El documento expresa disgusto hacia San Valentín y las muestras públicas de afecto entre parejas. El autor prefiere comer un muffin y jugar en lugar de celebrar el amor. Aunque reconoce que algunos luchadores como Jeff Hardy festejan San Valentín, cree que esto es grave y debe detenerse. Pide a los lectores que piensen una solución al problema y los insulta si no pueden ofrecer una.