Este documento presenta la política de seguridad y salud en el trabajo de una empresa logística. La política busca identificar, controlar y prevenir riesgos que puedan causar lesiones o enfermedades a los colaboradores, clientes y proveedores a través de un sistema de gestión de seguridad y salud. Los principios de la política incluyen asegurar la integración de este sistema en la estrategia empresarial, cumplir con la legislación vigente, promover la sensibilización de los colaboradores y revisar periódicamente el sistema
ADORACIÓN EUCARÍSTICA. invitación a ser un Adorador
Charlas de Seguridad - Abril 2013.doc
1. 1° POLÍTICA DE SEGURIDAD Y SALUR EN EL TRABAJO DE BSF
Nuestra empresa cuenta con centros logísticos que operan como condominios de
almacenes, los cuales combinan desde mini-almacenes hasta completos centros de
distribución. En ellos controlamos los accesos, áreas comunes y supervisamos los
servicios complementarios.
Por ello, comprometidos en proporcionar y mantener un ambiente de trabajo seguro y
saludable en cada espacio de nuestras instalaciones, tomamos acciones para
identificar, controlar, eliminar y prevenir todo riesgo que podría ocasionar lesiones y
enfermedades a nuestros colaboradores, al personal de nuestros clientes y
proveedores; para lograrlo, hemos implementado el “Sistema de Gestión de Seguridad
y Salud en el Trabajo”.
En este contexto, nuestros principios son los siguientes:
1. Asegurar la integración del “Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el
Trabajo” en la estrategia empresarial de la compañía, a través del cual
involucramos a todos los colaboradores.
2. Cumplir con las normas y procedimientos establecidos por la legislación peruana
vigente, así como otros que se adopten voluntariamente.
3. Demandar de nuestros clientes y proveedores el cumplimiento estricto de la
legislación en materia de prevención de riesgos laborales.
4. Promover la sensibilización en todos nuestros colaboradores por la salud y
seguridad en el trabajo, desarrollando planes de formación, entrenamiento y
concientización, convirtiéndolos en partícipes y responsables de la gestión en
seguridad y salud en el trabajo.
5. Proteger la salud y el bienestar laboral de nuestros colaboradores,
proporcionándoles un ambiente y condiciones de trabajo seguro y saludable, acorde
con las leyes aplicables.
6. Revisar periódicamente el “Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el
Trabajo” para asegurar que sigue siendo pertinente y apropiada para la
organización.
Lima, marzo de 2013
GERENCIAGENERAL
2. 2° LO QUE CONVIENE SABER ACERCA DE LA DERMATITIS
Dermatitis, es el nombre genérico para las inflamaciones de la piel que resultan
de una amplia variedad de causas, incluyendo: bacterias, hongos, plantas
venenosas, nerviosismo y el contacto con sustancias químicas.
En la industria, la que más nos importa es la que proviene del contacto con
sustancias químicas. A continuación indicamos algunas reglas para evitar la
dermatitis:
1. Evitar que la piel se ponga en contacto con sustancias químicas,
especialmente con las que sean nuevas cuyas propiedades no hayan sido
bien estudiadas todavía.
2. Aseo personal estricto, significa sobre todo; lavarse bien antes de tocar
cualquier alimento y al final del día de trabajo. Si se trabaja con sustancias
irritantes conocidas, lavarse bien las partes expuestas (manos, brazos,
cara) por lo menos cuatro veces en cada turno de ocho horas. Si
accidentalmente le cayera en la piel alguna sustancia química, eliminarla
inmediatamente lavándose con agua y jabón. Nunca usar disolventes
orgánicos para limpiar la piel.
3. Usar guantes impermeables (de caucho, Neopreno, caucho butílico, etc.); y
otras prendas de protección para evitar el contacto de la piel con las
sustancias químicas. Pero, hay que cerciorarse de que no se usa ropa de
protección contaminada con la misma sustancia de la cual se quiere
proteger. Los guantes deben examinarse periódicamente inflándolos para
ver si tienen perforaciones. Los guantes contaminados deben lavarse con
agua y jabón antes de volver a usarse para evitar que la sustancia
contaminante en los mismos va a tocar la piel.
