Las sombras chinas se originaron en la isla de Java en Indonesia y se popularizaron en Asia antes de llegar a Europa en los siglos XVIII y XIX, representando uno de los primeros intentos del ser humano por reproducir el movimiento en una pantalla. Actualmente, existen libros interactivos que utilizan sombras chinas desplegables para contar historias proyectando las sombras sobre una pared iluminada.