2. EL SEÑORÍO DE CRISTO Y
LA VIDA EN EL ESPÍRITU
Él se propuso llenar la tierra a partir de la
creación de una pareja. Así de simple. Para
resolver la crisis Él se proveyó de hombres, un
Noé, un Abraham, un Moisés, un David y ahora
el Señor Jesús.
Desconocer el Señorío de Él, ha sido desde
el mismo huerto del Edén el gran problema del
hombre, y por qué no decirlo, puede llegar a
ser nuestro gran problema, aun a nivel familiar.
Así de sencillo.
Hay un texto que describe la vida del
hombre bajo el señorío del hombre.
«Así, ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en
el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se
aparta de Jehová» (Jeremías 17:5).
En otra versión dice: «El Señor dice: Maldito
aquel que aparta de mí su corazón, que pone su
confianza en los hombres y en ellos busca apoyo»
(Jeremías 17:5 DHH).
Cuantas veces al evangelizar hemos escu-
chado como respuesta, «yo hago con mi vida
lo que quiero, y a usted: que le importa».
CONDICIÓN DEL HOMBRE BAJO EL
SEÑORÍO DEL HOMBRE.
El panorama del hombre bajo el señorío
del hombre lo plantea el apóstol Pablo en la
carta a los Romanos capitulo 1 versos 18-21
cuando afirma: «no le glorificaron como Dios,
ni le dieron gracias, sino que se envanecieron
en su razonamiento, y su necio corazón fue
entenebrecido(...)».
«No hay justo ni aún uno; no hay quien entienda, no
hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se
hicieron inútiles. No hay quien haga lo bueno, no hay
ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta, con
su lengua engañan, veneno de áspides hay debajo
de sus lenguas. Su boca está llena de maldición y
de amargura. Sus pies se apresuran para derramar
sangre. Quebranto y desventura hay en sus caminos
y no conocieron el camino de paz...no hay temor de
Dios delante de sus ojos» (Romanos 3:10).
«El hombre sin Cristo, bajo su propio
señorío, está muerto, sigue la corriente de este
mundo, conforme al príncipe de la potestad
del aire, hace, es voluntad de la carne y de los
pensamientos, hijos de ira» (En Efesios 2:3).
Ahora bien, la predicación tiene que ver
con el hombre, a él está dirigida, debido
a su condición. La respuesta de Dios, es la
simplicidad de la predicación.
Por eso las preguntas son relevantes, ¿qué
mensaje estamos predicando y enseñando a
nuestros hijos? ¿cómo estamos viviendo? ¿bajo
nuestro señorío? ¿bajo el señorío de Cristo, o
por y para nosotros mismos?
A nosotros nos atrae lo complicado, al Señor le agrada
la simplicidad. El Señor no quiere complicarnos la vida,
Él vino a simplificarnos la vida; Mi yugo es fácil y ligera
mi carga
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3. Los cuatro puntos básicos de la
predicación y la enseñanza apuntan
al Señorío de Cristo:
1. Jesús es el Cristo, el Señor.
2. La resurrección.
3. El arrepentimiento y perdón en Su
nombre.
4. La venida del Señor como el sello de Su
señorío.
1. Que Jesús es el Cristo, el Señor
El Anuncio del ángel: «Os ha nacido hoy en la ciudad
de David, un salvador, que es Cristo el Señor» (Lucas
2:11).
Lo predicó Pedro en la conclusión de su sermón, dijo:
«A este Jesús a quien vosotros crucificastéis Dios le
ha hecho Señor y Cristo(...)(Hechos 2:32). al oír esto
se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los
otros hermanos, ¿qué haremos?» (Hechos 2:36,37).
«Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu
boca y en tu corazón. Ésta es la palabra de fe que
predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús
eselSeñor ycreyeresentucorazónqueDioslelevantó
de los muertos, serás salvo» (Romanos 10:8-9).
Todo es de mi Cristo, por Él y para Él.
La pregunta, aunque suene un poco extraño
entre nosotros.
¿Qué lugar ocupa Jesús en nuestra vida, en
nuestra predicación y enseñanza?
La predicación se centra en Cristo
El lugar que ocupa Cristo en nuestra
predicación y enseñanza, determina la eficacia
de ella.
En Hechos 9:20 se dice Pablo: «En seguida
predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo
que éste era el Hijo de Dios»
«Y cuando Silas y Timoteo vinieron de
Macedonia, Pablo estaba entregado por entero
a la predicación de la palabra, testificando a los
judíos que Jesús era el Cristo»(Hechos 18:5).
«porque con gran vehemencia Apolos refutaba
públicamente a los judíos, demostrando por las
Escrituras que Jesús era el Cristo» (Hechos 18:28).
Pablo dijo: «pues me propuse no saber entre vosotros
cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado»
(1 Corintios 2:2).
Jesús es el centro de la creación, de la
adoración, de la oposición de satanás, de las
Escrituras, de la profecía, de toda esperanza
humana.
2. La Resurrección
Se afirma: «Y si Cristo no resucitó, vana
es entonces nuestra predicación , vana es
también nuestra fe» a Él le costó la vida, pero
no se quedó en la tumba, al resucitar demostró
Su señorío sobre todos, sobre la muerte, el
pecado y sobre todo principado, potestad y
señorío, no sólo en este siglo, sino también, en
el venidero (1 Corintios 15:14).
Demostró al resucitar, que todo lo que
había dicho, respecto de sí mismo, era cierto:
Dios manifestado en carne.
El Evangelio es «acerca de su Hijo, nuestro
Señor Jesucristo, que era del linaje de David según
la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder,
según el Espíritu de santidad, por la resurrección de
entre los muertos» (Romanos 1:3-4).
«El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva
(no quitando las inmundicias de la carne, sino como
la aspiración de una buena conciencia hacia Dios)
por la resurrección de Jesucristo» (1 Pedro 3:21).
3. El arrepentimiento en Su nombre
«Y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario
que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos
al tercer día; y que se predicase en su nombre el
arrepentimiento y el perdón de pecados en todas
las naciones, comenzando desde Jerusalén» (Lucas
24:26-27).
Dios demanda el arrepentimiento. (Hechos
2:37-39).
«A este, Dios ha exaltado con su diestra por príncipe y
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4. Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón
de pecados» (Hechos 5:31).
«Entonces oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a
Dios, diciendo: !De manera que también a los gentiles
ha dado Dios arrepentimiento para vida!» (Hechos
11:18).
“Que con mansedumbre corrija a los que se oponen,
por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para
conocer la verdad» El hombre debe responder. Se
requiere su respuesta (2 Timoteo 2:25).
«Porque, aunque os contristé con la carta, no me pesa,
aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella
carta, aunque por algún tiempo os contristó. Ahora
me gozo, no porque hayáis sido contristados para
arrepentimiento; porqué habéis sido contristados
según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis
por nuestra parte. Porque la tristeza que es según Dios
produce arrepentimiento para salvación, de lo que
no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo
produce muerte»(2 Corintios 7:8-10).
