Extractivismo y desindustrialización en bolivia (2)
1. Extractivismo y desindustrialización en Bolivia
Juan Carlos Zuleta Calderón *
En un artículo publicado en HidrocarburosBolivia.com hace poco más de dos años y con
información correspondiente al período 2009-2010, demostré el carácter primario exportador y
extractivista de la economía boliviana.
Lo hice, a partir de una redefinición del concepto de industrialización (v.g. utilización de materias
primas para su transformación en productos intermedios o terminados diferentes) y realizando
dos tipos de correcciones a los datos proporcionados por el INE. En la primera, excluí el rubro
“Productos de Refinación de Petróleo” de la actividad económica “Industria Manufacturera” para
incorporarlo en la actividad económica “Extracción de Hidrocarburos” y desagregué los rubros
“Sustancias y Productos Químicos”, “Estaño Metálico”, “Antimonio Metálico y Óxidos de
Antimonio”, “Oro Metálico”, “Plata Metálica”, “Otros Metales Manufacturados”, “Ácido Bórico” (u
Ortobórico) y “Desechos y Amalgamas de Metal Precioso” la actividad económica “Industria
Manufacturera” para adicionarlos a la actividad económica “Extracción de Minerales”. Y, en la
segunda, retiré los rubros “Cacao”, “Azúcar”, “Café Elaborado”, “Algodón e Hilados de Algodón”,
“Cueros y Manufacturas de Cuero” y “Maderas y Manufacturas de Madera” de la actividad
económica “Industria Manufacturera”, para incluirlos en la actividad económica “Agricultura,
Ganadería, Caza, Silvicultura y Pesca”.
Mi argumentación en el primer caso fue que si bien la refinación de petróleo, el procesamiento de
elementos químicos y la fundición de minerales generan valor agregado, la nueva forma de tales
materiales no cambia la esencia de los mismos como materias primas, razón por la cual no
corresponde incluirlos dentro del sector secundario de la economía. Está claro que esta lógica se
puede extender también al segundo caso, donde se observa que los productos de exportación allí
mencionados tampoco pierden su condición de materias primas aun cuando pasan por un cierto
proceso de agregación de valor antes de su comercialización en el extranjero, motivo por el cual
no es razonable que formen parte del sector “Industria Manufacturera”.
Conviene aclarar que la pertinencia de reclasificar los diferentes productos de exportación
señalados es más fácil de entender en algunos casos que en otros. Para empezar, fijemos nuestra
atención en los minerales metálicos, los cuales a pesar de haber sido sometidos a un proceso de
fundición que permitió elevar su nivel de pureza al máximo posible, no dejan de ser materias
primas a ser utilizadas en ulteriores procesos de industrialización. Esto se parece mucho al caso del
algodón, los cueros y las maderas, los cuales, tal como se exportan actualmente, son parte de
cadenas de valor que concluyen en la fabricación de bienes diferentes. Para terminar, veamos el
caso de las sustancias y productos químicos, el ácido bórico u ortobórico y los desechos y
amalgamas de metal precioso, respecto del cual es necesario incidir en que no constituyen bienes
industriales en sí mismos porque se trata de materiales semi-procesados (de pureza limitada) que,
otra vez, tendrán que pasar por nuevos procesos de transformación industrial para su consumo
efectivo. Esto se asemeja a los productos refinados de petróleo, el cacao, el azúcar y el café
2. elaborado cuyo consumo final podría requerir procesos de transformación adicional, según los
mercados a los que se exporten y los segmentos poblacionales a los que estén destinados.
En el Cuadro No. 1 presento los resultados de los ajustes realizados para datos correspondientes al
período 2009-2012.
Cuadro No. 1
Bolivia: Exportaciones (corregidas) por Actividad Económica
(En millones de $us.)
