2. Había una vez un erizo llamado
Eri. Era muy majo pero se creía
todo lo que le decía la gente.
Eri era grande y gordito. Tenía
los ojos pequeños y la nariz
respingona. Tenía muchos
pinchos en el cuerpo. Le
gustaba llevar un pañuelo en el
cuello.
Eri era muy alegre y tenía
muchos amigos.
Un día, paseando por el monte
vio a Pipi pajarito.
-¿Hola Pipi cómo estás? Le dijo
Eri.
Pero Pipi permaneció callado
como si no tuviese pico.
3. Eri continuó tranquilamente su
paseo y más adelante se
encontró una piedra y pensó
que la podría intercambiar por
algún otro artilugio.
Diez minutos más tarde vio a
Rito el hámster que era el
animal más gruñón de todo el
monte Murumendi.
-¿Rito me cambias la piedra
por tu pala? Dijo Eri.
-¡No me molestes con tu
estúpida piedra, mientras
estoy trabajando! Le contestó
Rito el hámster.
4. Pero no tuvo éxito con Rito
y decidió hacerle una visita
a la cerdita Rosi.
-¿Hola Rosi ,me cambias
la piedra por tu trapo? Le
preguntó Eri.
-No, yo tengo mucho
cariño a este trapo. Le
contestó Rosi la cerda. Y
Rosi tampoco le cambió la
piedra.
5. Y como no tuvo éxito con
Rosi, Eri fue a donde la
pata Patri y le preguntó:
-¿Me cambias la piedra por
el mocho?
-Claro que no, y vete de
aquí. Le contestó Patri casi
sin mirar la piedra.
6. Como a Eri nadie le quería
intercambiar su piedra
estaba tan triste que le
preguntó a un árbol.
-¡Hola árbol! Nadie quiere
cambiar mi piedra por
ningún artilugio y se que no
puedes hablar pero...
Mientras Eri hablaba, Rito
el hamster y Rosa la
cerdita estaban escondidos
detrás de un árbol riéndose
de Eri.
7. -Ja, ja, ja que tonto es Eri
esta hablando con un árbol.
-Dijo Rito el hamster.
-¿Y si le hacemos una
broma? Podemos decirles a
las ardillas Rasca y Pica que
se hagan pasar por el árbol
y le engañen.- Dijo Rosa la
cerdita.
Rasca y Pica eran las
ardillas más traviesas del
monte Murumendi y
seguramente estaban
dispuestas a realizar la
broma.
8. Ardillitas, ardillitas,
¿Podéis gastarle una
broma a Eri haciéndoos
pasar por el árbol?
Las ardillas dijeron que si
y…
-Bueno árbol hasta luego
esto a sido una perdida
de tiempo. Dijo Eri erizo.
-¡No! hasta luego no, que
puedo hablar y estaría
encantado de quedarme
tu piedra. Dijo el “árbol”
9. -¿Pe, pe… pero cómo es que
hablas? Preguntó Eri un poco
asustado.
-Soy un árbol hablador desde
que tenía 4 años.-Contestó el
árbol.
-¡Alaaaa! ¡Voy a avisar a mi
amiga Patri! Dijo Eri.
10. Eri estaba ilusionado porque
vio un árbol que hablaba y fue
donde su amiga Patri
-¡Ven Patri he visto un árbol
que habla!
-Déjame barrer en paz y no
me pises lo fregado. Dijo Patri
enfadada.
Patri no creyó a Eri y evitando
ir se agarraba a cualquier
objeto que veía pero Eri
consiguió al fin llevarla hasta
el bosque.
11. Eri llevó a Patri hasta el árbol, y
empezó a hablarle.
-¡Hola árbol, háblame!
-¡Te lo he dicho, los árboles no
hablan!- Dijo Patri bastante
enfadada.
12. -Pe, pe… pero a mi me ha
hablado.-Dijo Eri
En ese momento las ardillas
hablaron para no hacerle
quedar mal.
-¡Hola Eri! – Dijo Pica.
-Espera un momento. –Dijo
Patri.
Una de las ardillas mientras
tanto se empezó a reir. La
pata Patri al ver que el árbol
hablaba se quedó flipada,
pero al ver que una de las
ardillas se estaba riendo notó
que algo raro pasaba.
13. -Mira quienes están en este
agujero, Rasca y Pica. ¡Venga
salid de ahí anda! – Dijo Patri.
-Ja, ja , ja empezaron a reirse
Rasca y Pica.
14. Eri empezó a reírse y también se
preguntaba que pasaba.
-Eri, solo era una broma. -Le
dijeron sus amigos.
Patri, también vio a Rito el
hámster y a Rosi la cerdita y
después de eso, todos
empezaron a reírse y se dieron
un abrazo. Después se quedaron
jugando en el monte Murumendi.
¡FIN!