1. Mujer adultera
Y la última lección que Jesús enseñó, estuvo relacionada al amor filial. Mirando
primeramente el rostro angustiado de su madre y después el de Juan, le dijo a la
primera: “Mujer, he ahí tu hijo”; y al discípulo: “He ahí tu madre”. Juan entendió
perfectamente las palabras de Jesús y la misión sagrada que éste le había confiado.
Inmediatamente retiró a la madre de Cristo de la angustiosa escena del Calvario. Y
desde aquella hora cuidó de ella llevándola a su propio hogar y prodigándole los
cuidados de un hijo amante. Hijas de Dios, 56
Lee Juan 8:1-11 y escribe cuatro lecciones que la mujer adultera
aprendió al estar cerca de Jesús
Oración