1. Esencia y significación del juego como fenómeno cultural
Homo Ludens (Johan Huizinga), pp. 48 y 49, Alianza Editorial, biblioteca 30
aniversario.
[...] Cada juego tiene sus reglas propias. Determinan lo que ha de valer dentro del mundo
provisional que ha destacado. Las reglas de juego, de cada juego, son obligatorias y no
permiten duda alguna. [...] En cuanto se traspasan las reglas se deshace el mundo del
juego. Se acabó el juego. El silbato del árbitro deshace el encanto y pone en marcha, por
un momento, el mundo habitual.
El jugador que infringe las reglas del juego o se sustrae a ellas es un "aguafiestas" (en
alemán, "estropeajuegos"). El aguafiestas es cosa muy distinta que el jugador tramposo.
Este hace como que juega y reconoce, por lo menos en apariencia, el círculo mágico del
juego. Los compañeros de juego le perdonan antes su pecado que al aguafiestas, porque
éste les deshace su mundo. Al sustraerse al juego revela la relatividad y fragilidad de este
mundo lúdico en el que había encerrado con otros por un tiempo. Arrebató al juego la
ilusión: no "entra en juego", expresión muy significativa. Por eso tiene que se expulsado,
porque amenaza la existencia del equipo. La figura del aguafiestas se destaca mu bien en
los juegos de los muchachos. La cuadrilla no pregunta si el aguafiestas traicionó porque
no se atrevió a jugar o porque no debió hacerlo, pues no conoce el "no deber" y lo califica
como falta de atrevimiento. El problema de la obediencia y de la conciencia no llega, por
lo general, en ellos másalládel temor al castigo. El aguafiestas deshace el mundo mágico y
por eso es un cobarde y es expulsado. También en el mundo de lo serio los
tramposos, los hipócritas y los falsarios salen mejor librados que los
aguafiestas: los apóstatas, los herejes e innovadores, y los cargados con
escrúpulos de conciencia.
Pero puede ocurrir que esos aguafiestas compongan, por su parte, un nuevo
equipo con nuevas reglas de juego. Precisamente el proscrito, el revolucionario, el
miembro de sociedad secreta, el hereje, suelen ser extraordinariamente activos para la
formación de grupos y lo hacen, casi siempre, con un alto grado de elemento lúdico.
[...]