Pequeñas historias-inmensas-de-río-gallegos

PEQUEÑAS HISTORIAS INMENSAS
DE RIO GALLEGOS
Sebastián Tresguerres

Pequeñas historias inmensas de Río Gallegos.
Derechos de autor liberados, Literary Open Source (libre disponibilidad absoluta
para copiar, modificar, leer o eliminar)
@ copyleft Sebastián Tresguerres/2015
Impreso en bits en el año 2015 en la propia computadora escuchando música
gratuita.
ISBN free.

Las siguientes historias son reales y ocurrieron en Río Gallegos. En estos
últimos años fui recopilando en mi memoria historias que me fueron contando
o que fui escuchando, incluso he vivido alguna. Muchas de éstas son historias
mínimas, pequeñas, otras no tanto. La idea fue volcarlas en escritura para que
quede un testimonio, breve, de sucesos e historias de la vida que han ocurrido
o suelen ocurrir en esta ciudad, ya que es algo que no abunda en nuestra
literatura.
Algunas de las historias me fueron contadas por muy buenas fuentes
indirectas, otras por fuentes directas o por los personajes mismos, pero
siempre cabe la posibilidad de alguna deformación involuntaria (aunque seguro
pequeña). Digamos que el conjunto de estas historias tiene un margen de error
(de alejarse de la exactitud total de como ocurrieron) de un cinco por ciento.
Ocurrieron así o casi exactamente así en la vida real, en la vida nuestra.
En unas pocas de las páginas, para complementar el tono del registro, se
incluyen unas estampas que son más descripciones o pensamientos que
historias. También hay un manojo de citas.
Debajo de cada historia hay una fecha correspondiente aproximada.
A ninguna la he conocido por los diarios (aunque cabe que los hechos
principales de alguna de ellas pudieran haber sido publicados como noticia en
su momento, lo desconozco).
ST, Río Gallegos, mayo de 2015.

1
La luna iluminaba las cúpulas blancas aéreas que parecían el
pensamiento de la noche.
Los jóvenes habían robado el auto de un tipo que jugaba al pool dejando
las llaves en la campera sobre la silla. Dieron vueltas por la ciudad como
si el auto fuera de ellos. Compraron unas cervezas y fueron a tomarlas a
la ría. Sólo eso. Robaron el auto para nada y el destino los llevó a pasear
a la costanera, ¿o acaso la vida tiene algún sentido?
En el cielo las nubes parecían cúpulas blancas, un pensamiento de la
noche inútil. Daba lo mismo que no fueran los dueños del auto, ser
dueño de algo va y viene, sobre todo va.
Tres horas después la policía arrestaba a dos de ellos, el tercero había
tenido sueño un rato antes y lo habían dejado en su casa.
(2014)

2
El muchacho había tomado vino y pastillas. Algo desde el interior de su mente lo
hizo salir a la calle para ir al kiosco. Astronauta caminando por la vereda con un
tramontina. Pasaba caminando una mujer y desde el interior de su mente le
dijeron que la asalte, que le robe el celular. Blandió el tramontina etéreamente y las
palabras con que pronunció el asalto apenas se entendieron. La mujer salió
corriendo, cosa que no podía hacer el astronauta. El asunto se olvidó de
inmediato en el interior de su cabeza y siguió caminando por la vereda, no
sabemos si ya se había olvidado de la decisión de ir al kiosco. Justo pasó otra
dama distinta y ocurrió otra vez todo lo mismo. En el interior de la mente quizás
los dos asaltos habían sido uno solo, o ninguno. Se sentó en la vereda porque el
sueño se hizo sueño. La policía media hora después lo encontró y fue arrestado
sin oponer resistencia, sin oponer consciencia.
(2014)

3
Dos alumnas adolescentes llegan tarde a la clase de educación física. La profe las nota
raras y les pregunta por qué habían llegado tan tarde, una de ellas le termina avisando
que habían fumado marihuana y que no le convenía, a la profe, denunciarlas ante los
directivos de la escuela. Más tarde la profe va y habla con el director, le comenta
todo, y el director le aconseja que mejor no haga nada porque una de las pibas es
bastante heavy y puede terminar rompiéndole el auto, mejor quedarse mutis.
(2013 o 2014)

4
Hay una chica joven y una mujer sentadas a una mesa chica en un taller literario, el
tallerista es un escritor local conocido en el rubro en esa época y está presente otro
escritor que de casualidad pasaba y se sentó a escuchar un rato. De entrada la mujer
más adulta llora, está emocionada, tiene una vida aparentemente difícil y es muy
importante para ella, por fin, iniciar ese taller, ella en su casa escribía pero como a
escondidas, era una pasión oculta, una especie de semilla que algún día germinaría y
éste era el día, se vislumbraba un nuevo mundo. La otra chica estuvo casi todo el
tiempo callada. El escritor que dirigía el taller empezó a dar un discurso sobre lo que
la literatura es, sobre el oficio de escribir y lo que para él significa el ser un escritor en
serio. Él era escritor las veinticuatro horas de todos los días y para él la literatura lo
era todo, dijo. Su casa estaba repleta de estantes con libros, venía escribiendo no sé
qué desde hace no sé cuánto tiempo, escribir era su misión en la vida, su plan,
etcétera. Habla de que no hay que flaquear en ningún momento, hay que darle y darle
incluso cuando se está descansando en el sillón del living o cuando se está en la cama
a la noche antes de dormir, ¿o qué antes de dormir?, también durante los sueños. En
un momento dice que tiene un hijo bebé, que requiere tiempo y cuidados, pero que
igual se las arregla para seguir escribiendo cuando está en casa. El escritor que está de
paso le pregunta con ironía, en broma, si había llegado a escribir sobre el bebé, o sea
en la piel del bebé, si justo le surgía la inspiración cuando le estaba cambiando los
pañales. A esa altura el tallerista ya estaba lanzado, cebado, sin retorno. Cualquier
retroceso sería una concesión, un fracaso. Tuvo. Tuvo que decir que sí. Que había
llegado a escribir sobre el bebé con una birome una vez que le llegó la inspiración
cuando le cambiaba el pañal, y lo dijo serio. Hay que decirlo: tal vez esto había
terminado siendo verdadera literatura viviente, ese momento ocurrido en el complejo
de la cultura, ese disparate de locura mentida y por lo tanto también locura. El
escritor que estaba de paso, aún sabiendo que el otro mentía, tuvo la necesidad
inconsciente de ponerse del lado del bebé, le surgió la ética de que no es bueno que a
los bebés se los raye ni se los escriba, así que saludó a todos y se despidió porque se
le hacía tarde.
(2011)

