10. Las rosas de tu ropa se abren aturdidas y ensimismadas miran la dulce sensación, que encuentra el que se topa con la Dulce Mirada de la Tez inclinada de tu hermosa Pasión.
11. Las rosas que te visten embriagan de perfume el aire que consume la cera de tu altar, y perplejas asisten al milagroso acto que convierte en impacto tu humano caminar.
12. Las rosas que te adornan al invierno no temen ni al frío que requeme su dulce juventud, y tranquilas exornan al Dulce Jardinero que con su Amor sereno las inunda de Luz.