Queen realizó una actuación de 21 minutos en el concierto Live Aid de 1985 que recaudó fondos para Etiopía y Somalia. Interpretaron seis canciones incluyendo Bohemian Rhapsody, Radio Ga Ga, Hammer To Fall y Crazy Little Thing Called Love. Su presentación energética y de alto talento fue vista en vivo por 74,000 personas y por 1,500-1,900 millones de personas a través de la transmisión televisiva. Live Aid finalmente recaudó 127 millones de dólares para aliviar el hambre en África.
2. El 13 de julio de 1985, se realizó
el Live Aid: dos conciertos
simultáneos en el Estadio
Wembley de Londres (Inglaterra) y
en el John F. Kennedy Stadium de
Filadelfia (Estados Unidos) para
recaudar fondos a beneficio de
Etiopía y Somalia.
La plana mayor de estrellas del rock
y el pop anglosajón dio el presente:
Mick Jagger, U2, Madonna, Paul
McCartney, Eric Clapton o B.B. King
fueron algunos de los más de 70
artistas que tocaron ese día.
Pero la actuación que sobresalió, al
punto de haber sido elegido en 2010
como el mejor concierto en vivo de
la historia, fue la de Queen. Duró
apenas 21 minutos, pero en ese corto
lapso condensó lo mejor de su
carrera y marcó la historia de la
música.
3. En tan solo 20 minutos; Queen
interpretó seis temas: comenzaron
con un fragmento de Bohemian
rhapsody que enlazaron Radio ga-
ga y Hammer to fall. Entonces
Mercury se colgó una guitarra y
recuperó ese tema que suena a
viejo rock and roll, Crazy little thing
called love. Como remate, sus dos
himnos: We will rock you y We are
the champions.
Estadio Wembley
Unos 74 mil espectadores fueron
testigos en vivo de ese derroche de
energía y talento de esa tarde: tal
vez, el canto del cisne de Queen. Al
mismo tiempo, entre 1.500 y 1.900
millones de personas en 72 países
seguían la transmisión televisiva
en vivo.
Queen dedicó una
semana entera a
preparar la actuación
en el teatro Shaw, de
Londres.
4. Live Aid finalmente recaudó 127
millones de dólares para
aliviar el hambre en las
naciones africanas, y la
publicidad que generó alentó a las
naciones occidentales a poner a
disposición suficientes granos
excedentes para poner fin
a la crisis de hambre
inmediata en África.
El público de Wembley aplaudía al
unísono, cantando Freddie con toda su
emoción, convirtiéndose en el dueño de
ese momento e hipnotizando al público.
Fue un giro virtuoso que también
sorprendió. Donde otros podían no
haber destacado o ni siquiera
estar a
la altura del momento, Queen supo
plantarse y demostrar todo lo que
valían.
Queen intentó aprovechar ese
impulso y organizó una gira de
regreso a los estadios en 1986. Las
ventas fueron rápidas, pero sería su
último viaje por el mundo con
Mercury, que empezó a perder
la batalla contra el SIDA en
esa época.