5
Despedida de soltero hay una sola y estaba bailando cumbia lenta en el medio del
salón entre oscuro y violeta con el hocico apoyado en el pecho de esa dama y los ojos
cerrados disfrutando de un perfecto mareo alcohólico mientras los amigos tomaban
algo en la barra. Los amigos que tomaban algo en la barra de pronto se sobresaltan
cuando ven por la ventana pasar a la futura esposa del que bailaba en el centro del
salón oscuro y lila; entra la novia junto a unas amigas, lo pesca al bailante novio con
el hocico acomodado y las dos manos abrazando lo de abajo de la espalda, los ojos
cerrados que se abren para ver a su futura esposa y el mareo alcohólico merma
bajado por la adrenalina y se ponen a discutir en el salón, el hombre también se
termina enojando, como único recurso, y sale puteando del bar de tragos, cruza por
una pampa inmensa, atraviesa una laguna de mierda y se interna en la noche.
(2000 y pico)

6
Ese vecino tenía un pit bull, una de las razas más peligrosas de perros, wikipedia dice
que en Australia está directamente prohibido importarlos y que a los que ya existen es
obligatorio castrarlos para ir eliminando la raza que es tan peligrosa, en Australia, eso
dice wikipedia. Acá, en el barrio Belgrano, el tipo lo dejaba suelto en la calle. El pit
bull arremetió contra el perro de un vecino en la vereda y quedó prendido con su
mandíbula a una pata, gente del barrio que pasaba no lo podían separar, un pibe hasta
le pegaba con un palo y el pit bull seguía prendido, enceguecido de ira, a la pierna del
otro perro. Quedó tan destruida la pata que el veterinario tuvo que amputarla. La
dueña del perro víctima llamó a la policía apenas ocurrido el hecho para que hicieran
algo al respecto, llegó un cana y fue a la casa del dueño del pit bull, el dueño del pit
bull insultó al policía, "mi perro necesita salir a tomar aire como todo perro", el
policía se fue refunfuñando, el dueño del pit bull después también insultó a la dueña
del perro mutilado cuando le pidió que aunque sea le pagara lo que había costado el
veterinario. A todo esto ella estaba sola en la casa esos días, el marido había ido a
trabajar al campo, cuando vuelva hay que ver qué pasa.
(2015)

7
Dicen que su hermano, uno de los funcionarios más desfachatadamente chorros de
los últimos tiempos en que aún sobraba guita como para robarla descaradamente y
no con un poco más de cuidado como es que hay que robarla ahora, fue quien le
pagó la operación de implante de siliconas a ella, a su hermana, por lo tanto en las
lolas de esa mujer habría una gota del dinero que fue saqueado en esta era a la
provincia. Si es así como dicen, la mina tiene una pequeña parte de Santa Cruz en las
tetas.
(2014)

8
El auto estaba moderno y perfecto, el cinturón de seguridad puesto, el seguro
pagado, pero la conductora necesitó debatir diez minutos con el joven agente de
tránsito, ella sentada con el cinturón puesto, ventana bajada tres cuartos, balizas
encendidas, para convencerlo de que ella no tenía la culpa de que Roca, la calle del
domicilio de su carnet de conducir, había cambiado de nombre unos meses antes.
(2011)

9
Entre la maraña de papelitos arremolinados en el tacho, en casi todo el piso y sobre
todo en los rincones del interior del sucucho, había dos perros callejeros grandes
durmiendo, parecían esos lobos marinos que descansan arrojados en la playa en una
siesta infinita. Era de noche, a la puerta de acceso al cajero automático no le andaba
la traba y el cajero no tenía plata, la luna brillaba.
(2014)

10
Era mediodía y en pleno centro había una mujer coreana tirada en la vereda
sufriendo y un hombre coreano parado al lado de ella esperando a que llegara una
ambulancia. La vereda tenía un tramo de un metro cuadrado sin baldosas, con tierra y
piedras encastradas, y la mujer se había tropezado y lastimado muy feo una pierna.
Dos semanas después, después de años, la vereda fue emparchada.
(2013)

11
Se sabe que acá hay muchos sementales. Algunos sociólogos informales, analistas de
la vida, dicen que la falta de shoppings, de museos, de cines, de empresas, de predios,
de campeonatos, de peatonales, de playas, de días sin viento, de eventos, de calor, de
sentido, de proyectos, de plazas, de infraestructura, de iniciativas gubernamentales, de
gestión, de teatros, de créditos amplios a largo plazo, de concursos, de talleres
artísticos, de lugares cerrados para que toquen bandas, de boliches lindos para gente
adulta, etcétera, son una carencia que algunos terminan canalizando hacia el sexo.
Pero el caso de este tipo es interesante porque el mismo día en que en el hospital
regional su esposa estaba internada para parir, su amante estaba en otra habitación de
ese mismo hospital también pariendo un hijo suyo. Se le habían juntado los partos de
su esposa y de su amante para el mismo hospital y el mismo día. Al menos eso es lo
que dicen, y la fuente es buena. Los familiares de la amante sabían que el hijo había
sido concebido con leche suya y lo querían cagar a trompadas ahí mismo, adentro del
hospital regional.
(aprox. 2010)

