2. Muchas organizaciones en el mundo dedican sus
esfuerzos a la presentación de planes y
propuestas que permitan la conservación del
planeta y sus habitantes basadas en la
preservación del ambiente, y atacando
específicamente la causa del calentamiento
global, producto del efecto invernadero.
Detrás de todo esto existen intereses de orden
económico que de manera importante afectarían
las economías de naciones enteras, y es allí donde
se presentan las principales trabas para la
aplicación de programas conservacionistas.
3. El término economía verde fue acuñado por
primera vez por un grupo de destacados
economistas ambientales, en un informe para el
Gobierno del Reino Unido en 1989, titulado
Proyecto para una Economía Verde; en donde se
señala que la economía puede y debe acudir en
ayuda de la política medioambiental, así como a
los problemas globales tales como el cambio
climático, el agotamiento de la capa de ozono, la
deforestación tropical y la pérdida de recursos
en el mundo en desarrollo.
Por lo tanto, en una economía verde el papel de
las inversiones públicas y privadas, reviste
importancia en primer plano, incrementando la
eficiencia de energía y recursos, evitando la
pérdida de la biodiversidad y los servicios
ecosistémicos.