El documento habla sobre la preocupación y la ansiedad, y cómo estas surgen de la falta de confianza en Dios y de enfocarse demasiado en las cosas mundanas en lugar de Dios. La Biblia indica que la preocupación es inútil y aleja a las personas de Dios, y en su lugar se debe confiar en Dios, buscar primero su reino, y echar nuestras cargas sobre Él.
1. LA PREOCUPACIÓN
Un sentimiento de incomodidad y ansiedad sobre
el futuro. Las Escrituras indican que dicha ansiedad
es en última instancia provocada por la falta de
confianza en Dios y sus propósitos.
2. LAS CAUSAS DE LA PREOCUPACIÓN
ESTAR CENTRADO EN EL MUNDO.
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué
habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida
más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
(Mt 6.25).
Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día
de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
(Mt 6.34).
3. pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias
de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
(Mr 4.19).
Vosotros, pues, no os
preocupéis por lo que habéis de
comer, ni por lo que habéis de
beber, ni estéis en ansiosa
inquietud. 30Porque todas
estas cosas buscan las gentes
del mundo; pero vuestro Padre
sabe que tenéis necesidad de
estas cosas.
(Lc 12.29–30).
Mirad también por vosotros mismos,
que vuestros corazones no se carguen
de glotonería y embriaguez y de los
afanes de esta vida, y venga de repente
sobre vosotros aquel día.
(Lc 21.34).
4. LA PREOCUPACIÓN POR FALTA DE CONFIANZA EN DIOS
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
(Jn 14.1–2).
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y
vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
(Mt 6.26).
Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni
aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. 28Y si así viste
Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno,
¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? 29Vosotros, pues, no os
preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni
estéis en ansiosa inquietud.
(Lc 12.27–29).
5. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le
dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? (Mr 4.38).
Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo;
y comenzando a hundirse, dio voces,
diciendo: ¡Señor, sálvame! 31Al
momento Jesús, extendiendo la mano,
asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca
fe! ¿Por qué dudaste? (Mt 14.30–31).
6. LA PREOCUPACIÓN ALEJA A LAS PERSONAS DE DIOS
El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán
de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace
infructuosa. (Mt 13.22).
Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo:
Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues,
que me ayude. 41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y
turbada estás con muchas cosas. 42 Pero sólo una cosa es necesaria; y
María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. (Lc 10.40–42).
7. LA PREOCUPACIÓN ES INÚTIL
Y quién de vosotros podrá, por mucho que se
afane, añadir a su estatura un codo? (Mt 6.27).
8. REMEDIO PARA LA PREOCUPACIÓN
ESTAR CENTRADO EN DIOS
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento
en ti persevera; porque en ti ha confiado. (Is 26.3–4).
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas. (Mt 6.33).
7Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya
confianza es Jehová. 8Porque será como el árbol
plantado junto a las aguas, que junto a la corriente
echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor,
sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía
no se fatigará, ni dejará de dar fruto. (Jr 17.7–8).
Porque el ocuparse de la carne es
muerte, pero el ocuparse del
Espíritu es vida y paz. (Ro 8.6–7).
9. Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo. (Sal 55.22).
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de
Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús. ( (Filipenses 4.6–7).
Cuando yo decía: Mi pie resbala,
Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.
19 En la multitud de mis pensamientos dentro de mí,
Tus consolaciones alegraban mi alma. (Sal 94.18–19).
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque
él tiene cuidado de vosotros.. (1 P 5.7).