2. Encuentro por Relator Noviembre de 2.006 Llegaste por Relator y se iluminó la calle, tan sólo con tu esplendor quedó quieto hasta el olor del incienso al perfumarte. Llegaste por Relator y musité un Dios Te Salve, abstraído en tu perfil de anacarado marfil como perla de los mares.
3. Llegaste por Relator y el Niño te sonreía, mientras los Santos rezaban y a tus plantas aclamaban la Pureza de María. Llegaste por Relator y se me paró la vida, cuando adiviné tu manto que suave se iba alejando con musicales mecidas.
4. Otro encuentro Noviembre de 2.007 Este año tu pellizco no ocurrió por Relator; sino justo en la esquinita que llenaste de sabor de la calle Marcos Sancho con Conde de Torrejón. La fragancia de los nardos presagiaban tu llegada, y entre la cal de la calle la cal de tu rostro andaba para pararse de frente entre una nube incensaría.
5. Los sones de Dulce Nombre al cielo te levantaban y mostrando tu perfil poco a poco caminabas perfumándonos la calle de belleza sobrehumana. Y en la esquina se perdía tu manto de filigranas con Sevilla Cofradiera, y los Santos a tus plantas extasiados otro año uno a otro comentaban: Reina de todos los Santos; no se puede ser más guapa.
6. Buscándote Noviembre de 2.008 De nuevo andaré buscando tu encuentro en la anochecida por las esquinas perdidas que vas con tu andar callando a quien busca venerando tu dulce y tierna mirada, la que a modo de llamada tu Hijo te solicita y con su mano bendita busca acariciar tu cara.
7. Otro noviembre buscando por calle Feria tu aroma que perfumando se asoma por una ojiva brotando cual rosa desafiando a este otoño de alhucemas, que en tus pestañas morenas se rinde ante tu hermosura y rozando tu blancura se convierte en azucenas.
8. Yo no sé donde este año encontraré tu dulzura que buscaré en la finura de tus andares de antaño sabiendo que el desengaño nunca llenará el momento, pues en todos los encuentros que los dos hemos tenido Tú a mi siempre me has vencido llenando mis sentimientos.
9. Quintillas Noviembre de 2.008 Tres décimas para buscarte y tres quintillas de encuentro, para poder expresarte lo que me representaste al ver de frente el momento: No sé lo que te tocaban, ni sé como olía el incienso, no sé quien cangrejeaba ni sé que Santos llevabas ni sé que flor te pusieron… Solo sé que te paraste antes de Antonio Susillo, y con tu Cara borraste el reflejo destellante del brillo de tus zarcillos.