4. Evitar los derrames de sustancias químicas en el lugar de trabajo, y
cuando ocurran, limpiarlos pronta y cuidadosamente. Un buen orden y
limpieza es un antídoto contra la dermatitis.
5. Consultar al personal facultativo prontamente si se siente picazón después
de haber tenido contacto con sustancias químicas.
3. 3° INSPECCIONAR EL EQUIPO ANTES DE USARLO
Un trabajador quería poner una antena de televisión en el tejado de su casa.
Se acordó que en el garaje había una escalera larga que había dejado el dueño
anterior.
La escalera tenía varios parches con cinta de empalmes de electricidad, pero el
trabajador no les prestó la menor atención porque estaba ansioso de colocar la
antena para ver mejor el juego de fútbol que estaba anunciado para ese día.
Colocó la escalera contra la pared y con las herramientas que iba a necesitar
para la instalación, se subió al tejado. Allí las dejó para bajar y recoger la
antena.
Puso un pie en la escalera y con eso se desplomó la escalera. Por suerte, él
cayó de pie y lo que más sufrió fue su orgullo por haberse dado cuenta
demasiado tarde del error que había cometido.
Asustado y todavía nervioso por la experiencia, tuvo que irse a casa de un
vecino para pedirle que le prestara una escalera segura y terminar la
instalación.
Ahora, él es el primero en recomendar que antes de usar cualquier equipo, la
persona debe examinarlo bien para cerciorarse de que está en buenas
condiciones y no constituye un peligro.
4. 4° LA IMPACIENCIA, PUEDE OCASIONAR DIFICULTADES
La impaciencia, puede tener malas consecuencias. A veces uno se impacienta
porque se le hace tarde y para compensar por la demora, se arriesga
olvidándose de tomar las precauciones debidas.
Nos cuenta un trabajador lo que le pasó un día, se había quedado en su oficina
unos minutos más que de costumbre cuando de súbito se recordó que le había
prometido a su esposa llegar temprano porque ella esperaba invitados. Salió
precipitadamente conduciendo su automóvil a la mayor velocidad que le
permitieran los reglamentos de tránsito.
No tuvo dificultades hasta que encontró una luz roja en un cruce de ferrocarril
sin tranqueras. Había un automóvil parado y él se colocó detrás. A una
distancia de unos 45 m se veía un tren parado. Pasaron 10 minutos sin que
cambiara la situación, impacientando más al trabajador. Sin pensarlo más,
decidió pasar al automóvil que tenía delante y cruzar la vía. En el momento
que empezaba a cruzar la vía se horrorizó al ver que otro tren se aproximaba
rápidamente por la vía en dirección contraria. Aceleró lo más que pudo y el
hecho de que saliera con vida no bastó para calmarlo hasta mucho después de
haber llegado a la casa.
El trabajador aprendió la lección y ahora es el primero en recomendarle a los
demás que mientras más impaciente esté uno, debe seguir más atentamente
las reglas de precaución aplicables al caso.
5. 5° SU ACTITUD ES SU PROTECCION – Primera Parte
En cualquier cosa que se haga se necesita una buena actitud para que salga
bien. Esto se aplica al trabajo, a la casa o a las relaciones sociales.
La actitud que uno tome determina su curso de acción. Las actitudes pueden
ser malas, decididas, indiferentes, seguras o inseguras. Hay tantas actitudes
como temperamentos, pero pueden resumirse en dos grupos: positivas y
negativas.
Quien tiene una actitud positiva, trata de aprender cuando le enseñan, sigue las
instrucciones porque se da cuenta que es para su propio bien y no duda que si
le llaman la atención es para ayudarlo a perfeccionarse. Una persona de
actitud negativa cree que nada vale la pena, sigue las instrucciones si lo
obligan, pero siempre poniendo el menor empeño posible y si lo corrigen en
algo, estima que es en contra de él.
