28. Debemos de orientar a los jóvenes en valores
humanistas y trascendentes, tratando que tengan una
visión trascendente de su existir que les permita tener
proyecto de vida que prevenga que caigan en la
famosas “conductas de riesgo”.
Esto molesta las mafias que quieren jóvenes dedicados
a vivir la vida loca, alejados de la vida espiritual y sin un
proyecto de vida y familia.
Nadamos contra corriente y no nos quieren porque
estamos al servicio de la verdad.