12
Una conocida de un conocido trabajaba como mucama en ese hotel que existe desde
hace décadas y que fue comprado por un funcionario, en ese momento funcionario y
ya no, vaya a saber si por cuenta suya o de otro, y ese funcionario dicen que ya
vendió ese hotel, vaya a saber si por cuenta suya o de otro, resumiendo el hotel vaya
a saber ahora de quién puta es pero la cosa es que dice quien fue mucama que éste
tipo, no viene al caso decir su preferencia sexual, solía invitar amigos de otras
ciudades y se alojaban en el hotel cuando era aparentemente suyo y a veces la
mucama al otro día encontraba en las habitaciones paisajes innombrables, cosas
increíbles, desechos de todo tipo, como si en la habitación se hubieran filmado juntas
Pulp Fiction y Trainspotting.
(2014)

13
Era tan burdamente corrupto que tuvo que ser echado como una rata del gobierno él
y casi todos sus acólitos y ahora él puso un pelotero en el que tus pequeños hijos
juegan chochos.
(2011)

14
Hay un club de tenis de conchetos y un club de tenis de progresistas.
Los pobres no juegan al tenis.

15
Era encargada de servir café en una dependencia pública, no le faltaba mucho para
jubilarse. En el lugar de trabajo a veces se la veía. Cuando iba, servía solamente el
café a un par de funcionarios top, de top para abajo jamás. A veces llegaba nunca, a
veces llegaba temprano para irse sin que el sol se hubiera movido mucho, muchas
veces llegaba tarde y tarde nunca se iba. De cabeza que a los feriados "puente" les
hacía el puente más largo. Poner a hervir el agua en la pava era todo un posgrado y
cuando servía el café a los pocos elegidos (dos o tres) era casi como que el jefe en
cuestión que era servido le estuviera prestando a ella el servicio de dejarse servir café
y no a la inversa. Era como si mirtha legrand te estuviera sirviendo un café a modo
de autógrafo. Ya ni siquiera no se la quería, ella era un resultado más del sistema,
burocracia viviente, compañera de sueldos.
Un día había convulsión general en toda la administración por lucha de aumentos,
ese día justo la mujer cafetera fue al trabajo y vieras cómo se quejaba ante sus
compañeros con furia y convencimiento, si hubiera tenido el poder suficiente y si
armar una revolución no costara trabajo la hubiera armado, el porcentaje de aumento
que quería dar el gobierno era bajo y ella, la cafetera que apenas servía café y a veces
iba a trabajar y cuando iba no se quedaba más de tres horas promedio, merecía un
aumento acorde al enorme esfuerzo de estar existiendo.
(2013)

16
Este hombre solía beber y cuando volvía a su casa llegaba apoyándose por las
paredes de los vecinos, como esos que trepan montañas verticales pero este tipo con
los pies en la vereda y hacia el costado, deslizándose para allá, siempre para la
izquierda porque se vuelve siempre de los mismos bares, por eso tenía el cachete
derecho raspado, ya echó cicatriz permanente en la cara de tanto deslizar por el
revoque de las casas vecinas su palma, su rostro, su otra palma.
(2012)

17
Quisiera atemperar esta pequeña inmensa historia eligiendo palabras vuelteras para
que pueda ser leída por gente no acostumbrada a asimilar asuntos sexuales pero será
casi imposible. Este muchacho era lo que en grandes metrópolis se diría un “adicto al
sexo onda michael douglas en su época de la sharon” aunque acá aplica más justa la
frase “a cojer que se aburre el mundo”.
Este hombre, adulto pero joven, incluso había empezado a ir al sicólogo porque
notaba que quería fornicar a tiempo completo, como idea fija, y ya había tenido
alguna situación de riesgo. Pero lo que quiero contar es que este muchacho en un
momento salía con una mujer, era su novia oficial, cuyo padre, o sea el suegro del
muchacho, al parecer era piola y un día el muchacho y el suegro terminaron,
seguramente después de un asado con mucho vino, en una misma habitación con
una misma prostituta. De más está decir que la situación era bizarra si el suegro se
maravillaba introduciendo pastillitas de menta, fenómeno al parecer cautivante. En
un momento, cuando el suegro estaba en eso o en otras cosas, quedó con el traste
para arriba, y surgió en el muchacho un impulso en extremo escatológico, supongo
que uno de los puntos más bajos a los que ha llegado en su carrera genital. Se tentó.
Abrió las patas un poco y se acercó desde atrás ya afilando el cuerito. El suegro, por
más que también bizarro, tuvo otro límite y se sorprendió en serio: "¡me querés
culiar!", le grita al yerno. Por suerte, así esta historia termina con final ético, el suegro
se negó.
(entre 2005 y 2010)

18
Viajaba a Buenos Aires y cuando llega al aeropuerto le dicen que no podrá volar, su
asiento había sido reasignado a otro, debía tomar otro avión. Pero él tenía que viajar
sí o sí en ese vuelo porque al otro día temprano tenía una reunión de trabajo
importante. Se puso firme y se negó a muerte a viajar en otro avión, armó un
quilombo importante. Finalmente logró hacer valer su derecho, le dieron su asiento
original en el vuelo original que le correspondía. Al subir al avión ve que en su misma
línea de asientos, butaca de por medio, estaba sentado un conocido personaje de la
política santacruceña, no exactamente un político ni un funcionario sino más bien lo
que se dice "un poderoso empresario". El poderoso empresario había querido volar
con toda su línea de asientos para él solo, había pretendido tener para él las tres
butacas para viajar más cómodo, y casi lo había logrado.
(entre 2007 y 2010)

19
Esta funcionaria de cuarta línea había estado con aquel, con éste, con el otro, con
más de un funcionario de distintas líneas superiores o hasta digamos “político con
trayectoria propia”, que habían metido cuernos a sus respectivas esposas para hacer
chanchadas con ella, o no digamos chanchadas, digamos “todas las cosas que una
mujer y un hombre pueden hacer”. Pero parece que las respectivas esposas se fueron
enterando o al menos fueron sospechando y cuando ese avión con funcionarios
gubernamentales viajó a china de gran joda, o sea para buscar inversores para el país
y la provincia, alguien dio el visto malo y la bajaron, no pudo viajar, empezó a caer en
desgracia.
(creo que 2011)