En seguridad, hay que tener una actitud positiva. Hay que estar convencido de
que las medidas de prevención de accidentes son necesarias y de eficacia
comprobada. Esa actitud positiva nos lleva a usar equipos o ropa de
protección personal cada vez que hacemos ciertos trabajos por insignificantes
que parezcan.
Los de actitud negativa se encogen de hombros y dicen: “es cuestión de suerte
y cuando a uno le llega el turno no hay quien lo salve”. Por eso se
despreocupan y si el supervisor no está por los alrededores dejan de
protegerse. Por supuesto, si sufren un accidente, dicen “ese era mi destino”.
Otros se jactan de que tal cosa no puede sucederles a ellos. O creen que el
exceso de precaución es para los timoratos, no para los “hombres” y que las
reglas de protección sirven solamente para justificar el trabajo de algunas
personas.
De todos modos, la actitud de estas personas es peligrosa porque no sólo
ponen en peligro su propia vida sino la de otros. Quizás estas personas no
sepan que las reglas se han creado precisamente porque ha habido accidente
y se requiere evitar una repetición.
6. 6° SU ACTITUD ES SU PROTECCION – Segunda Parte
¿Es que corriendo el riesgo, quien pasa por alto las leyes de seguridad
demuestra ser más listo, más dichoso o más hombre? No. La vida no es un
juego de azar o una ruleta rusa. ¿Qué se gana con la temeridad si tal acto
puede resultar en sufrimientos y hasta en incapacidad para toda la vida? ¿Y,
qué me dice de los que se quedan atrás, las esposas, madres, hijos?
La persona que tiene una buena actitud de seguridad considera siempre a los
demás. Antes de arrancar una máquina, se cerciora que nadie trabaja en ella.
No deja materiales por dondequiera. El descuidado deja las cosas donde le da
la gana, sin importarle en lo más mínimo si crea un riesgo para él u otra
persona.
La mejor manera de fomentar una actitud de seguridad en el trabajo es tratar
de conocer todos los detalles de las operaciones. Instintivamente, la persona
se dará cuenta de cuáles son los puntos de peligro y los corregirá. Las
actitudes no se heredan, se van formando por el ambiente y por ese motivo
pueden cambiarse porque realmente no hay quien quiera accidentes.
El trabajador que tenga problemas en el trabajo, debe discutirlos con su
supervisor. Él lo ayudará a comprenderlos mejor; le explicará el por qué y el
cómo de su trabajo para que lo entienda mejor y tenga la actitud de seguridad
que necesita para estar bien protegido.
Una buena actitud es imitada. Dar el ejemplo para que otros lo imiten. Y en
cuanto a los obstinados, no hay que decepcionarse, las actitudes pueden
cambiar y con el tiempo ya se verá si el esfuerzo ha sido en vano.
7. 7° LA SALUD – EL DON MÁS PRECIADO
La salud es quizás el don más preciado para cualquiera porque sin ella no
podemos disfrutar de nada. El hombre más rico del mundo con un contingente
de personas a su alrededor dispuestas a satisfacer su menor capricho, se
sentirá desdichado si no tiene buena salud.
Y pensar que muchos de nosotros no nos damos cuenta del valor de lo que
tenemos. Nunca hemos tenido una enfermedad grave en la vida. Jamás
tenemos que ir al médico por un trastorno grave. Por eso, no le damos
importancia, es algo a que estamos acostumbrados.
Una buena salud es el resultado de muchas cosas: suficiente descanso,
comidas nutritivas, moderación en las cantidades que se ingieren, ejercicios y
protección contra las enfermedades que padecen otros. Cuando se presenta
atención a estos factores, se disfruta de buena salud.
Pero de qué vale mantener una buena salud si nos exponemos a un accidente
que en unos segundos puede destruir este esfuerzo de muchos años sin que
podamos remediar el mal que súbitamente cambia el curso de nuestras vidas.
Y, no importa que usted haya tomado regularmente año tras año tales y cuales
vitaminas si al aceitar la máquina estando en movimiento pierde varios dedos o
la mano. De nada le servirá una buena musculatura si se para delante de un
camión que avanza a gran velocidad.
