1. DIARIO DE ALMERÍA | Domingo28 de Julio de 2013 31
VIVIR EN ALMERÍA
José Gay
La trágica historia de Víctor
García responde a la de tanta
gente que no tiene un techo ba-
jo el que cobijarse, ni un em-
pleo, ni apoyo; sólo la solidari-
dad de las personas. Víctor na-
ció en el año 1959, tiene 54
años. Ha trabajado práctica-
mente toda su vida de animador
turístico y sociocultural, reali-
zando actividades de ocio en los
hoteles de muchas costas espa-
ñolas. Fruto de este empleo,
Víctor domina diversos idio-
mas, como el inglés, el francés,
el italiano y un alemán básico.
En su último empleo fue el res-
ponsable de animación de un ho-
tel en Huelva, en el año 2007. En
diciembre de ese mismo año, su-
frió un “atropello peatonal” muy
grave, del cual recibió la asisten-
cia sanitaria necesaria, pero indi-
ca que no denunció el accidente
por considerarlo “un caso fortui-
to” y “no perjudicar al conduc-
tor”. “He estado cinco años de
rehabilitación, y al estar recupe-
rado me encontré con un panora-
ma de crisis”, asegura. Durante
los años venideros estuvo hacien-
do peregrinajes a Roma y Lour-
des para “encontrar la paz y rezar
por la cura del mundo” en una
“época de reposo espiritual”. De
su experiencia cuenta que estuvo
viviendo en la calle y las iglesias.
Después vino a Almería haciendo
autostop, por el valor sentimen-
tal que le liga a la ciudad en la
que nació su padre.
Víctor está convencido de que
el “gran error de su vida” fue no
sellar en la oficina de empleo
“por desconocimiento”, por lo
que al cabo de ese tiempo que es-
tuvo inhabilitado sus derecho a
percibir prestaciones laborales
habían prescrito. Actualmente
está sellando, y espera “que se
abra mi puerta a través de la ofi-
cina de empleo, o poder encon-
trar un trabajo”. A partir de di-
ciembre espera comenzar a per-
cibir un subsidio de este servicio.
Su desafortunada situación se
debe, también, a carecer de fami-
lia conocida, sabe que tiene algu-
nos primos pero le ha sido impo-
sible localizarlos. “Mis padres pa-
saron a mejor vida y me quedé so-
lo. Nunca tuvieron ninguna pro-
piedad”, explica Victor.
Desde muy joven sintió voca-
ción por la escritura y comenzó a
proyectar “flashes de inspiración
poética”. Víctor se define a sí mis-
mo como un “escritor de pasión
instantánea”, característica que
lo hizo decantarse por la poesía.
En el año 2000 publicó en Barce-
lona un poemario titulado Las al-
turas del buen corazón, editado
por la ONG Jesús y María, a la
que Víctor donó “íntegramente”
todos los derechos y beneficios
ya que, según cuenta el poeta, “se
quedaron sin recursos porque sa-
botearon su escuela y yo propuse
hacer ese aporte”. En tan sólo 2
semanas se vendieron 300 ejem-
plares.
Para G. R. Víctor -nombre que
se refleja en su obra-, la poesía es
“una forma de expresión y comu-
nicación, con la que reflejo mi
necesidad de comunicar algo”,
pero asegura que no escribe so-
bre sus sentimientos, porque “en
ese caso escribiría sobre dramas
y yo soy un escritor optimista e
intento ayudar a la gente”. Con-
sidera que vive de la caridad y de
la poesía como una “contribu-
ción mutua” entre la persona so-
lidaria que le aporta el dinero ne-
cesario para subsistir cada día y
él, quien contribuye con “versos
en los que apelo a los buenos sen-
timientos y a la paz”.
Actualmente duerme en una
habitación de un hostal que le co-
bra a diario “un precio especial
muy reducido”, y que paga con el
dinero que consigue con el día.