20
Cuando fue el incendio del edificio público quedó casi todo destruido y negro. Bien
temprano a la madrugada alguien que trabajaba en esa dependencia fue a ver si podía
rescatar cualquier cosa que no se hubiera quemado entera y se encontró con que una
de las poquísimas cosas que más o menos se habían salvado era ese inodoro que un
tipo humilde venido de barrios lejanos estaba cargando en la caja de su camioneta y
se iba.
(2013)

21
Una empleada de un comercio tuvo un problema de salud serio y le fue todo un tema
seguir sobreviviendo. Tenía una obra social privada que le buscaba la vuelta para no
derivarla a otra ciudad con la excusa de que acá hay un hospital complejo, ese
hospital al que los que pueden le huyen como si fuera la lepra misma (aplica bien la
alegoría de una enfermedad obsoleta). Después estaba el tema de conseguir la licencia
por enfermedad y no perder el trabajo. Fue una complejidad de contingencias
administrativas y de lucha, sumando al calvario directo de la afección de salud. El
dueño del comercio también tuvo complicaciones ya que debió seguir pagándole el
sueldo a la empleada durante meses aunque no fuera a trabajar, a la vez que pagarle a
un empleado nuevo que la suplantara, consultas con abogados laborales (al igual que
por su lado la empleada), etc., etc.
Y acá concatenamos la historia de una mujer que había empezado a trabajar en un
área sensible del hospital regional, estuvo un tiempo en un estado digamos de prueba,
digamos pre-planta, y exactamente al día siguiente de ser pasada a planta permanente
(me lo dijo una fuente directa) se pidió carpeta y viajó a su ciudad natal supongamos
que a boludear y a festejar que ya tenía la vida asegurada. La gente de ese sector al
poco tiempo tuvo que pedir que fuera trasladada a otra área porque allí no servía más
(laburaba poco cuando iba, o no iba).
(2015)

22
Es alguien que cobra un sueldo que le sobra para vivir y viajar a europa dos veces al
año, tiene no pocas propiedades, no se lo puede echar de su trabajo en esa institución
pública a la que todos quieren entrar, y no tiene nada que ver con la política. Se
supone que podría ser una persona libre e independiente, tiene todas las herramientas
para ser un alma más o menos justa y más o menos valiente, pero ocurre lo contrario.
Jamás esta persona, salvo escondida entre los seres más cercanos, va a decir una sola
oración a favor de cualquiera que “atente” contra el sistema. Pertenecer y ser son la
misma cosa. No ama a los amos de todo esto porque eso sería amarse a uno mismo y
jamás odiará a los amos de todo esto porque eso sería odiarse a uno mismo. Los
“amos de todo” son un efecto recursivo sin final y sin semilla. Nadie es los amos y
todos son los amos. Nunca se llega al final, nunca se llega al fin, siempre hay alguien
más, siempre hay algo más, y el comienzo no empezó nunca. Hay que cuidar la
fuente de injusticia.
(200? y continúa)

Tanto como
alimentarse de un
pueblo, la poesía
alimenta al pueblo. Se
trata de un doloroso
intercambio. Si el
pueblo le da
substancia a la poesía,
la poesía le da voz al
pueblo. ¿Qué hacer
con un pueblo
silencioso, que ni
quiere oír ni quiere
hablar? Y ¿qué hacer
con una poesía que se
alimenta de aire y
soledad?
/Octavio Paz

23
Un tipo fue a visitar a una amiga a la casa y en un momento cayó el exnovio de ella,
tocó a la puerta que por suerte estaba con la llave puesta, quería entrar, el hijo
adolescente de la mujer se puso como loco y agarró un palo porque el exnovio era un
tipo violento como corresponde a estas épocas. Pasó un buen rato y el amigo se tenía
que ir. Como el exnovio de la amiga seguía merodeando la casa y vigilando la cuadra,
tuvo que escaparse por los techos de las casas.
(aprox. 2010)

24
Dos hombres solicitaron audiencia y fueron a hablar, amistosamente, con este alto
directivo de un área de la municipalidad que tenía que ver con la pregunta que harían.
Los hombres pertenecían a un partido político contrario pero iban en son de paz y
tenían un conocido en común con el directivo. Querían saber, cordialmente, por qué
en tal esquina de tal barrio se desbordaba sistemáticamente la cloaca, inundando la
cuadra. El directivo fue tanteando el tenor de la charla y de a poco entró en
confianza visto que los platicantes no tenían mala leche y eran tan inofensivos como
casi el resto de los habitantes de la ciudad. Terminó durando hora y media la charla y
el directivo hizo catarsis, fue un paciente en sesión de sicoanálisis ¿o quién sabe si no
sería dramaturgia de catarsis, búsqueda de generación de empatía? Se mostró
indignado por lo que pasaba en la ciudad (poniendo cara de perro abandonado como
para que pasara desapercibido que por lo tanto debería estar indignado de su propia
gestión), y dijo que lo de las cloacas no tenía solución real. Se había roto una bomba,
pero la solución de fondo sería cambiar las tuberías totales de la ciudad además de
agregar más desagües y bombas nuevas. Para hacer eso, se necesitaba no sé cuánta
imposible guita. Hablando de más temas dijo que los camiones de recolección de
basura del municipio están obsoletos, que algunos andan de casualidad y porque él o
algún otro pagan de su bolsillo cuando se rompe algún pequeño repuesto, que los
camiones además son pocos para el tamaño que va teniendo la ciudad luego de
haberse expandido tanto y tan descontroladamente, y que él les opinaba a los
muchachos que habría que sectorizar la ciudad en dos partes y que la basura debía
sacarse en días alternos según el sector, lo extraño es que este directivo era el que
tendría que decir “esto se hace así”, no “sugerirle a los muchachos” y que nadie diera
bola. Al final de la charla el directivo acompañó a los dos hombres hasta la puerta de
entrada y puso especial cuidado en ir saludando a todos los empleados del edificio
que le fue posible saludar. Fue notorio ese objetivo, mostrarse popular con sus
empleados, hacer notar, aunque sea forzadamente, que se lleva bien con sus
trabajadores, o al menos con algunos de ellos. La ciudad está hecha mierda, su
función pública es imposible de ser cumplida, pero algunos empleados lo saludan
normalmente. Algo es algo.
(2015)

25
Cuando se ponen muchos ñoquis en una misma olla y pasan tiempo cocinándose, se
terminan pegando, se hacen un masacote, forman una masa nueva y más grande,
dejan de ser ñoquis, se hacen sistema, se olvidan de que son ñoquis, juran que no son
ñoquis, se creen ellos mismos que no son ñoquis, además hay otros que van a
trabajar sólo un par de horas y no hacen nada entonces cuál es la diferencia.

