2. Fuentes Serif:
Este tipo de fuentes, son las más apropiadas para textos largos puesto que
son mucho más legibles. Se caracterizan por tener pequeños trazos que se
extienden en los extremos de las letras.
Son fuentes tradicionales y serias que transmiten respeto. Son ideales para
instituciones e imagen corporativa.
3. Fuentes Sans-serif:
Este tipo de fuentes, son apropiadas para
cosas como carteles y títulos. Se diferencian
de las fuentes Serif, porque éstas no tienen
trazos que sobresalen de sus extremos, sino
cortes limpios y precisos.
Son fuentes que transmiten modernidad,
seguridad, alegría, naturalidad y por supuesto
minimalismo.
4. Fuentes Serif:
Proporcionan el efecto de tranquilidad,
autoridad, dignidad y firmeza, suelen
ser elegantes, añaden connotaciones
específicas a lo expresado, serias,
institucionales o corporativas.
5. Fuentes Scrip o Manuscritas:
Este tipo de fuentes, son apropiadas
para títulos y firmas. Pueden expresar
diversión o modernidad, dependiendo
del contexto en que se usen. Aunque sin
embargo no son muy legibles y por
tanto no es recomendable usarlas para
textos largos.
Son fuentes que transmiten creatividad,
elegancia, afecto y seducción.
6. Fuentes Modernas:
Este tipo de fuentes, se usan fundamentalmente para aportar modernidad.
Son fuentes que crean tendencia, transmiten inteligencia, estilo, sensación
«futurista» y se las suele relacionar con la tecnología.
7. Fuentes Decorativas:
Este tipo de fuentes, se usan
fundamentalmente para
aportar personalidad.
Son fuentes divertidas y
casuales que suelen transmitir
la sensación de ser únicas y
exclusivas.