de la
mujer que más ha asesinado en la historia de la humanidad (650 personas), y que
puede que sea el caso vampírico que más ha cimentado en la realidad la idea de
los monstruos que acechan el la oscuridad del corazón humano.
https://hipertextual.com/2017/05/vampiros-reales
5. • Vampiros de a pie, por Javier Calvo
• Muchos vampiros se ocultan. Tienen trabajos y no
les conviene llamar la atención
• ¿Existen los vampiros? Claro que sí. La historia lo
demuestra: existe todo, o casi todo, lo que la voluntad
humana se propone. Y el hecho de que haya acabado
existiendo una comunidad internacional de vampiros,
me parece, además, un triunfo de la literatura, de su
capacidad para inspirar y cambiar la vida de la gente.
Los miembros de las comunidades vampíricas están
organizados. Una rápida visita a los foros de varias de
ellas nos revela algunos datos básicos. No son como
en las películas. Son gente más o menos ordinaria que
afirma sufrir un déficit crónico de energía vital. Y esa
energía la tienen que sacar de los demás. ¿Cómo?
Aquí empieza lo interesante.
• Hay dos tipos de vampiros reales: sanguíneos y
psíquicos. Los sanguíneos beben sangre humana,
aunque no de forma agresiva. Tienen a donantes en
el seno de sus comunidades que se dejan extraer
sangre. Los psíquicos se alimentan del aura o energía
psíquica de otra gente.
• El fenómeno está perfectamente documentado. Hay
cientos de documentales en YouTube con testimonios
de estos vampiros reales. Hay hasta vídeos que los
muestran alimentándose. (No se apuren: la sangre en
sí y su ingestión suele aparecer pixelada)
Como es comprensible, muchos de estos vampiros
ocultan su condición. Tienen trabajos y no les conviene
llamar la atención. A fin de cuentas, existe también un
vampirismo clínico. Y aunque no estemos hablando
(necesariamente) de casos patológicos, a nadie le va a
hacer mucha gracia enterarse de que su compañero de
oficina le pone sangre de verdad al bloody mary. Por eso
muchos no salen del ataúd.
¿Pero de dónde surge todo esto? La llamada subcultura o
estilo de vida vampírico viene de los años 90. Se originó
en Estados Unidos, claro: la gran meca de la reinvención
de uno mismo. Obviamente la creación de Internet fue un
factor, pero también tuvo mucho que ver el éxito de las
novelas de Anne Rice.
Anne Rice creó una versión del mito del vampiro capaz de
seducir a las nuevas generaciones: sexy, enigmático,
byroniano y afincado en la fabulosa Nueva Orleans. Ella
inventó el vampiro del siglo XXI. Sin sus libros no habrían
existido los de Buffy, cazavampiros; Crepúsculo o True
Blood.
6. • Si uno quiere encontrar vampiros reales, el mejor lugar
sigue siendo Nueva Orleans, pero ya hay clubes y
comunidades en casi todas las grandes ciudades de
Occidente y de Japón. Por supuesto, también en
España: lo he buscado y hay (por lo menos) una
Comunidad Vampírica Española, con un foro activo en
Internet. Muchos vampiros son góticos, pero no todos.
Muchos tienen conexiones con el mundo del fetichismo
y del sadomasoquismo. Muchos trabajan en clubes de
tatuaje, en tiendas de ropa gótica o victoriana o en
clubes de rock oscuro.
• Los más visibles llevan ropa gótica todo el tiempo,
tatuajes y piercings, y a veces se modifican la
dentadura para hacerla más vampírica. Otros se
caracterizan el fin de semana o en el club, o bien no lo
hacen nunca. En todo caso, pronto hará 30 años que
los tenemos entre nosotros.
• Es fácil desdeñar esta enésima mutación de la cultura
pop como una chaladura peligrosa. De hecho, es
peligroso beber sangre humana, al menos sin control
sanitario. Es fácil considerarlo una moda salida de
madre, una versión grotesca del fenómeno fan o la
unión cibernética de gente que en realidad debería ir al
médico.
Puedo estar de acuerdo con todos estos reparos. Y sin
embargo, hay algo fascinante en esta gente que ha convertido
su vida en una ficción romántica. A fin de cuentas, el mundo es
cada vez más uniforme y está cada vez más vacío de misterio.
https://smoda.elpais.com/moda/vampiros-de-a-pie-por-
javier-calvo/