Algunos aprendieron a viajar con su mordaza
y éstos fueron más hábiles y adivinaron un
país donde la traición no es necesaria: un país
sin verdad.
/Antonio Gamoneda, Descripción de la
mentira.

26
Se juntaban dos o tres escritores y uno invitó al cuarto, no muy afín a los otros, a
charlar en el grande pero precario hall-bar de esa feria de artesanos y artistas que se
ubicaba en la lisandro de la torre. El cuarto escritor se sorprendió cuando el más
viejo de todos, después de sentarse como los otros a la rústica mesa redonda en la
que se bebió con vasos de plástico, sacó un alicate de su bolsillo y se puso a cortarse
las uñas ahí mismo en la mesa.
(aprox. 2011)

27
Era una marcha a la legislatura provincial en contra de la ley de lemas que se votaba
ese día. A la hora en que se estaba tratando el asunto había afuera en la calle, al pie
del edificio bordeado con vallas, gente de agrupaciones partidarias opositoras, de
algún gremio, y pocos ciudadanos independientes. Había uno o dos policías a la vista
en la entrada del edificio y el gobierno no necesitó mandar fuerzas de choque porque
la gente que marchó no fue mucha, ponele quinientos, ponele cuatrocientos. En las
ventanas del edificio de la cámara legislativa, a la altura de un tercer piso, podían
verse cada tanto a sujetos que se asomaban y miraban hacia afuera; los que estaban
abajo en la calle podían adivinar en las miradas de los de las ventanas un sentimiento
de sorna, de estar disfrutando del fracaso de la marcha. En eso, uno de los tipos que
estaba marchando identifica a uno de los mirones de las ventanas, era el muchacho
que atiende en su almacén del barrio, un muchacho simpático y bien predispuesto,
que aparentemente tiene dos trabajos igual que tanta gente.
(2014)

28
Varios dicen que cambiaron mucho quiénes son y quiénes eran las familias ricas y es
otro el tipo y la magnitud de la riqueza. Hay familias que hace veinte años eran
“ricas” con un 505 y ahora se les complica conseguir un jardinero. Las familias ricas
de ahora tienen varias casas en distintas ciudades y un auto importado como mínimo.
El otro día, una señora que vive en una casa grande de un barrio lindo, vestigio de
buen pasar del antiguo pero con una economía actual totalmente estándar, le pidió a
un jardinero si, mientras el hijo del jardinero cortaba el pasto, él no le podía podar
una enredadera que le estaba entorpeciendo la puerta del patio (padre e hijo se
dedican a la jardinería como un negocio de familia y a veces trabajan juntos en el
mismo jardín). El hombre podó la enredadera en quince minutos y quiso cobrarle,
por eso sólo (sin incluir la cortada de pasto del hijo), varios cientos de pesos. La
señora se negó a pagarle tanto porque le pareció más que mucho una exorbitancia. El
hombre se puso violento, habló de cuestiones de clase, de “ustedes los ricos”, gritó,
arrojó alguna herramienta al suelo, llamó a su hijo diciéndole que se iban (para
siempre), el hijo del jardinero miró a la señora con vergüenza, con pena, como
resignado; cuando el padre salió de la casa le dio a entender a la mujer que el padre
era un tipo violento que tenía esos arranques. La señora de la casa cuando se fueron
se puso a llorar. Pero lo que sí es cierto es que algunos de los nuevos ricos pagarían
lo que pidió el jardinero.
(2013)

29
Hacía poco que esta chica había venido a Río Gallegos acomodada en un ministerio
(la chica era de la misma provincia que el ministro y de ahí se conocían). Un grupo de
nuevas amigas de su nueva ciudad amablemente intentó integrarla, la ayudó y la
acompañó para que ella no extrañara. De repente, ese ministro pegó un cargo top en
una institución de orden nacional y la chica se fue con él a Buenos Aires de la
mañana a la noche, se fue de la ciudad tan rápido como había llegado. La chica casi ni
se despidió de las nuevas amigas, se fue y desapareció.
Varios meses después, una de esas ex nuevas amigas se la cruzó sorpresivamente en
un conocido pub de Río Gallegos. “¿Qué hacés en Gallegos”?, le preguntó. La
habían traído a votar.
(2010/2011)

30
Alguien que había tenido a cargo la cultura de la provincia organizó una ida a cenar
con dos escritores y un cineasta o digamos artista audiovisual y pasó a buscar en su
auto a todos. Fue una parrillada con vino en un restaurante céntrico y a la hora de
pagar la cuenta fueron dos los que pagaron todo, uno de los escritores y el ex
funcionario de cultura, ya que el otro escritor y el cineasta andaban en época de
malaria económica. Al terminar la cena, el de cultura se ocupó de repartir a los tipos
en sus respectivas casas. Pero el escritor que no había puesto un peso para la cuenta
pidió pasar por un cajero automático, bajó mientras los otros lo esperaban en el auto
en marcha, y después en vez de que lo llevaran a su casa pidió que lo dejaran en los
quilombos. No había tenido dinero para pagar su parte de la cena pero sí para irse de
putas en la mismísima cara de los otros. El de cultura y el otro escritor, al pagar la
cuenta, le habían estado subvencionado la pija.
(aprox. 2008)

31
Un muchacho tenía un carguito en un ministerio pero cuando cambió su jefe lo
volaron de su oficina, no encontraba buen lugar donde sentarse entonces dijo “no
vengo más”, y no fue más. A modo de trabajo va a militar a la básica. Sigue cobrando
el sueldo del ministerio.
(2014)

