Esta presentación habla sobre qué es la brecha digital entre países desarrollados y subdesarrollados, causas y factores que la provocan y sus consecuencias.
2. ¿Qué es la brecha digital?
La brecha digital se refiere a la diferencia en el acceso y conocimientos de uso de las nuevas
tecnologías. Se suele determinar en base a diferentes criterios, por ejemplo económicos,
geográficos, de género, edad o entre diferentes grupos sociales.
Generalmente se suele distinguir entre primera y segunda brecha digital. La primera brecha
digital hace referencia a la diferencia en el acceso a las nuevas tecnologías. Por su parte, la
segunda brecha digital está relacionada con las habilidades de comprensión y uso de estas
tecnologías por parte de la población que tiene acceso a ellas.
Con el avance de la sociedad de la información parece que las brechas digitales se han ido
reduciendo, sin embargo siguen siendo palpables. Incluso, en algunos casos se han
acentuado, como en el caso de la brecha digital por sexo o por razones económicas.
3. Causas y factores que la provocan
Las causas que provocan la brecha digital se pueden englobar en base a diferente criterios.
Por una parte, están las desigualdades económicas entre diferentes países o regiones. El alto coste de la
adopción de las TIC hace muy complicado que éstas se puedan usar en los países menos desarrollados,
donde las principales preocupaciones se centran en la supervivencia diaria. En este caso, se hablaría de
brecha digital económica.
Por otro lado, está la brecha digital geográfica. Hay zonas que, por su ubicación, tienen más difícil
acceder a las infraestructuras necesarias para tener unos adecuados servicios de TIC. Por poner un
ejemplo, está la diferencia entre las áreas urbanas y rurales. Todavía existen zonas rurales sin cobertura
para internet, o donde el acceso a las tecnologías de la información es muy limitado. Por contra, en las
zonas urbanas hay muchas más posibilidades de acceder a ellas desde el hogar, en las escuelas,
parques, bibliotecas y zonas WiFi.
Otro de los factores que han incidido en la brecha digital es la desigualdad laboral entre hombres y
mujeres. El retraso en la incorporación de las mujeres al ámbito laboral también ha incidido en una
diferencia en la compresión y uso de las nuevas tecnologías entre géneros. En este caso, la brecha se ha
ido reduciendo poco a poco, pero existe tanto en las sociedades desarrolladas como en vías de
desarrollo. Es lo que se denomina brecha digital de género. Esto incide en una serie de desigualdades de
género que, como te explicamos en nuestra guía sobre el Plan de Igualdad en empresas, se deben
erradicar.
4. Consecuencias
Una de las consecuencias de la brecha digital en áreas rurales o remotas es la incomunicación de
los habitantes. En las zonas urbanas se puede dar el efecto contrario, esto es, una excesiva
dependencia de las TIC que provoque un progresivo aislamiento social.
El límite al acceso a conocimientos en el área de la informática y las telecomunicaciones también
puede ser una barrera al desarrollo personal o profesional.
Otra consecuencia de la brecha digital es que hace más patentes las desigualdades sociales. El
analfabetismo digital puede provocar rechazo en diferentes ámbitos, ya sea el social o el laboral.
Por otro lado, la brecha digital es susceptible de seguir aumentando las diferencias económicas
entre las regiones, toda vez que las menos educadas digitalmente no podrán formar parte del
actual mercado de la información, en la que la globalización e internet son los reyes.
5. La tecnología es el pincel con el que se dibuja el futuro
en la sociedad actual. Los avances tecnológicos deben
ser un arma para luchar contra este tipo de
desigualdades. Vivimos en una era de auténtica
revolución y no podemos olvidar que la tecnología ha de
humanizarse para que pueda servir al ser humano y
mejorar la sociedad.
6. La pobreza infantil es una lacra que va más allá de los
países subdesarrollados. En pleno siglo XXI los países que
se consideran avanzados y que están a la cabeza del orden
mundial siguen padeciendo de este terrible problema en
una era en la que la tecnología y los recursos debería
haberla erradicado por completo.
España, pese a estar reduciendo su tasa de pobreza infantil
en los últimos años, mantiene una de las más altas del
continente europeo, estando a la cola de los países
miembros de la Unión en esta materia. Según un informe
elaborado por Unicef, nuestro país se sitúa como el cuarto
de la UE con mayor índice de desigualdad infantil, solo por
delante de Rumanía, Bulgaria y Grecia.
7. El economista premiado con el Nobel argumenta que la
brecha se da principalmente porque a los genios detrás de la
tecnología les resulta más atractivo diseñar una solución
que pueda generar millones de dólares en ganancia en lugar
de atender las grandes necesidades del mundo.
Tal es el caso de Google o Facebook, cuyas soluciones de
publicidad les permiten reportar ingresos anuales de 90.272
millones de dólares y 27.638 millones de dólares,
respectivamente.
Por otra parte, los fundadores de estas empresas poseen
una riqueza de 50.000 millones de dólares y 48.800 millones
de dólares en el caso de Larry Page y Sergey Brin. El
patrimonio de Mark Zuckerberg es de 73.200 millones de
dólares.
Bridgefy nació como una aplicación que buscaba beneficiar
a las personas sin la posibilidad de pagar un plan de datos.
Hoy la compañía de Ríos vende su tecnología a grandes
corporaciones para que las aplicaciones de esta firma
operen sin la necesidad de que sus usuarios tengan internet.
8. En septiembre pasado, Apple presentó dos smartphones. Uno cuyo valor es de
699 dólares y otro que alcanza los 999 dólares. Ambos guiados al sector medio
alto y alto de la población.
Con el costo del teléfono más accesible de esta tecnológica, se pagaría todo
un año a una de las personas que forman parte del 10,7% de la población
mundial que vive con 1.90 dólares por día. El precio del iPhone X de 999
dólares representa un año y medio de lo que percibe una de estas personas.
Para el economista Muhammad Yunus, ganador del premio Nobel de la Paz en
2006, lanzamientos como los de Apple solo provocan una brecha más amplia
entre la tecnología y los sectores más pobres de la población mundial.