Actividad Económica 2009 % 2010 % 2011 % 2012 %
Agricultura, Ganadería, Caza, Silvicultura y Pesca 461,54 8,60 458,81 6,60 468,28 5,14 641,44 5,53
Extracción de Hidrocarburos 2.114,17 39,40 3.014,86 43,37 4.148,68 45,52 5.766,94 49,76
Extracción de Minerales 1.863,97 34,74 2.427,50 34,92 3.492,62 38,32 3.946,32 34,05
Industria Manufacturera 925,85 17,26 1.050,95 15,12 1.004,40 11,02 1.234,57 10,65
TOTAL 5.365,53 100,00 6.952,12 100,00 9.113,98 100,00 11.589,27 100,00
Fuente: INE, Resúmenes Estadísticos, varios números.
Las cifras reflejan dos tendencias claramente contrapuestas: La primera se refiere al carácter
primario exportador y extractivista de nuestra economía, mientras que la segunda tiene que ver
con el proceso de desindustrialización del país. Respecto a la primera, he calculado dos tipos de
indicadores: uno, que mide el carácter primario exportador de la economía, definido como el
porcentaje de la suma de exportaciones agrícolas, hidrocarburíferas y mineras respecto de las
exportaciones totales, que presenta un crecimiento consistente en los últimos cuatro años,
pasando de 82,74% en 2009 a 89, 35% en 2012 y otro, que dimensiona el grado de extractivismo
en la economía, definido como el porcentaje de la suma de exportaciones hidrocarburíferas y
mineras respecto de las exportaciones totales, que en general muestra un comportamiento similar
al anterior, salvo su declinación relativa en 2012 emergente de la baja de algunos precios
internacionales de minerales. Con relación a la segunda tendencia, es notoria la caída de la
participación de nuestras exportaciones industriales manufactureras, de 17,26% en 2009 a 10,65%
en 20121, lo que sitúa al país en un franco proceso de desindustrialización, es decir en una posición
económica muy frágil si se considera que una de las características fundamentales del sector
secundario de la economía es su capacidad para generar empleo, base de sustento de cualquier
modelo de desarrollo en el mundo. En el siguiente gráfico se visibilizan estos preocupantes
hallazgos.
1
Tal como señalé en mi citado artículo, “estas participaciones podrían reducirse aún más de disponer de
cifras desagregadas para los rubros de exportación ´soya y productos de soya´ y ´girasol y productos de
girasol´ que nos permitieran diferenciar, por ejemplo, las exportaciones de ´torta de soya´o ´girasol´ (unos
productos agrícolas) de los aceites de soya y girasol (unos productos industriales)”.
3. Figura No. 1
Bolivia: Carácter Primario-Exportador,
Extractivismo y Desindustrialización
100,00 84,88
88,98 89,35
82,74
80,00
83,84 83,81
78,28
74,14
60,00
% Ind. CPE
40,00
Ind. EXT
17,26 15,12
20,00 11,02 10,65
Ind. DESIND
0,00
2009 2010 2011 2012
Años
Fuente: Cuadro No. 1.
Ind. CPE: Indicador Carácter Primario Exportador
Ind. EXT: Indicador de Extractivismo
Ind. DESIND: Indicador de Desindustrialización
Pero, este no parece ser el final de la historia. Acabo de descubrir que el Indicador del Carácter
Primario Exportador de la Economía para el primer mes del presente año habría llegado a un
escalofriante 93,92%, mientras que el Indicador de Extractivismo alcanzó a un 88,44%, lo que
querría decir que lo que hoy podemos llamar exportaciones industriales no alcanza ni a un 7% del
valor total de las mercancías que vendemos al exterior y que el dominio de los sectores
hidrocarburífero y minero-metalúrgico en la economía se habría vuelto prácticamente
incontrolable.
A primera vista, los resultados de comercio exterior para enero de 2013, recién publicados por el
INE, parecerían mostrar una situación inmejorable de la economía boliviana. Con base en el
análisis precedente, sin embargo, he encontrado pocos motivos para corroborar la satisfacción de
quienes consideran – inocentemente o no – que el país va viento en popa camino al desarrollo.
Urge entonces tomar acciones inmediatas de política económica para evitar un descalabro mayor.
Necesitamos repensar la economía para empezar a ver los temas de fondo. Un buen punto de
partida podría ser la redefinición de los subsectores industriales estratégicos del país,
estableciendo los correspondientes incentivos financieros y no financieros, para su despegue en
las siguientes dos o tres décadas.
* Economista.