32
Me pregunto qué es el humo. ¿Lágrimas negras que se juntan hacia el cielo infinito o
son los sahumerios sociales de la violencia acumulada? Frente a la Municipalidad, en
una ciudad plagada de basura y de otros productos de la historia, los neumáticos
lloran ese humo o largan ese olor. Adentro del edificio hay destrozos. Alguien,
después, analiza el cuadro diciendo “nunca se había llegado a tanto”. Pero menos de
dos años antes sí se había llegado a más, al incendio total de un importante edificio
público. Seguramente pronto nos olvidaremos también de todo.
No. El humo es el que hace nuestro fuego al ir quemando nuestra memoria.
(2015)

33
La semana pasada se cortó la luz en el hospital regional y no arrancó el generador
eléctrico de emergencia. La “solución” temporal fue incluso más trucha que cuando
se dice “lo atamo con alambre”. Alguien llamó a Servicios Públicos y devolvieron la
luz al sector de la ciudad donde está el hospital (no sé qué significa eso, uno en
general cree que los cortes son azarosos). Además de haberse quedado el hospital
unos minutos sin luz, resulta que la gente encargada de arreglar el generador de
emergencia dice que se va a poner a arreglarlo el sábado, siendo que ahora es
miércoles (o no recuerdo si me dijeron martes). Se le pregunta al que me cuenta todo
esto si por qué el director del hospital no exige que se repare el generador de
inmediato ese mismo día, sin esperar hasta el sábado, ya que si se vuelve a cortar la
luz el jueves, o el viernes, o el sábado, va a volver a pasar lo mismo, o sea el
generador no va a funcionar, ya que desde la escuela primaria somos enseñados (¿o
deberíamos?) que si se repiten exactamente los mismos sucesos bajo exactamente
idénticos contextos los resultados van a ser los mismos, el generador no va a prender.
Incluso no se sabe de antemano cuál es el problema exacto que tiene el aparato así
que podría requerirse (quizás, no se sabe) un tiempo en repararlo, quién sabe si no
habrá que mandar a pedir algún repuesto, etcétera. El que es preguntado, o sea el que
me contó la historia, responde: el director del hospital (no por nada que tenga que
ver directamente con esta anécdota puntual) renunció ayer.
(2015)

34
Seguimos en el hospital regional; había entrado una guita a cooperadora y se podía
mandar a comprar una partida de sillas de ruedas, la opinión que parecía más normal
por lo adaptable era la de que se pidieran sillas de las plegables, porque se las pueden
acomodar y guardar mejor en espacios más chicos cuando no están siendo utilizadas.
Este es un ejemplo perfecto de por qué muchas veces la práctica le gana a la teoría.
Uno de los que estaban ahí opinó, con una lógica y convicción absolutas, que ni en
pedo hay que comprar sillas de ruedas plegables porque entran fácil en el baúl de un
auto y se las van a chorear.
(2015)

35
Hay novedades respecto a un pit bull pero no sé si se trata del mismo pit bull del que
hablamos antes. Esto me lo cuenta alguien que de casualidad estaba en la veterinaria
en ese momento, no es quien me contó antes lo del otro (o mismo) pit bull. Ve que
luego de unas curaciones una mujer se lleva a su perro con una pata amputada (o sea
sin una pata), el veterinario le cuenta a él que ese perro había sido víctima de un pit
bull. Justo en ese momento suena el teléfono de la veterinaria, el veterinario atiende,
habla, y después le comenta que quien había llamado era la dueña del pit bull. El pit
bull había sido muerto a cuchilladas aparentemente por un familiar o conocido de la
dueña del perro víctima, y preguntaba (en el teléfono) si el veterinario no podría
hacerle una autopsia al pit bull para que quedara documentado el asesinato porque
quería hacerle juicio al que lo había matado.
(2015)

36
Pasan caminando las personas por las calles porque en las veredas los perros acechan.
Caminamos también por el mundo privado de las ideas y los hechos porque en lo
público hay otros perros, los perros-humanos, que acechan y muerden, hace tiempo
que robaron esos dientes que tienen y sin duda ya aprendieron a usarlos.
Las calles son las veredas, lo público es lo privado,
¿cuál es nuestro territorio?,
¿qué voz tenemos que no sea la de nuestros cuerpos yendo hacia ningún lado?
(2015)

37
Los suicidios siguen existiendo, sólo que ya los tenemos incorporados. Los suicidios
ya son como el viento. O como un acostumbrado otoño de cuerpos (se ahorcan los
pibes cayendo como las hojas de un árbol).
La violencia que ahora nos urge es la de hombres matando mujeres y niños, lo demás
también se acumula y siguen cayendo las hojas.
(2015)

38
Está lloviendo varios días seguidos y los habitantes de un barrio que nació como
asentamiento y ya quedó justamente asentado y ha crecido e incluso ha quedado casi
céntrico al lado de otros barrios más nuevos, piden a las autoridades que hagan algo
porque el terreno se inunda y se hunde, las autoridades podrían decir “te lo dije”, ya
que lo dijeron (o lo dijeron las anteriores autoridades de este mismo gobierno que ya
han renunciado), que además de ser ilegal la ocupación de esos terrenos se les avisó
que eran tierras malas, pero lo hecho hecho está, y cuando ya está hecho e
instaurado, pasa a ser legal, y si es legal, las autoridades tienen que hacer algo. O es
ilegal y se hace algo respecto a la ilegalidad, o es legal y se hace algo al respecto del
problema, pero el sistema es lo certeramente flexible como para que al mismo tiempo
todos tengan la razón y la culpa, estén equivocados y acertados, todo sea nada y nada
sea todo. Hasta la lluvia tiene la razón y la culpa.
(2015)

39
Dice que en el hospital regional hay una sala de quirófano que está clausurada porque
cayeron gusanos desde arriba. Había entrado una paloma al entretecho vaya a saber
cuánto tiempo antes, había muerto allí y sus gusanos un día cayeron en la sala de
operaciones. No sé si seguirá clausurada.
(2014)

