El documento describe cómo la revolución digital ha transformado el periodismo en el siglo XXI. Las nuevas tecnologías permiten que cualquier persona pueda producir y compartir contenido informativo, despojando a los medios tradicionales de su monopolio sobre la información. Ahora, la credibilidad y los valores éticos serán fundamentales para que la prensa mantenga su relevancia, mientras que el periodismo independiente con equipos modernos podrá restaurar la confianza del público.
Periodismo en la era digital: la transformación del cuarto poder en el siglo XXI
1. Periodismo en
la era digital:
la
transformació
n del cuarto
poder en el
siglo XXI
2. En el pasado los medios de comunicación tenían
el poder de contarle a las personas que sucedía
dentro de su mundo, tenían la autoridad de
decirle a la sociedad que pasaba, porque pasaba
y en muchos casos hasta que iba a pasar,
diciéndole a sus consumidores que hacer o como
pensar.
Tanto poder no podía pasar desapercibido para los
grandes conglomerados económicos y poderes
políticos, que hicieron alianzas de intereses con los
medios de comunicación y en casos más descarados
los compraron, para hacer de la noble labor de
informar y fortalecer la democracia, un espacio de
propaganda para sus intereses monetarios o
ideológicos.
Mientras que un puñado de periodistas luchaban por
mantener su labor en unos rangos honoríficos, algunos
luchando a la vez por una solvencia económica, la
revolución digital llegó y cambiaría todo para siempre.
3. La nuevas tecnologías de la información y la comunicación
permitieron que todos puedan ser productores de
contenidos informativos, la exclusividad de la noble labor de
informar le fue arrebatada a la prensa para entregársela a
cualquiera con un dispositivo electrónico. Las redes sociales
se transformaron en infinitas columnas de opinión donde sus
usuarios pueden dar su punto de vista sobre cualquier tema
de actualidad, ya sea con el conocimiento adecuado o con
especulaciones. Cualquiera con un celular con acceso a
internet podría trasmitir en vivo el desarrollo de una noticia,
incluso primero que los periodistas que mientras se dirigen al
lugar de los hechos ya han perdido la popular “chiva”.
Pero no todo fue trágico para el periodista, este por el
contrario fue dotado de un equipamiento mucho más
ligero, de calidad más alta, para realizar su trabajo de
campo. El verdadero reto está en proporcionarle al
consumidor de su trabajo, productos de calidad que
convenzan a las personas de continuar creyendo en la
labor del periodista y reconozca que un buen contenido
informativo es más productivo que un video divertido de
alguna situación vergonzosa que le sucedió a alguien en
algún lugar del mundo.
4. La supremacía de la prensa radicará en
su credibilidad y valores éticos que
demuestren en su profesión, ya que un
error o una mala intención que sea
detectada por los usuarios de las redes,
lo llevarán directamente a la palestra
pública por unas personas que fueron
dotadas del poder de contar y expresar
su opinión, que ante un mundo más
abierto al conocimiento y la información
han logrado despertar un poco del
sueño profundo en el que estaban.
Es la era de la prensa independiente, que desde
cualquier parte del mundo, con equipos satelitales
que le brinden un internet estable, con equipos
audiovisuales que le permitan capturar el
momento exacto y con un conocimiento académico
del manejo de la fuente y de la información, pueda
restaurar la credibilidad en la prensa y contarle al
mundo las historias que les interesaría conocer con
el profesionalismo de quien se dedica a narrar la
vida.