2. Trescientos años antes que Jesús naciera, los
Celtas habitaron las islas Británicas,
Escandinava y Europa Occidental Eran un
grupo común y corriente, así como muchos de
hoy en día. Su gobierno estaba controlado
por una sociedad de sacerdotes paganos
llamados Druidas.
Los Druidas eran satanistas que alababan y
servían al dios de la muerte. Estos sacerdotes
satánicos literalmente controlaban la vida de
las personas a través de un mecanismo de
temor, mucha muerte, enfermedades y
destrucción les sobrevino a los Celtas como
resultado de los Druidas y sus prácticas
Cada año, el 31 de octubre, los Druidas
celebraban la noche del Samhain, mejor
conocido como el festival de la muerte, el que
es reconocido actualmente por los satanistas.
3. Los sacerdotes Druidas iban de casa en casa demandando todo tipo
de comidas extrañas para su propio consumo y para ofrecerla
después en el festival de la muerte. Si la gente se negaba a sus
demandas hablaban una maldición demoníaca sobre el hogar, y la
historia cuenta que alguien de esa familia moría en transcurso del
año.
4. Los Druidas llevaban consigo un gran nabo
hueco al que le esculpían un rostro en la
parte frontal, esto para representar el
espíritu demoníaco en el cual dependían
para obtener poder y conocimiento. Este
espíritu es llamado un espíritu familiar.
El nabo encendido con una vela que va por
dentro era usado por los Druidas como una
linterna conforme iban de casa en casa por
la noche, ellos creían que dicho espíritu
habitaría en los nabos y los ayudaría a llevar
a cabo los hechizos que habían proferido
sobre los hogares y vidas de aquellos que se
rehusaban ante sus demandas.
Cuando esta practica vino a América, en los
siglos XVIII y XIX, los nabos no eran
conocidos, pero si tenían un vegetal nativo:
LA CALABAZA.
El nombre dado al espíritu que habitaba en
el nabo era “Jock” y al llegar a América
cambio a “Jack” quien vive en la linterna.
Todo esto llego hasta nosotros vía los
Estados Unidos.
5. Cuando el emperador Constantino decretó
que los habitantes de su imperio se
convirtieran al cristianismo, muchos ritos
paganos se introdujeron. Fue así como el
festival de Samhain se infiltro.
Ante la imposibilidad de abolir
completamente las fiestas paganas, la iglesia
decidió santificar algunas de ellas. En el
siglo IX el Papa declaro el 1 de noviembre
como el día de todos los santos, en honor a
todos los martirizados. La misa que se decía
en el día de los santos es el “All hallowmas”
y con los años se convirtió en All Hallows
Eve, All Hallowed Eve y finalmente
Halloween.
Sin embargo, la gente no dejo sus ritos paganos ni dejo de alabar a los demonios.
Lo que fue en un principio sigue siendo, Halloween es un día que promueve lo
frio, lo oscuro y la muerte.
6. 1. La fiesta de Halloween, es una fiesta dedicada a Satanás y a sus demonios y
no consideramos que sea una opción para divertimos. “Y no participéis en las
obras de las tinieblas, sino mas bien reprendedla” Efesios 5:11
2. Es una fiesta que además apela al consumismo y promueve valores extraños
a nuestra cultura.
3. Creemos que lo importante no son las expresiones externas de la fiesta, sino
lo que se esconde tras ellas: la adoración a Satanás.
4. Sostenemos firmemente que el único digno de adoración es JESÚS, el hijo
de Dios.
“Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los
cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre”. Filipenses 2:10-11.
La Diversión A Expensas De Servir al Demonio No Es Verdadera Diversión!
7. La noche del 31de Octubre los druidas
fabricaban una enorme fogata de año
nuevo. Quemaban animales, cosechas y
seres humanos como sacrificios a su
dios sol y a Samhain, su dios de la
muerte. Durante esta ceremonia
diabólica la gente usaba disfraces
hechos de cabezas y pieles de
animales. Entonces practicaban
adivinación, saltaban sobre las llamas o
corrían a través de ellas, bailaban y
cantaban. Todo esto era hecho para
ahuyentar a los malos espíritus. Los
disfrazados iban de casa en casa,
cantando y bailando. Sus máscaras con
sangre coagulándose y sus grotescos
disfraces servían para verse ellos
mismos como espíritus malignos, y así
engañar a los espíritus que entrarían
ese día y evitar ser lastimados por
ellos.