40
Era un empleado de rentas de la provincia, buen tipo y macanudo pero muy
tardellegador, a veces faltador, pero simpático y cuando estaba era bien predispuesto.
Un día entró un empleado nuevo al sector, que era muy responsable, y empezó a
hacerse cargo de varias de las labores cotidianas del área. Al poco tiempo era el que
más temas solucionaba y se hizo requerido, y el empleado viejo se vio “obligado” por
las circunstancias a aflojar aún más su horario (lo cual era mucho decir). Pero ocurrió
meses después que el nuevo y responsable empleado tuvo que viajar a Buenos Aires
unos días por temas de salud. El capo de rentas armó una reunión en la que se
encargó de pedirle delante de todo el sector al empleado viejo (al que tenía
catalogado como irresponsable), buen tipo y macanudo pero tardellegador, que hasta
que volviera de Buenos Aires su compañero, él fuera puntual y no faltara y no llegara
tarde, ya que quedaría de nuevo él como principal atendedor de esos temas. El
tardellegador dijo que por supuesto, por supuesto. Al otro día, o sea al día siguiente,
llegó tres horas tarde. Y al día posterior al siguiente, o sea dos días después de la
reunión en que el jefe le pidió puntualidad y él dijo que por supuesto, directamente
faltó a trabajar y sin aviso. Era un tipo piola y querido, sólo tenía la contra de faltar o
llegar tarde.
(aprox. 2013)

41
Un matrimonio salió a dar vueltas por la ciudad en auto ese domingo cualquiera. De
pronto ven que más adelante venía en dirección a ellos un grupo de personas
extrañas. Avanzan un poco más y detienen el auto. Veíase como una especie de
caravana nómade, de tribu encapuchada que llevaba unos carritos, caminaban
despacio. El matrimonio tomó fotografías mientras pasaban los seres humanos
vestidos con ropas pesadas y rústicas, algunos con viseras bajo las capuchas. Venían
del basural y siguieron caminando lentamente como hacia el centro, es probable que
se dirigieran al otro extremo de la ciudad. La calle era de ripio. El matrimonio los
siguió fotografiando a sus espaldas después de que pasaron. La escena era como de
una tribu nómade. Una de las fotos, que era casi a blanco y negro aunque era a
colores, tenía coincidencias con una de esas fotografías que Roil ha tomado a los
últimos tehuelches que caminaban con sus cosas por la ciudad que nacía.
(2014)
42

42
En ésta sí voy a dar un nombre, el mío, y otro nombre, máximo kirchner, y tres
gustos, banana frutilla a la crema y coco. Las encuestas (las “encuestas”, “las
encuestas”) a esa altura decían que máximo en Santa Cruz no medía nada, cinco
puntos o menos. Estoy pidiendo un cuarto con esos gustos en la heladería tito y
entra máximo, creo que con alicia aunque no estoy seguro si era ella pero creo que sí,
los custodios quedaron afuera en la conocida camioneta con vidrios oscuros. La
cuestión es que ni bien entró a la heladería se creó un ambiente de “ohh mirá, es
máximo”, los clientes sentados en el local giraban las cabezas (no alevosamente pero
sí notoriamente o de a poco) para verlo y cuchicheaban, algunos sonreían
suavemente como cuando se advierte la presencia de un actor conocido, máximo
saludó a un par desde lejos levantando una mano con sonrisa piola y en términos
generales se creó cierto ambiente (más cholulo que político) de “yo a vos te voto,
obvvvvio, mirá, estoy sonriendo porque te vi”. El día en que las encuestas, las
“encuestas”, “las encuestas”, incluyan como parámetro el cómo reacciona la gente
cuando un candidato entra a una heladería, les voy a creer un poco más.
(2015)

43
Era un funcionario adulto, director de algo, que usaba traje y corbata, muy prolijo
siempre y de actitud seria pero simpática. Un día, pasada una charla técnica, surge
hablar de minas y al sexo oral dado a una mujer lo poetiza con la metáfora de “bajar a
beber el agua”. Tremendo poeta. Finoli-finoli.
(aprox. 2013)

44
Hay un poeta que está terminando de hacer su casita en un barrio del borde, por
ahora de los más alejados barrios; la va haciendo de a poco, en medio del viento. Es
su templo ese lugar cuando va a pasar allí las tardes y los cielos. Alguna vez se ha
quedado hasta las noches, que son noches distintas a las de la ciudad. Un día apareció
una perrita allá en el casi-campo, en el casi-horizonte. Se hizo mascota, alegraba los
mates. El poeta cuando estaba en su casita que se está construyendo y que ya tiene
ventanas y puerta no necesitaba escribir poemas, sólo escribía cuando estaba en la
ciudad perversa. Hasta que se encontró, aquella tarde, con su perrita asesinada de un
tiro en el que va a ser el patio de la casita que se está haciendo y que será parte, tarde
o temprano, de esta ciudad perversa.
(2014)

45
Me cuentan que los pit bull serían dos pit bull distintos. Al primero ahora lo sueltan
menos y además le ponen un bozal.
(2015)

46
Hay un poco de miseria en este cielo terrestre. Las veredas rotas y el suelo muy seco,
resquebrajado. Pensar que Jesucristo había dicho que en el reino del Señor los pobres
iban a ser los primeros. En la muerte de acá parece que los pobres siguen siendo los
últimos, con yuyos, entre pequeños cercos sin pintura y quebrados. Y el rico sigue
teniendo cámaras de seguridad y pasto bien verde. Esa enorme montaña oscura y
cuadrada quizás sea el limbo.
(2015)

47
Suenan como abejas los autos corriendo en el autódromo. El viento acerca a la
ciudad al ruido. A la noche, los autos se transforman en fantasmas y salen a recorrer
la ciudad.
(2015)

