Este poema patriótico celebra el 25 de mayo y la independencia de Argentina. Un gaucho canta con su guitarra a caballo vivas a la patria y el 25 de mayo. La neblina baja de un cerro verde mientras se cantan vivas a la patria argentina. En la puerta de la casa del autor hay un letrero de plata que dice que la patria siempre debe vivir.