«Dioshabiendopasadoporaltolostiemposdenuestra
ignorancia, ahora manda a todos los hombres, en
todo lugar, que se arrepientan» (Hechos 17:30).
4 No sólo se debe sentir dolor, deber haber
también un cambio de mente respecto de
Cristo, respecto de uno mismo. (Isaías 55:7).
4Lamentar no es suficiente: Esaú, Saúl y
Judas se lamentaron por las consecuencias de
sus actos, no por los actos, no por el pecado,
sino por las consecuencias del pecado.
4. La venida de Cristo como sello de su
resurrección y señorío
Pregunta obvia, clara, evidente, que no tiene
dificultad. Con respuesta obvia, clara, evidente,
que no tiene dificultad.
«Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así
también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en
él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor :
que nosotros que vivimos, que habremos quedado
hasta la venida del Señor , no precederemos a los
que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de
mando, con voz de arcángel, y con trompeta de
Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos,
los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al
Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor»
(1Tesalonicenses 4:14-17).
Otros antecedentes bíblicos
El centurión reconoció el señorío de Cristo. «Yo
soy un hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis
órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro:
Ven, y viene; y a mí siervo: Haz esto y lo hace.
Solamente di la palabra, y mi criado sanará.
Al oírlo Jesús se maravilló, y dijo a los que le
seguían: De cierto os digo, que ni aún en Israel
he hallado tanta fe» (Mateo 8:5-10).
La gran comisión está fundamentada en la
declaración: «Toda potestad me es dada en el cielo
y en la tierra» (Mateo 28:18).
Vivir lo que predicamos y enseñamos
Andar bajo el señorío de Cristo equivale a
andar en el Espíritu. El imperativo de «andar
en el Espíritu» es posible teniendo en cuenta
la realidad de haber nacido de nuevo, tener
mente, corazón y espíritu nuevo.
LA VIDA EN EL ESPÍRITU
El hombre consta de dos dimensiones
la carnal y la espiritual. La carne plantea un
problema en la relación con Dios porque «no
se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede».
Porque «la carne siempre está enferma». Es
decir, la carne no es a fín con Dios. Por tanto,
queriendo Dios relacionarse con el hombre
y tener comunión con él, solo encontró una
manera, Su Espíritu. Por eso ha derramado de
Su Espíritu y ha hecho énfasis en vivir en esta
dimensión.
El apóstol Pablo nos dice en Romanos 8:5:
«Porque los que son de la carne piensan en las cosas
de la carne; Pero los que son del Espíritu, en las cosas
del Espíritu».
Vivir en la carne o según la carne es
complacerse en las cosas que la carne
demanda, no necesariamente pecaminosas,
pero obviamente en mayor grado las que lo
son.
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5. Vivir conforme al Espíritu o según las
inclinaciones del Espíritu es poner primero los
intereses de Dios y aquellas cosas que, por ser
afines a Su Espíritu, son edificantes.
La visión de un hombre espiritual domina
todas las áreas de su vida dándole así una
dimensión espiritual a cada una de sus
acciones
En Romanos 8:13 la Biblia afirma que si por
el Espíritu dominamos las obras de la carne
viviremos.
La certeza de que somos hijos de Dios viene
reforzada por la seguridad de ser guiados por
el Espíritu de Dios.
Reflexión
Suena simple y sencillo: Dar al Señor su
lugar. Darle el control a Él, en la mente, en el
corazón, poner nuestra voluntad en la voluntad
de Él.
¿Cómo sería el mundo si viviera bajo el
señorío de Cristo?. ¿Cómo sería Colombia?
¿cómo sería mi ciudad? ¿Cómo sería mi hogar?
¿Cómo sería la Iglesia?
Una Iglesia, una familia bajo el señorío de
Cristo es una Iglesia y una familia que tiene
garantizada la victoria, un lugar y estado
asegurado.
Qué bueno es
saber que podemos
identificarnos con lo
que dice Filipenses 2:5-11.
«Haya, pues, en vosotros este
sentir que hubo en Cristo Jesús,
que no escatimó el ser igual a Dios
como cosa a que aferrarse, sino que se
despojó a si mismo tomando forma de
siervo, hecho semejante a los hombres y fue
más allá, se humilló a si mismo haciéndose
obediente hasta la muerte y muerte de cruz.
Por lo cual, su exaltación es igual de grande
a su humillación, hasta lo sumo, y un nombre
que es sobre todo nombre, para que en el
nombre de Jesús se doble toda rodilla, de los
que están en los cielos, en la tierra, y debajo de
la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo
es el Señor, para gloria de Dios padre»
Que bueno es poner a Jesús en el lugar
que a Él le corresponde, el primer lugar, no la
última opción, no el Dios que se deja como
último recurso. El, cómo Señor, manda a todos
los hombres en todo lugar que se arrepientan
(Hechos 17:30). Es decir que cambien de
manera de pensar y de actuar «para que sean
perdonados todos vuestros pecados y vengan de la
presencia del Señor tiempos de refrigerio».
Qué bueno reconocer que:
Cuando Él dijo «Recibid el Espíritu Santo»
estaba demostrando Su señorío.
Cuando se dice «sed llenos del Espíritu
Santo» está demostrando Su señorío.
Cuando dice «Id por todo el mundo y predicad
el evangelio a toda criatura» está demostrando
Su señorío.
Cuando dijo: «Someteos unos a otros en el temor
de Dios. Las casadas estén sujetas a sus propios
maridos, como al Señor; porque el marido es
cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza
de la Iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su
Salvador. Así que, como la Iglesia está sujeta a
Cristo, así también las casadas lo estén a sus
maridos en todo. Maridos, amad a vuestras
mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella, para santificarla,
habiéndola purificado en el lavamiento del
agua por la palabra, a fin de presentársela a
sí mismo, una Iglesia gloriosa, que no tuviese
mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que
fuese santa y sin mancha. Así también los
maridos deben amar a sus mujeres como a sus
mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí
La visión de un hombre espiritual
domina todas las áreas de su
vida dándole así una dimensión
espiritual a cada una de sus acciones
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6. mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a
su propia carne, sino que la sustenta y la cuida,
como también Cristo a la Iglesia, porque somos
miembros de su cuerpo, de su carne y de sus
huesos.” Cuando dijo: “Por esto dejará el hombre
a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer,
y los dos serán una sola carne. Grande es este
misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y
de la Iglesia.
Por lo demás, cada uno de vosotros ame
también a su mujer como a sí mismo; y la mujer
respete a su marido. (Efesios 5:21-33).