Asegura que se halla en un círcu-
lo vicioso ya que necesita empa-
dronarse para regularizar su si-
tuación pero no tiene un domici-
lio fijo para ello. Todos los días
apela a la solidaridad en la parte
baja de la Rambla, en la avenida
García Lorca, de este modo crea
“una relación con la gente al pe-
dir siempre en el mismo sitio, así
tienen una referencia”. “Las per-
sonas pasan por el lugar donde
estoy, algunas me conocen y me
dan dinero según el estado de
ánimo, que depende del momen-
to. Las personas tienen sus pro-
pios pensamientos y problemas y
hay días en que ni se fijan en mí,
pero yo percibo un espíritu de so-
lidaridad, sobre todo viendo que
es una causa justa. No están de
acuerdo según qué situaciones y
eso les hace sensibilizarse con los
menos favorecidos”, explica Víc-
tor.
Este hombre se muestra opti-
mista de cara al futuro, piensa
que se trata de “subidas y baja-
das”, pero apunta que “si eres un
sin techo, eres de otro mundo pa-
ra la sociedad. Formas parte de
ella pero no eres una parte desea-
da. No cuentan contigo”. Sin em-
bargo, afirma que “cada caso es
individual”, y en el suyo propio,
él está “firmemente convencido”
de que no va a “tirar la toalla”.
Víctor analiza también la situa-
ción de la pobreza en Almería.
Del entorno que se desarrolla en
torno a los comedores sociales,
cuenta que hay mucho estrés y
mucha tensión, y que asistió a
ellos en el primer momento que
llegó a la ciudad, “después deci-
dí emanciparme y subsistir por
mí mismo para no darles más tra-
bajo, ya que yo tengo la posibili-
dad de la creatividad y doy mis
poesías a cambio de la ayuda re-
cibida”.
Sobre su día a día, Víctor pasa
la mayor parte del tiempo en esa
esquina frente a la cafetería Co-
lombia, en la que llega a estar 10
o 12 horas hasta que consigue el
dinero necesario “para pagarme
la habitación del hostal y para
comprar algo de comer”. Cuenta
que su vida se reduce a eso y que,
al llegar a su modesta habitación,
aprovecha el tiempo que le que-
da para escribir poesía y ver la te-
levisión, con el reflejo del opti-
mismo en los ojos.
El drama de un sin techo que vive
aferrado al optimismo y a la poesía
CELIA S. CAÑABATE
Víctor apela a la solidaridad en la avenida Federico García Lorca.
Víctor obsequia a la
gente solidaria que le
da dinero con algunas
de sus poesías
Actualmente duerme
en una habitación de
hostal por la que paga
un precio especial
● Victor García olvidó sellar su cartilla del paro al perder el empleo “por desconocimiento” y
su derecho a prestaciones prescribió ● Actualmente vive de la caridad y habla cuatro idiomas
Una consecuencia
trágica de la mala
gestión social
Victor García considera que
no hay un responsable directo
de su mala situación, pero
piensa que la mayor parte de
los problemas en el mundo
responden a una “mala ges-
tión social”, pues explica que
“en la Tierra, no debería haber
ni hambre, ni guerras ni gente
sin hogar, porque hay medios
para evitarlo e inteligencia en
las personas”. Explica que la
realidad ahora está siendo
azotada por los problemas so-
ciales, y que “el mayor proble-
mas es no entender la reali-
dad de la vida, que es un ca-
mino para el cual hemos sido
dotados de inteligencia y en-
tre nosotros mismos nos lo
complicamos”. Por su parte,
afirma que el futuro le depa-
rará una mejor suerte, tanto a
él como al mundo, y para ello
pone “de referencia la historia
de la humanidad, ya que
siempre ha habido guerras y
epidemias; pero después de la
noche siempre llega el día”.
Víctor explica que necesita un
empleo, y mientras llega, va
“sembrando” con su poesía.
Me lesioné en un
accidente que entendí
que fue fortuito y no lo
denuncié por no
perjudicar al autor”