El documento describe las características de las domus romanas, las viviendas de las familias de cierto nivel económico en la antigua Roma. Las domus podían medir hasta 120 metros de largo y 30 metros de ancho, y típicamente consistían de una sola planta. A la entrada había una puerta vigilada por un esclavo que daba a un pequeño vestíbulo antes de ingresar a la casa.