El sistema educativo español está estructurado en varios niveles principales. La educación primaria y secundaria obligatoria se financia y gestiona conjuntamente entre el Ministerio de Educación y los gobiernos regionales. La educación superior está parcialmente financiada por el estado y también incluye centros privados y concertados, como algunos gestionados por la Iglesia Católica. Los principios fundamentales del sistema son la calidad, la igualdad de oportunidades, la no discriminación y la eficiencia en la asignación de recursos públicos.