«Hijos,obedecedenelSeñoravuestrospadres,porque
esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el
primer mandamiento con promesa; para que te vaya
bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
Yvosotros,padres,noprovoquéisairaavuestroshijos,
sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor»
(Efesios 6:1-4).
Andar bajo el Señorío de Cristo es una
forma de vida. En toda circunstancia debemos
considerarlo. No sólo tener en cuenta al Señor
en las grandes crisis, también en los asuntos
«pequeños», a menudo es en los asuntos
pequeños en los que tropezamos.
Debemos retomar con énfasis para nuestra
vida, nuestra predicación y enseñanza, el
señorío de Cristo, en las cosas cotidianas,
como, comprar una propiedad, hacer un
viaje, comprar un auto, compartir con nuestra
esposa, con nuestros hijos. Cuantos problemas
nos evitaríamos si andamos bajo el señorío de
Cristo, bajo el control y la dirección del Espíritu
Santo.
Que nuestros hijos no sólo digan: ¡Qué gran
predicador fue mi padre!, que digan: ¡cuán
grande es el Dios, el Señor de mi padre! Esto es
lo que debe saber la generación venidera.
II. EL SEÑORÍO DE CRISTO Y EL
NUEVO NACIMIENTO
La relación existente entre Cristo y la Iglesia
es de Señor y siervos, es una relación basada en
la voluntad del Señor Jesús y la del ser humano,
que es posible por el resultado de la Palabra
engendrada en el corazón del hombre.
«Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente
corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir,
mediante la palabra de Dios que vive y permanece»
(1 Pedro 1:23).
No es posible reconocer el señorío de
Cristo si no antecede en el hombre el nuevo
nacimiento, por tal razón, el que seamos siervos
de Jesús es consecuencia de haber nacido por
la Palabra y dejarse guiar por Él.
1.1 NACER DE NUEVO
«Peroatodoslosquelerecibieron,lesdioelderechode
llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su
nombre, que no nacieron de sangre, ni de la voluntad
delacarne,nidelavoluntaddelhombre,sinodeDios»
(Juan 1:12 BLA).
Dios no puede ser Señor de alguien que no
entiende el señorío del Señor Jesús.
Se debe recibir la palabra de Dios y esperar
el nuevo nacimiento y adquirir conocimiento
para entender y reflexionar sobre el señorío de
Cristo en nuestra vida.
1.1. PRIMERO SOMOS SUS HIJOS Y
DESPUÉS… SALVOS
La salvación es parte de la redención.
NoespartedelaobradelEspírituSanto,sersalvos
sin sufrir la experiencia del nuevo nacimiento.
Desde el comienzo Dios en su omnisciencia
Andar bajo el señorío de
Cristo es una forma de
vida. En toda circunstancia
debemos considerarlo. No
sólo tener en cuenta al
Señor en las grandes crisis,
también en los asuntos
«pequeños» a menudo es
en los asuntos pequeños
en los que tropezamos.
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7. dijo: «He aquí, el hombre ha venido a ser como
uno de nosotros, conociendo el bien y el mal;
cuidado, ahora no vaya a extender su mano y
tomar también del árbol de la vida, y coma y
viva para siempre» (Génesis 3:22).
El ser humano está predispuesto a recibir
beneficios de Dios sin ser transformado, sin
consciencia de Dios y Adán no podía entrar en
el estado de vida en el cual ya se encontraba
consciente del bien y del mal, situación que le
permitía construir maldad desde su corazón.
Dios sabía que el ser humano la manera para
poder volver al primer estado como cuando
Dios lo hizo, era hacerlo de nuevo sin alterar su
vida natural y darle conocimiento del estado en
el que se encuentra para ayudarle a reflexionar
del vivir en el señorío de Cristo.
En esta época se observa cómo las
personas se acercan a recibir beneficios
de Dios, quieren sanidades y que Dios los
guarde, malinterpretando y usando los textos
como amuletos, como el Salmo 91 y otros,
idolatrando los recursos de Dios, que no tiene
mayores efectos sino hay una regeneración
que les permita ver el señorío de Cristo.
No deberíamos quedarnos tranquilos
cuando en nuestras congregaciones hay
muchos niños y adolescentes con una
vida cristiana socializada; ser socializado
cristianamente es aprender a vivir una vida
cristiana y creer que así adquiere ciertos
derechos de las promesas del Señor, y apenas
disfrutan de la misericordia de Dios, quedando
de lado la gracia de Dios la cual requiere haber
tenido un encuentro verdadero con Jesús, para
poder interactuar con este don inmerecido,
pero que requiere nacer de nuevo y entender
sus exigencias que referencia el apóstol Pablo
a (Tito 2:11,13).
1.2. Pasos de la salvación
- Entrada: Arrepentimiento.
- Resultado de la entrada: Santificación.
- Consumación: Regeneración.
- Pastoreando al corazón.
- Obedecer en el Señor (Mt. 7.24-27).
¿Por qué me llamáis, ¿Señor, ¿Señor, y no
hacéis lo que yo digo? (Lucas 6:46).
- Someteos los unos a los otros en el
temor de Dios
LA VIDA EN EL ESPÍRITU
Vivir en el Espíritu es posible cuando se nace
de nuevo y requiere crecer en el conocimiento
de la palabra de Dios para ser guiado por el
Espíritu (Gálatas 5:25), quiere decir: si has
nacido por el Espíritu déjate guiar también por
el Espíritu. (1Corintios 2:12-14).
- Vivir en la nueva dimensión: empieza
con el nuevo nacimiento y sabiendo administrar
la nueva vida en Cristo poniendo la mira en las
cosas de Dios.
- Se sugiere apoyar la lectura de la
palabra de Dios a través de crucigramas, sopas
de letras y otros como concursos, que les
permitan conocer el plan de salvación.
El vivir en el Espíritu es una consecuencia
por la relación que el creyente sostiene con
Jesús y le permite formar una unidad con
él. «el que se une al Señor, un espíritu es con él» (1
Corintios 6:17).
No basta haber nacido de nuevo, hay que
crecer, madurar en el Señor por la Palabra;
recordemos lo que el apóstol Pablo dice: «De
manera que yo, hermanos, no pude hablaros como
a espirituales, sino como a carnales, como a niños en
Cristo»(1 Corintios 3:1).
«porque aún sois carnales; pues habiendo entre
vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois
carnales, y andáis como hombres?»
III. LA OBEDIENCIA Y SUJECIÓN EN EL
SEÑORÍO DE CRISTO
El señorío de Cristo
La Iglesia de Dios debe saber y predicar
que Jesucristo es su Señor, no es solo que se
le llama Señor, sino que se le reconoce como
tal. Él es el Señor de cada vida, de cada familia,
de cada congregación, Su señorío debe marcar
y la forma en que vive cada creyente, no se
puede pensar que se le tiene como Señor, si se
vive en abierta desobediencia a Él.
