2. ¿QUÉ ES EL ESPÍRITU? ¿Es el Espíritu el viento? -preguntaba al profesor el alumno distraído-. No , -era clara la respuesta del Maestro-. Aunque como la brisa refresca o como el huracán azota. No hay muros que lo contengan y otras veces ni se nota. Como el viento no se puede coger y se escapa entre los dedos; donde quiere sopla o se detiene , pero no, no es el viento.
3. LA PROMESA DEL ESPIRITU SANTO TAMBIEN ES PARA TI EL VIENTO MISTERIOSO: NO SABEMOS DE DONDE VIENE Y A DONDE VA LIBRE: NO PODEMOS CONTROLARLO FUERTE: ES VIENTO HURACANADO, FUERZA Y PODER DE DIOS SUAVE: ES BRISA SUAVE QUE CONSUELA Y DA PAZ (JUAN 3,8)
4. ¿Es el Espíritu un fuego? -fue la segunda pregunta-. Tampoco , -dijo el Maestro-. Aunque es verdad que es capaz de hacer saltar del asiento al cristiano acomodado, que derrite los sentimientos marchitos y los corazones fríos. Pero no es un fuego indiscriminado que nos impida acercarnos. A su paso no sólo quedan cenizas, queda calor y tibieza, rescoldos y resplandores y por eso han confundido al fuego con el Espíritu.
5. LA PROMESA DEL ESPIRITU SANTO TAMBIEN ES PARA TI EL FUEGO, QUEMA TODA IMPUREZA Y SUPERFICIALIDAD ILUMINA NUESTRA MENTE PARA QUE CONOZCAMOS A JESUS PURIFICA DEL PECADO CALIENTA LOS CORAZONES PARA SENTIRNOS AMADOS POR DIOS Y AMAR A DIOS CONSOLIDA :UNIFICA LOS MIEMBROS DEL CUERPO DE CRISTO (HECHOS DE LOS APOSTOLES, 2,3)
6. ¿Es el Espíritu un pájaro? -esperaba el alumno acertar en su pregunta-. Quizá , -dudó esta vez el Maestro-. Ciertamente sobrevuela nuestras cabezas e ideas, y, al aletear, golpea las contraventanas de nuestros corazones. Como las aves más avispadas, es capaz de esquivar la más sofisticada escopeta, de sortear cualquier trampa y de evadirse de la más segura jaula. Son sus mensajes de paz y de libertad serena los que han hecho que a veces se confunda a la paloma y al Espíritu.
7. Entonces, -dijo el alumno- si el Espíritu no es … ni viento, ni fuego, ni pájaro…
8. Y puso punto el maestro. ¿¿Qué es el ESPÍRITU?? El AMOR, el AMOR y la FUERZA de DIOS.
9. LA PROMESA DEL ESPIRITU SANTO TAMBIEN ES PARA TI EL AGUA FUENTE DE VIDA: NOS DA LA VIDA DE DIOS Y LA CONSERVA LIMPIA: DE TODO PECADO COMETIDO FECUNDA: NOS HACE CRECER HASTA LA ESTATUTA DE CRISTO (JUAN 7,38-39) (JUAN 4,1-42, LA MUJER SAMARITANA)
20. Estaban todos juntos en el mismo lugar. Juntos y encerrados por miedo a los judíos y a los romanos. Ruido: Signo de la presencia de alguien, en este caso del Espíritu Santo. Viento impetuoso: Fuerza que nos empuja, nos anima. Llenó toda la casa donde se encontraban: El Espíritu Santo nos inunda, nos llena con su presencia. Lenguas como de fuego: Nos da calor y nos ilumina, quema todo lo malo y purifica. Se posaban sobre cada uno de ellos: El Espíritu Santo viene a cada uno de nosotros, está en cada ser humano. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo. Una vez reciben el Espíritu Santo, pierden el miedo a todo y salen a predicar. Comenzaron a hablar en lenguas extrañas: El Espíritu Santo y el Evangelio, el Mensaje de Jesús son para todo el mundo, sin ningún tipo de distinción. Proclamar las grandezas de Dios: Todo creyente, tras haber recibido el Espíritu Santo, no puede quedarse para él la Buena Noticia de Jesucristo.
21. Y nosotros, cristianos de nuestros días, llenos del Espíritu Santo , también hemos de cumplir la misión que el mismo Jesús nos encomendó: Ésta es nuestra MISIÓN, Ésta es la MISIÓN de la IGLESIA. ID POR TODO EL MUNDO Y PREDICAD EL EVANGELIO
22. ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo, Padre amoroso del pobre, don, en tus dones espléndidos, luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo. tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas, y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si tu le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Secuencia de Pentecostés