111027 Diario La Nación
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, abogó ayer para que el Congreso, que se renovará parcialmente en diciembre próximo, "tenga la voluntad y el compromiso de aprobar las leyes para el trabajador rural, el servicio doméstico y el trabajo a domicilio". Las iniciativas para dar más derechos a los trabajadores de esos tres sectores fueron enviadas por el Poder Ejecutivo al Legislativo, a principios del año pasado. Pero casi finalizado ya el segundo período de sesiones desde entonces, esas propuestas no fueron convertidas en ley. Tomada habló ayer en un seminario sobre economía informal en la Argentina, organizado por la Oficina Internacional del Trabajo (OIT). La necesidad de nuevas regulaciones para el personal de tareas domésticas y rurales fue en particular uno de los temas protagonistas de la jornada. Manuela Tomei, directora del programa sobre condiciones de trabajo y empleo del organismo internacional, explicó los alcances que busca tener el convenio bastante reciente de la OIT sobre trabajo doméstico. El objetivo es que los países que lo ratifiquen busquen en forma progresiva equiparar los derechos de los trabajadores de ese segmento a los que ya rigen para quienes están alcanzados por las leyes de trabajo en general. Por ejemplo, que se les garantice el derecho a la jubilación, la prestación de salud o la cobertura de riesgos de trabajo. En el marco de la jornada, Tomada recordó que en octubre de 2003 se lanzó un programa de recuperación del empleo registrado y afirmó que desde entonces "el trabajo ilegal se redujo del 50 al 34 por ciento". "No estamos satisfechos, pero hemos logrado resultados. Es preciso poner en riesgo a los empleadores que generan trabajo en negro, evaden y provocan exclusión", agregó.