Desde su mismo nacimiento en carne, ya se
sabía que Él era el Señor, el ángel al dar las
nuevas a los pastores les dijo:«(...) No temáis;
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8. porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que
será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en
la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el
Señor» (Lucas 2:10-11RVR60).
Señor, no es una expresión adulante para
llamarle, es el calificativo que denota lo que es
Él. Jesucristo no dijo que era una equivocación
llamarle Señor, por el contrario, lo reconoció
como correcto.
«Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís
bien, porque lo soy» (Juan 13:13 RVR60).
La Iglesia solo tiene un Señor, y a Él le
pertenecemos tanto en vida como en muerte.
«Un Señor, una fe, un bautismo» (Efesios 4:5
RVR60).
«Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos,
para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos,
o que muramos, del Señor somos» (Romanos 14.8
RVR60).
Los apóstoles al llevar el mensaje del
Evangelio a todas partes, tenían completa
claridad que su predicación tenía como alto fin
presentar a Jesucristo como Señor.
«Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino
a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros
siervos por amor de Jesús» (2 Corintios 4:5 RVR60).
Su señorío no está limitado sobre la Iglesia,
Él es Señor de todo cuanto existe, así en los
cielos como en la tierra. En su voluntad y en
su paciencia espera que cada ser humano se
someta voluntariamente a su dominio, con lo
cual gozará de su gracia e infinito amor. Mas
quien lo resista será sometido imperiosamente
a su dominio, con la gravedad de ser excluido
de la presencia de Dios, destinado a una eterna
condenación de fuego.
«Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad
me es dada en el cielo y en la tierra» (Mateo 28:18
RVR60).
«Pero por tu dureza y por tu corazón no
arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día
de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el
cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida
eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan
gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los
que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino
que obedecen a la injusticia» (Romanos 2:5-8).
El señorío de Cristo sobre la Iglesia se puede
decir que va en dos direcciones, una en lo que
Él como Señor y dueño de la Iglesia hace por
ella, y lo segundo, en lo que la Iglesia debe
hacer al estar bajo Su señorío.
Él cómo Señor es el salvador y sustentador
de la Iglesia, la dirige, en la misión que a ella
le ha sido encomendada, para lo cual le ha
entregado herramientas mediante las que
ella pueda conocer su voluntad en cualquier
momento, entre las que tenemos, por un lado,
Su Palabra, ella contiene la historia de
dónde, cómo y cuándo nace la Iglesia, cúal es
el precio que se ha pagado por ella, cúal es
la misión que le ha sido encomendada. Pero
también la Iglesia tiene Su Espíritu que la guía
mediante los dones con los cuales le provee,
repartidos en particular sobre creyentes por Él
elegidos, para tal fin.
«Porque, aunque me gloríe algo más todavía de
nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para
edificación y no para vuestra destrucción, no me
avergonzaré» (2 Corintios 10:8 RVR60).
Otro aspecto en el que también la sustenta
es por medio del cuidado de ella, la Iglesia no
tan solo tiene enemigos que luchan contra
ella, sino también ella afronta grandes retos
en su peregrinaje, por tal motivo, también Dios
mediante Su Espíritu le ha cubierto con poder
para cuidarle y defenderle, con tal que nada la
detenga.
Como tercer punto y no menos importante
su cuidado también incluye alimento y
crecimiento que mediante su poder recibe la
Iglesia.
«Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha
dado Dios» (1 corintios 3:6).
La Iglesia como todo organismo vivo, requiere
alimento para poder crecer, su dieta debe ser
balanceada y de acuerdo con sus necesidades,
es por lo mismo que Dios le proporciona dicho
alimento con los nutrientes necesarios. La
Iglesia a su vez debe cumplir con su misión,
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9. ella debe manifestar lo que representa estar
bajo el señorío de Cristo. Si Él es el señor de
ella, se le debe obediencia y sujeción. Es valida
la amonestación una vez hecha por el Señor a
sus seguidores.
La sujeción y obediencia en el
señorío de Cristo
«Porque todas las cosas las sujetó
debajo de sus pies. Y cuando dice que
todas las cosas han sido sujetadas
a él, claramente se exceptúa
aquel que sujetó a él todas las
cosas» (1 corintios 15:27).
La sujeción es la unión con que algo
está sujeto de modo que no puede separarse,
dividirse o inclinarse. Es dependencia, estar
condicionado por algo para existir o tener
lugar. Jesucristo es el Señor y todo está
sujeto a Él, porque todo proviene de Él.
Sujetar es someter al dominio, señorío
o disposición de alguien. Al sujetarnos
a Dios reconocemos Su Señorío en
nosotros.
«Porque en él fueron creadas todas
las cosas, las que hay en los cielos
y las que hay en la tierra, visibles e
invisibles; sean tronos, sean dominios,
sean principados, sean potestades;
todo fue creado por medio de él y
Jesucristo es el Señor y todo
está sujeto a Él, porque
todo proviene de Él. Sujetar
es someter al dominio,
señorío o disposición de
alguien. Al sujetarnos a Dios
reconocemos su Señorío en
nosotros.
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10. para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las
cosas en él subsisten» (Colosenses 1:16-17).
La sujeción es un principio de obediencia, y
denota que se realiza por amor o respeto, mas
no por obligación; cuando existe obediencia
por obligación no se habla de sujeción sino de
dominio. La obediencia es voluntaria.
La obediencia es un asunto de conducta y
la sujeción es una cuestión de actitud interior.
La obediencia se refiere a la acción de cumplir
la voluntad de quien manda o lo que está
dispuesto en una ley o precepto, sea que la
orden prescriba una determinada acción o la
prohíba.
La obediencia depende primero de oír, es
decir, recibir información o conocimiento (Lucas
12:47,48; 1Timoteo 1:13), y luego de someterse
a la voluntad o deseo del que habla o expresa
de otro modo tal voluntad o deseo. La sumisión
depende, a su vez, de reconocer la autoridad
de esa persona o el derecho de pedir o requerir
la respuesta indicada, así
como también del deseo
o disposición del oyente
para satisfacer la voluntad
de dicha persona. Así que
obedecer a Dios implica
subordinar la propia
voluntad a la voluntad de
Dios. “¿Por qué me llamáis,
Señor, Señor, «¿y no hacéis
lo que yo digo?» (Lucas 6:46).
Dios espera de su Iglesia una obediencia
completa a su Palabra, no se trata de, si se está
de acuerdo o no, su Palabra es incuestionable,
el ejemplo se ha de tomar del mismo Señor
que dijo:
«Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer
tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de
mí» (Hebreos 10:7).
Obedecer a Dios implica guardar y obedecer
su Palabra, esto solo es posible si amamos a
Dios. Amar a Dios es entregarle el señorío de
nuestra vida, Dios como Rey y Señor, Su trono,
Su reino en nuestro corazón.
«Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los
holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las
palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor
que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura
de los carneros» (1 Samuel 15:22).
«Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra
guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y
haremos morada con él» (Juan 14:23).
«Ven y sé nuestro único Rey. Que todos los que viven
en la tierra te obedezcan, como te obedecen los que
están en el cielo» (Mateo 6:10 TLA).
La obediencia debe ser la norma de vida
para cada discípulo de Cristo. Es por ello que
Dios en Su palabra, establece como debe ser el
proceder de cada individuo dentro de la Iglesia,
al igual que dentro del seno familiar, incluso
pasando al plano social, donde también al
creyente se le exhorta sobre cómo debe ser su
manera de vivir.
«Solo un corazón obediente puede estar
lleno de Dios. Solo una
familia que obedece a Dios
puede estar llena de Él».
«Por tanto, el que me oye y
hace lo que yo digo, es como un
hombre prudente que construyó
su casa sobre la roca» (Mateo
7:24 DHH).
Jesucristo es el ejemplo
más excelso de obediencia, por esto toda
lengua confiesa que Él es el Señor.
«Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo
también en Cristo Jesús: Él, siendo en forma de
Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la
forma de siervo y se hizo semejante a los hombres.
Más aún, hallándose en la condición de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz. Por eso Dios también lo
exaltó sobre todas las cosas y le dio un nombre que es
sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús
se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en
la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese
que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre»
(Filipenses 2:5-11).
«Solo un corazón
obediente puede estar
lleno de Dios. Solo una
familia que obedece a
Dios puede estar llena de
Él»
10
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11. Un corazón obediente, es un corazón con el
sentir de Cristo.
Ahora bien, la ley de la sujeción dice que
«Nadie puede ejercer autoridad sino está bajo
autoridad» Uno de los ejemplos claves para
esta ley es el caso del centurión romano y la
sanación de su siervo.
«Porque también yo soy hombre bajo autoridad,
y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a
éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo:
Haz esto, y lo hace» (Mateo 8:9).
«quien habiendo subido al cielo está a la diestra
de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades
y potestades» (1 Pedro 3:22).
La autoridad significa el derecho de
gobernar. El derecho legal y/o moral de ejercer
poder, o poder que se posee con derecho.
En la Biblia Dios es presentado como la
autoridad máxima, personal y la fuente de
toda autoridad, «Sométase toda persona a
las autoridades superiores; porque no hay
autoridad sino de parte de Dios, y las que hay,
por Dios han sido establecidas» (Romanos 13:1).
Pero esta autoridad debe ser ejercida
no como un poder, sino como un servicio.
(Marcos10.42-45; 2 Corintios 4:5,10:8,13:10;
1Tesalonicenses 2:6-8 y Filemón 1:8-9).
Una autoridad delegada, es una persona
que recibe y representa la autoridad de Dios.
La autoridad delegada está sujeta a autoridad.
Toda la autoridad pertenece a Dios. Al aceptar
el señorío de Jesucristo sobre nuestras vidas
nos hemos sometido voluntariamente a la
autoridad de Dios.
Por esta razón la Iglesia debe sujetarse a las
autoridades puestas por Dios, para su cuidado
y administración, «Obedeced a vuestros pastores,
y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras
almas, como quienes han de dar cuenta; para que
lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto
no os es provechoso» (Hebreos 13:17). Asimismo
es necesario que la Iglesia reconozca la
autoridad de Dios tambien en la familia y que
cada creyente se sujete a ellas en obediencia
a Dios. A los esposos se les manda a amar a
sus esposas y a cuidar de ellas como Cristo a
su Iglesia, cuando un creyente comprende el
papel que desempeña Cristo como cabeza de
la Iglesia, y que su señorío no se limita a dar
órdenes, sino que se extiende a ser proveedor,
sustentador, a cuidar de su Iglesia, a dirigirla
con sabiduría y propósito. Esto permite a quien
ocupa el lugar de esposo, comprender que es
lo que de él se espera, cual es el encargo que
tiene de parte de Dios para con su esposa.
«Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo
amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella»
(Efesios 5:25).
«Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino
que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la
Iglesia» Efesios 5:29
A las esposas no se les deja de lado, ellas deben
respetar a sus esposos como la Iglesia respeta
y está sujeta a Cristo, la mujer tiene el muy alto
honor de ser comparada con la Iglesia, y de
ella se dice: «Por lo demás, cada uno de vosotros
ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer
respete a su marido» (Efesios 5:33).
«Así que, como la Iglesia está sujeta a Cristo, así
también las casadas lo estén a sus maridos en todo»
(Efesios 5:24).
Los padres y los hijos por igual son incluidos
con derechos y deberes que deben cumplir.
Mientras que a los padres se les exhorta a
cuidar de sus hijos e instruirles en el temor y
el camino del Señor, a los hijos se les ordena
obedecer a sus padres, dejando claro, que esto
es lo justo y agradable para Dios.
«Hijos,obedecedenelSeñoravuestrospadres,porque
esto es justo.» (Efesios 6:1).
«Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque
esto agrada al Señor» (Colosenses 3:20).
Es absolutamente necesario comprender
que la obediencia a Cristo no es otra cosa que
vivir de acuerdo con los encargos que de Él
hemos recibido, viviendo según el propósito
suyo para con nosotros. Cada creyente debe
Jesucristo es el
ejemplo más excelso de
obediencia, por esto toda
lengua confiesa que Él es
el Señor.
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12. esforzarse por conocer lo que es agradable a
Dios, y proceder según corresponda, esto es
someterse al señorío de Cristo.
La sumisión es el sometimiento
de alguien a otra u otras personas.
Sometimiento del juicio de alguien
al de otra persona. Acatamiento,
subordinación manifiesta con
palabras o acciones. La sumisión
a Dios es una actitud interior de
subordinación y acatamiento de
los pensamientos, emociones,
decisiones y voluntad personales a
los y las de Dios, tanto en intención,
como en acción y palabras. Es el acto
por el cual sometemos la competencia
que Dios nos ha dado sobre nosotros
mismos a Dios, renunciando a nuestra
propia voluntad, para someternos a la
de Él. Es mucho más que obediencia.
Es rendición y una actitud interior
de confianza absoluta, plena, en todo
asunto, en nuestro Dios soberano,
amante y omnisciente (Mateo 11:28-30).
La obediencia puede ser obligada,
externa; la sumisión es voluntaria,
interna. Nosotros recibimos autoridad
por medio de la sumisión. Nuestra
autoridad está determinada por aquella
a la cual estamos sujetos (Lucas 7:8), y
ello resume las bases escriturales para
toda autoridad verdadera: una persona
que no está en sumisión, no tiene
derecho a ejercer autoridad
(Eclesiastés 5:8, Efesios 5:21). Cuando
rehusamos someternos a los que tienen
autoridad sobre nosotros, perdemos nuestra
autoridad (3 Juan 9-11, 2 Tesalonicense 3:14).
