2. Viajando con mi perro, escribí anticipadamente al Hotel “El casco”, de la ciudad de Bariloche, para saber si podían alojar a un huésped de cuatro patas. He aquí la respuesta:
3. Trabajamos en la industria hotelera desde hace más de 30 años. Hasta ahora nunca precisamos llamar a la polícia para expulsar a un perro que provocase disturbios hasta altas horas de la noche. Hasta hoy nunca vimos que un perro prenda fuego a la ropa de cama por dormirse con un cigarrillo en la mano. Nunca encontramos una toalla o una colcha del hotel en la valija de un perro. Nunca hubo manchas en los muebles por las botellas usadas por un perro. Queda claro que aceptamos a su perro. PD: Si él se responsabiliza por Ud., “venga también".