Si usted quiere mantener su buena salud, no basta con tomar vitaminas, dormir
bastante, comer alimentos nutritivos y con moderación. Necesita precaverse
contra todo lo que pudiera alterar ese estado ideal que le permite disfrutar de
todas las cosas buenas que ofrece la vida.
Por eso, cuando en el trabajo el supervisor le diga que debe ponerse ciertos
equipos de protección, piense que lo hace por su propio bien. El supervisor le
está protegiendo su salud, su mayor tesoro, contra complicaciones que quizás
lo incapaciten para siempre.
Disfrute de buena salud, cuídese, protéjase contra accidentes que acabarían
con su salud más rápidamente que cualquier enfermedad.
8. 8° MALES BUSCADOS
Cada vez me convenzo más del mal que nos hacemos al correr riesgos inútiles,
o porque creemos que podemos evadir el peligro mientras desempeñamos un
trabajo, o porque nos confiamos a la buena suerte, o por pereza, o por simple
descuido.
Hoy quiero relatarles lo que le pasó a un amigo el día en que fue víctima de
uno de esos “males buscados”, por haber sido más confiado de lo prudente
mientras realizaba una labor casera.
Mi amigo había decidido pintar su casa de arriba abajo. El trabajo marchaba
divinamente. Ya iba por el alero del techo, para lo cual se estaba sirviendo de
una escalera de cuatro metros de altura. Para alcanzar hasta donde quería
pintar, tenía que mantener la escalera bien pegada a la pared, casi en posición
vertical. Cuando llego al último escalón sintió que la escalera se me iba para
atrás, pero volvió a ponerla en su lugar empujándola con el cuerpo.
Repitió la operación varias veces hasta que en una de esas perdió el balance,
se resbalo y se vino abajo. ¿Resultado?, se lastimo la espalda, lo cual lo tuvo
dolorido por varias semanas.
Así fue como le tocó aprender que la distancia entre la base de la escalera y la
pared debe ser de un cuarto de la distancia entre ésta y la parte superior. Y si
aun así no podemos alcanzar hasta donde queremos, en vez de estirarnos,
más vale que nos busquemos una escalera más larga.
9. 9° ROPAS PROTECTORAS
Hoy quiero hablar sobre la ropa protectora y los equipos que se diseñan para
nuestro uso personal. Empezaré por decirles que el no usarlos, o el abusar de
ellos, es una de las razones por las que los trabajadores siguen sufriendo toda
clase de lesiones que podrían evitarse sencillamente siguiendo unas reglas
básicas.
Aunque no podemos decir que estos accidentes son totalmente debido al
descuido, esta afirmación no está muy lejos de la verdad.
En el trabajo diariamente nos enfrentamos a muchos peligros y sin embargo no
usamos la ropa adecuada para protegernos. Todos ustedes conocen su trabajo
y lo que necesitan para protegerse en el desempeño del mismo. Todos saben
que trabajar donde hay partículas voladoras es necesario protegerse con
anteojos protectores. Donde se maneja objetos pesados es necesario llevar
zapatos con punteras de acero. Un soldador eléctrico tiene que llevar un casco
equipado con vidrio oscuro para proteger sus ojos de las chispas.
Supongamos que hiciéramos un inventario de todas las protecciones que
habitualmente llevan los trabajadores que realmente la necesitan. ¿Cuántos de
ustedes pensarían que esa ropa protectora es peligrosa?. Seguramente
ninguno, y en cambio muchos de ustedes actúan como si así lo fuera, y
trabajan sin valerse de la protección que ofrecen.
Los anteojos son una parte muy importante. El hecho de que no les insista
continuamente en que los usen no significa que los olviden. Simplemente lo
hago porque no quiero estar encima de ustedes continuamente y quiero
dejarles su propia iniciativa.
Quiero pedirles que cada uno de ustedes piense detenidamente sobre los
riesgos a los que se exponen diariamente.