El servicio es la expresión más elevada de la
autoridad, no el autoritarismo (Juan 15:12,
Filipenses 2:7, Juan 13:15).
La sumisión al Señorío de Cristo es central
en la vida del cristiano (Lucas 14:27). «Y el que
no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede
ser mi discípulo» Obtiene una nueva vida en
el señorío de Cristo, una vida guiada por el
Espíritu.
«Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo
yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó
y se entregó a sí mismo por mí» (Gálatas
2:20).
«Pero los que son de Cristo
han crucificado la carne con sus
pasiones y deseos. Si vivimos por el
Espíritu, andemos también por
el Espíritu» (Gálatas 5:24-25).
«Porque todos los que son
guiados por el Espíritu de
Dios, éstos son hijos de Dios»
(Romanos 8:14).
Una vida familiar
guiada por el
Espíritu
En una vida guiada
por el Espíritu, la
sumisión abarca su
forma de vivir en todas
las dimensiones incluyendo
la forma en que se vive la
vida matrimonial y familiar. La
sumisión es una clave para la
armonía en los matrimonios y la
familia.
«Pero quiero que sepáis que Cristo es la
cabeza de todo varón, y el varón es la
cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de
Cristo»(1 Corintios 11:3).
«Someteos unos a otros en el temor de Dios»
(Efesios 5:21). Al vivir en el Señorío de Cristo, nuestras
relaciones familiares deben ser guiadas por el Espíritu
de Dios» (Efesios 5:22-33; 6:1-4).
“Nuestra forma de vivir
en familia, cuenta a los
nuestros, cuán grandes
cosas ha hecho Dios
con nosotros”
12
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13. Vivir en el señorío de Cristo conduce a una
nueva vida en el Espíritu y se refleja en cómo
vivimos nuestra vida como pareja y como
familia. A quienes primero somos testigos de
la obra de Cristo es a nuestra familia.
«Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como
conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras
mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced
a vuestros padres en todo, porque esto agrada al
Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para
que no se desalienten. Siervos, obedeced en todo
a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo,
como los que quieren agradar a los hombres, sino
con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que
hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no
para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la
recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor
servís.» (Colosenses 3:18-24).
De esto se trata vivir la sana doctrina, el
cambio en la forma en que nos relacionamos
con Dios y con nuestros semejantes que
conduce a una nueva manera de vivir (Tito 2:1-
15). Viviendo en sujeción y obediencia a Dios,
adornamos la doctrina en un fiel testimonio
del amor de Dios que un día resplandeció en
nuestros corazones, para que seamos luz y
podamos conducir a aquellos que nos rodean,
en especial a los nuestros, nuestra familia;
al conocimiento de Dios que los hará sabios
para la salvación que es por medio de la fe en
Jesucristo.
«Así brille vuestra luz delante de los hombres, para
que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a
vuestro Padre que está en los cielos» (Mateo 5:16).
«(…)sino mostrándose fieles en todo, para que en
todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador»
(Tito 2:10).
«y que desde la niñez has sabido las Sagradas
Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la
salvación por la fe que es en Cristo Jesús» (2 Timoteo
3:15).
Nuestra forma de vivir en familia, cuenta a los
nuestros, cuán grandes cosas ha hecho Dios
con nosotros ( Marcos 5:19).
IV. DE LA GRANDEZA A LA
SIMPLICIDAD
IMPLANTANDO EL SEÑORÍO DE CRISTO EN
LOS HOGARES CRISTIANOS
Mientras más sencilla y natural sea la forma
de presentar a Dios a nuestra familia, más
posibilidades hay de que lo conozcan en su
real dimensión, eso sí, la vida del convertido
debe ser consecuente con lo que enseña y
dice haber recibido.
No es bueno que los hijos crean que sus
padres simplemente cambiaron de religión,
cambiaron de templo y cambiaron de vestido ,
cambiaron el misal por la biblia, y en vez de ir
al cine ahora van a la iglesia . Es necesario que
los hijos y familiares vean que hay un Dios que
cambio sus vidas.
Es menester que las familias cristianas
aparten tiempo para la evangelización y
formación espiritual de sus hijos, que le resten
tiempo a los distractores tecnológicos y se
apersonen de los asuntos de la salvación de su
familia. Es necesario que los padres involucren
a sus hijos en el conocimiento de la palabra de
Dios, y de paso que conozcan la magnitud, la
grandeza del poder del Dios.
Un método de cómo enseñar la
Palabra de Dios a sus hijos
A través de tres pasos como, memorizar
algunos versículos de relevancia respecto
a doctrinas fundamentales, establecer un
semáforo de colores para diferenciar los temas
bíblicos y marcar con colores los versículos
según el semáforo establecido, veamos un
ejemplo.
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14. Bautismo en el Nombre de Jesús
Perdón de pecados en el Nombre de Jesús, por su sangre
Espíritu Santo
Idolatría
La segunda venida de Cristo
La gran comisión: ir a predicar el evangelio
sanidad divina
perdonar
1er. PASO
Seleccionar diferentes versículos sobre
doctrinas fundamentales para memorizar, por
ejemplo:
«Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de los pecados; y recibiréis el don
del Espíritu Santo» (Hechos 2:38). (Repetir,
repetir hasta aprender)
2do. PASO
Establecer un semáforo de colores por temas
doctrinales, que puede ser de la siguiente
manera:
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15. 3er. PASO
Marcar los versículos bíblicos con el color
respectivo según el semáforo establecido.
Entonces…
Un versículo que hable del BAUTISMO en el
nombre de Jesús, puede ir con color azul.
Marcos 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y
predicad el evangelio a toda criatura.
Marcos 16:16 Él que creyere y fuere bautizado,
será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
VersículosquehabledelARREPENTIMIENTO
Y PERDÓN DE PECADOS puede resaltarse
con color rojo.
Luc 24:47 y que se predicase en su nombre el
arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las
naciones, comenzando desde Jerusalem
1Jn 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel
yjustoparaperdonarnuestrospecados, ylimpiarnos
de toda maldad.
Jer 33:8 Y los limpiaré de toda su maldad con que
pecaron contra mí; y perdonaré todos sus pecados
con que contra mí pecaron, y con que contra mí se
rebelaron
1 Juan 1:7 y la sangre de Jesucristo su Hijo nos
limpia de todo pecado.
Mar 1:15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y
el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed
en el evangelio
Versículos sobre ser llenos del ESPÍRITU
SANTO, con color amarillo.
Luc 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro
Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo
pidan?
Mar 16:17 Y estas señales seguirán a los que creen:
En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán
nuevas lenguas;
Hch 10:44, 45 Mientras aún hablaba Pedro estas
palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que
oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que
habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que
también sobre los gentiles se derramase el don del
Espíritu Santo.
Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los
gentiles se derramase el don del Espíritu Santo»
Versículos sobre la IDOLATRÍA, color violeta
1Co 6:9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán
el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los
idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
que se echan con varones.
Isa 40:18 ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios,
o qué imagen le compondréis?
Sal 115: Los ídolos de ellos son plata y oro,
Isa 44:9 -15 Los formadores de imágenes de talla,
todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos
para nada es útil; y ellos mismos son testigos para
su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden.
¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen
que para nada es de provecho? He aquí que todos
los suyos serán avergonzados, porque los artífices
mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se
presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados
a una. El herrero toma la tenaza, trabaja en las
ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en
ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre,
y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya.
El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre,
lo labra con los cepillos, le da figura con el compás,
lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre
hermoso, para tenerlo en casa. Corta cedros, y
toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles
del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia.
De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma
de ellos para calentarse; enciende también el horno,
y cuece panes; hace además un dios, y lo adora;
fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él.
Isa 44:16-18 Parte del leño quema en el fuego;
con parte de él come carne, prepara un asado, y
se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he
calentado, he visto el fuego;
y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se
postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo:
Líbrame, porque mi Dios eres tú. No saben ni
15
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16. entienden; porque cerrados están sus ojos para no
ver, y su corazón para no entender.
Obra de manos de hombres.Tienen boca, mas no
hablan; Tienen ojos, mas no ven;
Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas
no huele -Manos tienen, mas no palpan;
Tienen pies, mas no andan; No hablan con su
garganta.
Semejantes a ellos son los que los hacen,
Textos sobre La SEGUNDA VENIDA DE
CRISTO color verde.
Como fue en los días de Noé, así también será en
los días del Hijo del Hombre.
Comían, bebían, se casaban y se daban en
casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca,
y vino el diluvio y los destruyó a todos.
Asimismo como sucedió en los días de Lot;
comían, bebían, compraban, vendían, plantaban,
edificaban;
mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del
cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
Así será el día en que el Hijo del Hombre se
manifieste.
Ts 4:16 Porque el Señor mismo con voz de
mando, con voz de arcángel, y con trompeta de
Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero.
1Ts 4:17 Luego nosotros los que vivimos, los
que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al
Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Stg 5:8 Tened también vosotros paciencia, y
afirmad vuestros corazones; porque la venida del
Señor se acerca.
Apo 1:7 He aquí que viene con las nubes, y todo
ojoleverá, ylosqueletraspasaron; ytodosloslinajes
de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
Textos que hablen sobre LA GRAN
COMISIÓN de ir a predicar el evangelio puede
ir con color marrón
Mar 16:15,16 Y les dijo: Id por todo el mundo y
predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas
el que no creyere, será condenado.
Mat 24:14 Y será predicado este evangelio del
reino en todo el mundo, para testimonio a todas las
naciones; y entonces vendrá el fin.
Mar 13:6-8 porque vendrán muchos en mi
nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a
muchos. Más cuando oigáis de guerras y de rumores
de guerras, no os turbéis, porque es necesario que
suceda así; pero aún no es el fin. Porque se levantará
nación contra nación, y reino contra reino; y habrá
terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y
alborotos; principios de dolores son estos.
Textos de la SANIDAD en el Nombre de
Jesús, color gris.
Mar 1:40 .41 Vino a él un leproso, rogándole;
e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes
limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él,
extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé
limpio. Y así que él hubo hablado, al instante la
lepra se fue de aquél, y quedó limpio.
Mat 14:35-36 Cuando le conocieron los hombres
de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella
tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos;
y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde
de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron
sanos.
Y así sucesivamente…
El perdón
El poder de Dios
Amor fraternal
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17. ...en fin dar rienda suelta a la imaginación,
resulta en un momento divertido, que de paso
arroja una utilidad espiritual al propiciar el
conocer a Dios en todas sus dimensiones.
Además se puede agregar otros temas de
actualidad como:
Adicción a redes sociales
1Co 6:12 Todas las cosas me son lícitas, mas
no todas convienen; todas las cosas me son
lícitas, mas yo no me dejaré dominar de
ninguna.
Luc 11:34 La lámpara del cuerpo es el ojo;
cuando tu ojo es bueno, también todo tu
cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es
maligno, también tu cuerpo está en tinieblas.
Creced y multiplicaos
Identidad sexual a la manera de Dios
Gén 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó.
Deu 22:5 No vestirá la mujer traje de hombre,
ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque
abominación es a Jehová tu Dios cualquiera
que esto hace.
1Co 11:14-15 La naturaleza misma ¿no os
enseña que al varón le es deshonroso dejarse
crecer el cabello?
Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el
cabello le es honroso; porque en lugar de velo
le es dado el cabello.
Rom 1:24-27 Por lo cual también Dios
los entregó a la inmundicia, en las
concupiscencias de sus corazones, de modo
que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
ya que cambiaron la verdad de Dios por la
mentira, honrando y dando culto a las criaturas
antes que al Creador, el cual es bendito por
los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a
pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres
cambiaron el uso natural por el que es contra
naturaleza, y de igual modo también los
hombres, dejando el uso natural de la mujer,
se encendieron en su lascivia unos con otros,
cometiendo hechos vergonzosos hombres
con hombres, y recibiendo en sí mismos la
retribución debida a su extravío.
Esta sencilla actividad hogareña lleva a
conformarfamiliascristianascon fundamentos
cristianos … 2Co 10:5 derribando argumentos
y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo.
«Manos a la obra queridos padres de
familia»
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18. «Más Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a
tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el
Señorhahechocontigo,ycómohatenidomisericordia
de ti» (Marcos 5:19).
«y enséñaselas continuamente a tus hijos; háblales de
ellas, tanto en tu casa como en el camino, y cuando
te acuestes y cuando te levantes» (Deuteronomio 6:7
DHH).
Invitamos a cada comité local a promover
en la familia espacios para compartir la palabra
de Dios en casa con los suyos, y en especial con
aquellos que en su familia aún no han recibido
a Cristo como su Salvador y Señor, Proponemos
algunas actividades en familia donde pueden
aprender y compartir la palabra de Dios.
ALTAR FAMILIAR
No consiste en reunir la familia, y actuar de
manera magistral haciendo lectura bíblica, una
oración, un cantico y un consejo bíblico, y nos
fuimos …este espacio ha de ser aprovechado
al máximo, permitiendo que cada miembro
de la familia participe activamente lo cual se
puede lograr exponiendo un contenido bíblico
que ojalá sea interesante, llamativo y no muy
extenso que contengan un aspecto importante
de la vida cristiana, y formular preguntas
lineales donde todos puedan expresar lo que
entienden y opinan al respecto. Las lecturas
bíblicas del altar familiar han de ser preparadas
por los padres con anticipación, no deben ser
producto de la improvisación y han de tener
un objetivo determinado, por ejemplo:
Las que incrementan la fe en Jesús,
«Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno
de que entres bajo mi techo; solamente dí la palabra,
y mi criado sanará» (Mateo 8:8).
«Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y
tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y
va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo
hace» (Mateo 8:9).
«Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían:
De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta
fe» (Mateo 8:10).
Los que dejan manifiesto su poder, «Cuando
descendió Jesús del monte, le seguía mucha
gente»(Mateo 8:1).
«Yheaquívinounleprosoysepostróanteél,diciendo:
Señor, si quieres, puedes limpiarme» (Mateo 8:2).
«Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé
limpio. Y al instante su lepra desapareció» (Mateo 8:3).
Los que describen su misericordia: su
compasión «Y salió Jesús y vio una gran multitud,
y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas
que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles
muchas cosas» (Marcos 6:34).
Están los milagros de Jesús: (Juan 11:11) «Dicho esto,
les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas
voy para despertarle»
«Yhabiendodichoesto,clamóagranvoz:¡Lázaro,ven
fuera!, Y el que había muerto salió, atadas las manos y
los pies con, vendas, y el rostro envuelto en un sudario.
Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir»(Juan 11:43,44).
Las que describen su majestad y poderío:
«Cambia la tempestad en sosiego, Y se
apaciguan sus ondas. Luego se alegran, porque
se apaciguaron; Y así los guía al puerto que
deseaban» (Salmos107:29-30).
“CUÉNTALES A LOS
TUYOS”
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19. «Pero mientras navegaban, él se durmió. Y se
desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se
anegaban y peligraban» (Lucas 8:23).
«Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro,
Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió
al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza»
(Lucas 8:24).
En fin, son tantas las alternativas bíblicas
que tenemos para convertir este momento en
una magnífica oportunidad de dar a conocer a
nuestro Dios.
Es conveniente hacer preguntas, sondear
la comprensión sobre lo que se lee, colocar
pequeñas tareas para el próximo encuentro.
Es importante dar participación a todos
los miembros de la familia presentes, según
sus capacidades, alguien lee, otro dirige las
alabanzas, otro da un consejo, otro ora por las
necesidades y si quieren exponerlas es bueno
sentir que la familia se apoya mutuamente.
Durante el momento del altar familia no
debe haber celulares activos, ni televisión, ni
ningún distractor, aunque sea un momento
ameno, debe ser tomado en cuenta como
un momento muy solemne donde podemos
conectarnos con Dios y sentir su presencia.
ENCUENTRO FAMILIAR
Desconectarse de los dispositivos modernos
y conectarse como familia es cuestión de
voluntad y de estimar la gran riqueza que
representa abrir un espacio donde se pueda
compartir familiarmente, bien sea dentro
o fuera de casa, el hombre como un ser de
hábitos puede acostumbrarse a estos espacios
si los propiciamos; la salida con amigos
es agradable pero la salida en familia es
necesaria e importante para reforzar los lazos
afectivos y crear las condiciones propicias
para la confianza y el disfrute . esto puede
representar una inversión económica, pero
que, a mediano y largo plazo, arrojará buenos
dividendos. Cuando se trata de salir a comer
fuera, decidimos preparar unas sencillas
hamburguesas en casa donde cada uno tenga
la responsabilidad de hacer algo diferente, está
el que corta el pan, el que rebana el tomate, el
de la cebolla, el que arregla la lechuga, el que
prepara el queso, el que aza la carne, el que
agrega las salsas, el que fríe las papas, el que
prepara los refrescos podría resultar mucho
más beneficioso, familiarmente que salir a
comerlas fuera. Bueno así sucesivamente
cuando determinemos que la familia va
primero, encontraremos muchas maneras
según nuestras posibilidades de lograr el
encuentro familiar.
LA MALETA VIAJERA
Diseñar de manera creativa una maleta
que cada semana o el periodo de tiempo que
consideren conveniente, tendrá una familia en
su casa con una tarea especial dentro de ella
y es la de estudiar la historia de un personaje
de la Biblia y la enseñanza que deja para la
familia. El comité la entregará a una familia
quienes posteriormente en un espacio de
culto compartirán como familia con toda la
Iglesia lo aprendido al estudiar la historia del
personaje bíblico y pasara luego a otra familia,
hasta alcanzar a todas las familias de la Iglesia.
Pueden enriquecer la actividad con otras ideas,
por ejemplo: contar la historia bíblica y lo
aprendido en familia a un familiar inconverso
e invitarlo a la Iglesia.
CENA DE ACCIÓN DE GRACIAS
Organizar una deliciosa cena para invitar
a miembros de la familia extensa, a fin de
agradecer a Dios por sus bendiciones. Puedes
repartir una tarjeta a cada participante para
que escriba allí el motivo por el cual quiere
agradecer a Dios. Puedes empezar con una
hermosa devocional dando espacio para que
todos compartan lo que escribieron y juntos
agradecer a Dios. Finalmente, disfrutar en
acción de gracias la cena en familia.
CUENTA LA HISTORIA
En un momento y espacio en familia,
cada uno tendrá la oportunidad de contar y
compartir su historia acerca de lo que Dios ha
hecho en su vida. Pueden organizar y agendar
los diferentes encuentros en los que cada
miembro de la familia por sorteo o asignación
tendrán la oportunidad de compartir su
testimonio.
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20. TARDES DE PELÍCULA
La familia se reúne a un rato de esparcimiento
en el que con un refrigerio y algo más pueden
divertirse en familia viendo una película de
enfoque cristiano, debidamente seleccionada
a fin de reflexionar a la luz de la palabra de
Dios en las verdades de Dios allí expuestas.
Puedes variar la actividad e invitar a los niños,
jóvenes, parejas o a toda la familia dependiendo
del tema a tratar y de la necesidad que tenga.
En la web encuentras películas cristianas, se
recomienda que, como adulto responsable,
las veas antes y corrobores que contienen los
principios de Dios y que pueda ser útil como
medio para hablar de la verdad de Dios.
JUEGOS DE MESA
En las librerías cristianas puedes adquirir
juegos como las barajas bíblicas, entre
otros, que además de facilitar un espacio de
integración familiar posibilita aprender más de
la palabra de Dios.
LA FAMILIA PINTA
La familia comparte una lectura bíblica y
reflexionan juntos en torno a la enseñanza de
la misma para luego plasmar en una pintura,
cartelera, lo aprendido. La realizan juntos,
donde todos aporten y será exhibido como un
cuadro en un lugar especial en casa.
LA PORCIÓN DIARIA
En un tablero en un lugar visible para todos
en casa, cada día se escribirá un texto bíblico
con una pequeña reflexión. Esta tarea será
llevada a cabo por cada miembro de la familia
por turnos. Puede realizarse también como
PORCIÓN SEMANAL.
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