Este documento presenta dos iniciativas ciudadanas. La primera es una campaña en Asturias para lograr una modificación legal que permita a los ciudadanos forzar referéndums vinculantes y parar leyes mediante iniciativas populares. La segunda es el Espacio Educativo La Oropéndola en Murcia, un centro alternativo autogestionado por familias que ofrece educación para niños menores de 6 años basada en la libertad y el desarrollo individual.
Programa VIIIi Encuentro La ciudad de los niños: infancia y ciudadanía
La educación alternativa de La Oropéndola
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Actual1dad
Cooperativa,
participación
ciudadana,
autogestión…
Como
dicen los
economistas
del Seminari
Taifa (ver
número 8), el
cambio puede
comenzar a
construirse
en pequeños
espacios y de
muy diferentes
formas. Esta
sección, que
nace con
vocación de
continuidad,
pretende
recoger las
experiencias
de quienes ya
se han puesto
a ello.
Texto:J.L.Gallego.
Los niños y niñas del
Espacio Educativo La
Oropéndola se mueven
por las diferentes
estancias del centro
según sus apetencias,
sabiendo que en cada
una encontrarán a
un “acompañante”
pendiente de
sus intereses.
I
maginemos que el deterioro de la
Monarquía sigue avanzando hasta
convencer a la mayoría de que
es necesario un cambio de régimen.
O de que, al menos, se le consulte al
respecto. Pues da igual lo aplastante
que sea esa mayoría que no encontrará
en la legislación actual ningún
mecanismo para lograrlo. Solo le cabe
esperar y confiar en que los partidos
mayoritarios incluyan ese punto en su
agenda; si no, no hay nada que hacer.
Pues para cambiar ese escenario,
un grupo de asturianos puso en
marcha en 2011 una campaña (www.
porlademocraciadirecta.org) que ha
demostrado más recorrido del que
muchos quisieran. Según explica el
profesor de Derecho Constitucional
Miguel Ángel Presno, uno de los
impulsores, pretenden: que medio
millón de personas puedan forzar un
referéndum vinculante, siempre que
se dé una mínima participación; que
ese referéndum pueda parar leyes aún
no ratificadas, derogar las que están
en vigor o promover una reforma de
la Constitución; y que las Iniciativas
Legislativas Populares puedan abordar
materias de ley orgánica –las que
desarrollan derechos fundamentales-,
lo que ahora no es posible. No es una
rareza: en Italia existe algo similar. Pero
también en Suiza, donde ha servido
para poner cupos a los inmigrantes.
“Sí –dice Presno-, los ciudadanos
se pueden equivocar, pero también
quienes nos representan”.
La propuesta está en el Parlamento
de Asturias, donde IU la hizo suya para
forzar su tramitación. Lo siguiente,
quizás antes del verano, será su
votación. Si la apoyan IU, PSOE y UPyD,
llegará al Congreso.“Y eso ya será un
triunfo para nosotros”, explica Presno.
Los niños
saben lo que
quieren
Por el pueblo,
¿sin el pueblo?
Qué: Espacio educativo en plena naturaleza.
Dónde: Puerto del Garruchal, Murcia.
Qué: Iniciativa para lograr una modificación
legal para dar más poder de decisión a los
ciudadanos. Dónde: en Asturias, con ánimo
de llegar al Congreso de los Diputados.
S
olo hasta los 6 años. A partir de
esa edad, los niños y niñas serán
escolarizados en un colegio
homologado para enfrentarse, entre
otras muchas cosas, a la“Ley Wert”. Pero
hasta entonces, el Espacio Educativo La
Oropéndola tratará de poner su semilla
en cada uno priorizando su desarrollo
individual y emocional, el contacto
con la naturaleza y un estilo de vida
respetuoso con el medio y las personas.
Por decirlo en pocas palabras,
La Oropéndola es algo así como un
espacio educativo alternativo. Nació
hace dos años por iniciativa de un
grupo de familias que viven en el
Puerto del Garruchal, a 20 minutos de
Murcia. Acostumbrados a un entorno
natural, no querían para sus hijos un
sistema educativo que consideraban
“frustrante y desmotivador”, según
recuerdan ahora. Contactaron con un
grupo de profesores y, tras explicarles
sus inquietudes, les ofrecieron impulsar
junto a ellos ese espacio“alternativo”,
basado en la“pedagogía libre” que
inspiran, entre otros, la filóloga germana
Rebeca Wild, autora, por ejemplo,
de esta frase:“La libertad consiste en
desarrollar el potencial que cada niño
lleva dentro y no en adaptarse a una
sociedad cuyas metas son otras”.
Esa es una de las patas de La
Oropéndola los‘acompañantes’, como
prefieren llamarse los profesores. La
otra pasa por fomentar la“implicación
y responsabilidad” de los padres en la
educación de sus hijos e hijas, según
explica a Números Rojos Anica Candela,
una de esas‘acompañantes’. Para ello, un
instrumento fundamental es el método
de organización elegido: La Oropéndola
es una asociación asamblearia,
horizontal y autogestionada, en la que
tienen voz y votos profesores, padres
y también colaboradores. Porque
este, como tantos otros proyectos,
también necesita del compromiso
de terceros para sobrevivir (http://
espacioeducativolaoropendola.blogspot.
com.es/), aunque, de momento, sigue
adelante con las cuotas del alumnado:
180 euros mensuales cada uno de los 17
niños y niñas actuales.
El día a día de La Oropéndola explica
la elección del término‘acompañantes’,
ya que consta de varios espacios (de
concentración, manualidades, juegos...)
por los que los niños se mueven
según sus intereses.“No somos
maestros directores, observamos y
acompañamos a los niños”, explica
Anica. Y, de paso, aprenden, porque,
como dicen en su web, no aspiran“a
crear una metodología‘definitiva’ que
enclaustre los canales del aprendizaje,
sino a avanzar juntos en la creación de
una forma de respetar y entender a los
niños y niñas y sus procesos de vida”.
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