Facebook comenzó como una plataforma para comunicación virtual, pero ahora más de 2,000 millones de personas están conectadas y su uso excesivo puede causar adicción y aislamiento. Las personas no siempre son honestas sobre su identidad en Facebook y comparten demasiada información personal e imágenes, lo que puede dañar su reputación de forma permanente ya que nada desaparece de Internet. Otras redes sociales como Twitter, Instagram y YouTube también requieren precaución debido a los riesgos de robo de identidad y privacidad.