48
Era una chica de unos diecisiete años y empezó a sentirse mal en la escuela, al hacerle
estudios le encontraron un tumor serio. Después de la operación quedó internada
una semana en el hospital bastante sola porque sus padres tenían que trabajar. Ella
vivía en el barrio Madres a la Lucha con sus padres y hermanitos. Cuando volvió a su
casa, precaria casa, a los pocos días había bajado mucho de peso. Llevaba en su
espalda una bolsa de papel madera en la que desembocaban sus drenajes. Necesitó
otro colchón para estar más cómoda (no sé si porque su colchón anterior fuera
inclemente o si porque lo compartía con algún hermano) y su madre fue a buscar uno
al basural. La chica operada era la que solía cocinar a sus hermanos, pero como con
su necesidad de reposo y sus drenajes se le complicaba, ahora controla la olla con
agua hirviendo su hermanito de pocos años cuya cabeza apenas pasa la altura de la
olla en el fuego.
(2014)

49
Este muchacho humilde tenía que tener algunos cuidados mentales y a su dinero,
como indica la ley, se lo administra un apoderado, que le tiene que dar de manera
controlada, a modo de mensualidad, la parte correspondiente a cada mes de esa plata.
Se le pregunta qué quiere comprar (si ahí dijera alguna cosa rara quizás no se le daría
el dinero hasta nuevo aviso) y se le controla el gasto. Este muchacho amaba la música
y dijo que con su plata quería comprar CD´s. Sólo quería eso. Todos los meses,
cuando recibía su plata, amaba comprar sus Cd´s de música. Dan ganas de quitarle el
Audi o el BMW o el Mini Cooper a alguno de los delincuentes famosos que nos
rodean, venderlo al auto y con lo obtenido regalarle todos los discos de las disquerías
de la ciudad a este muchacho que algunos, como indican las costumbres de los
“normales” que hay que decir, dicen que está loco.
(2014)

50
Lo había traído la secretaría de informática para que diera un curso de una base de
datos. Lo alojaron en el hotel que queda a una cuadra de la secretaría pero no el
Hotel Santa Cruz sino el amarillo, el que queda para abajo. A la mañana no le andaba
bien la ducha, sufrió bastante frío y la atención era floja. Él era un tipo joven,
bonaerense, macanudo y aficionado al ajedrez. Años atrás había estado trabajando en
un proyecto grande en Chile (contó en un momento en el curso) y el presidente
Piñera le había entregado en mano como premio, por haber participado en aquel
proyecto informático que terminó muy exitoso, una linda lapicera. Las épocas en que
vino a Gallegos a dar el curso de una semana eran de quilombo en Aerolíneas
Argentinas. Se le advirtió que no se confiara y averiguara con antelación si su vuelo
funcionaría y que lo mejor era pedir (en esa época) que pasaran su viaje a LAN. No
creyó que fuera para tanto y cuando llegó al aeropuerto lo tuvieron esperando varias
horas de embole y nervios, sin poder hacer nada más que discutir con los empleados
de la aerolínea o hablar por su celular con su lejana esposa, pero su vuelo no terminó
saliendo así que iba a tener que dormir otra noche en la ciudad. Aerolíneas le pagó la
estadía en el hotel liporaci, de medio pelo y alejado del centro, compartiendo le
gustara o no le gustara habitación con otros tres tipos también afectados por la
cancelación del vuelo que jamás en la vida había visto, uno era un gordo que a la
noche roncaba, y en el baño de la habitación hubo que oler lo de los intestinos de los
otros aunque no se tuviera la confianza. Encima nada garantizaba que al otro día no
fuera a ocurrir otra vez lo mismo. Su nuevo vuelo casi, casi, no sale. Pero por suerte
terminó despegando, con horas de atraso.
(2011)

51
Es lo habitual que las puertas de estos cubículos no se puedan trabar y se le metió de
golpe en el cajero automático un tipo muy raro. Flaco, relativamente joven, tenía un
bulto en la mandíbula inflándole la piel del pómulo derecho y llevaba puesto un
sombrero blanco de verano absoluto a pesar del frío. Al que iba a retirar dinero del
aparato lo asustó que se le metiera así tan de repente el hombre; si bien la modalidad
de robo de abordar en cajeros no es común en la ciudad, el instinto es el instinto.
Pero el sujeto sólo pretendía pedirle. Con una mano le mostró una moneda de
cincuenta centavos y extendió su otra mano plana y vacía para que se le pusiera algo.
La mirada que tenía era la de ver con bronca un mundo injusto permanente.
Ángel de frío. Cierran. A tumbos por el camino la volanta se precipita en pos del horizonte que se
borra, brotas de cielo ya por poco extinto, tiritas a causa de esta gran lástima de viento [..]
/Arnaldo Calveyra, Diario de Eleusis.
La mirada del burgués fue otra, lo miró al extraño con un pensamiento de “¿sos
boludo venir a meterte así al cajero?” El burgués con un mundo normal se indignó
sin quererlo, se indignó de que el tipo tuviera tan poco tacto, que no portara ni el más
básico instinto de marketing, “hasta los perros” (pensó siendo un poco hijo de puta
pero sin darse cuenta de ello y sin mala intención) “hasta los perros se dan cuenta de
que para mendigar un cacho de carne tienen que ser menos bruscos y poner cara de
pena y no de bronca”.
El burgués no tenía monedas rápidas en el bolsillo y no quiso dilatar la escena
buscando en su billetera cambio chico, supone que es mejor no relucir la billetera en
esos casos de duda ante personas raras. Hizo lo que prevaleció, le dijo que no tenía
nada para darle y entonces, en ese momento recién, con esos segundos de retraso,
empezó a sentir el inicio de la lástima. El intruso le dijo con una voz rara, de persona
con vida terrible y casi gritando con una bronca sabia que ya había premonizado ese
resultado: “¡disculpá, no te molesto más!”, el sonido de la voz daba a entender el
reproche de tu vida fácil jodiéndose por tan poco, salió del cajero automático y se
fue, acompañado por el ángel del frío. El burgués se arrepintió.
Cada vez estamos más indescifrables. No entendemos a los que piden y los que piden
tampoco entienden a los otros. Somos pueblos de una persona, decenas de miles de
pueblos de una persona.
(2013)

La Virgen del Carmen
Con su sonrisa de yeso azul
Contempla a su ahijado
Que con los nudillos rotos
Dormita al sol atiborrado de Valium 10.
/Jorge Teillier, Paisaje de Clínica.

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