Andrea descubre que tiene la misión de resolver el misterio de las Siete Puertas de la Montaña de Fuego. Para lograrlo, debe pasar por siete puertas superando obstáculos. Con la ayuda de un gato mágico y un guerrero de madera, Andrea supera las pruebas de cada puerta y descubre el tesoro escondido al final, ganando un colgante mágico.

1. EL MISTERIO DE LAS
SIETE PUERTAS
Una niña llamada Andrea, se enteró de que tenía una misión, y era descubrir el misterio que se
escondía en el interior de la Montaña de Fuego. Para ello, tendría que pasar por siete puertas y
superar todos los obstáculos que encontrase en el camino.
PUERTA NÚMERO 1
Andrea se dirigió hacia la primera puerta. Iba caminando por un bosque lleno de gruesos y
altos árboles. Ella, mientras caminaba, se encontró con un pequeño gato que le miraba y le
tendía la pata. Pudo ver que el gato tenía un rollito de papel atado a la pata; lo cogió y leyó:
“Este gato te podrá ayudar a superar las pruebas. Todo lo que él dibuje, se hará realidad.”
La niña muy emocionada, continuó el camino con su gato. Cuando llegó a su destino, se
encontró con un alto y robusto guerrero de madera. Él les impidió el paso, y juntos comenzaron
a correr, pero el guerrero les perseguía muy de cerca.
Andrea pidió a su gato que dibujara un agujero detrás de ella; así lo hizo, y entonces el guerrero
cayó en su interior. Una vez derrotado, se apareció ante ella una especie de llave con forma de
estrella. Al fondo, vio unos árboles con la misma forma tallada en uno de ellos. Fue corriendo
hacia allí e introdujo la llave. Los árboles poco a poco fueron separándose dejando paso a una
gran puerta que cruzaron.
PUERTA NÚMERO 2
Al cruzar la puerta, llegaron a un segundo bosque donde se oía el cantar de los pájaros y el
crujir de las ramas en el suelo al pisarlas. Todo era muy bonito hasta que aparecieron dos
escorpiones de unos 30 cms de alto, situados a cada lado de una puerta.
Andrea se asustó mucho. ¿Cómo cruzaría la puerta? No se le ocurría nada.
Mientras tanto, un escorpión se acercaba a ella y el otro al gato. La niña evitó como pudo los
ataques de los escorpiones, cogió al gato en sus brazos y le pidió que dibujara una cúpula a su
alrededor para encerrarlos. El gato no podía hacerlo porque había usado su poder hace muy
poco. Así es que Andrea, inmediatamente cogió una rama del suelo y golpeo al escorpión, pero
éste se agarró de la rama y ella lo golpeó con todas sus fuerzas contra el suelo hasta derrotarlo.
Mientras el gato huía del otro escorpión, la niña lo cogió de nuevo rápidamente antes de ser
alcanzado e hizo lo mismo que con el anterior derrotándolo también.
De repente, apareció ante ellos una figura en forma de lágrima. Andrea la cogió y la incrustó en
la misma figura que estaba dibujada en la puerta. Al girarla, la puerta se abrió.
PUERTA NÚMERO 3
Una vez Andrea cruzó la puerta, vio un hermoso río de aguas limpias y claras. Tenía poca agua
y se podían ver las piedras del fondo. La niña y su gato cruzaron el río saltando entre las
piedras. Cuando llegó al final, vio la tercera puerta y pensó que esta vez sería más fácil
cruzarla.

2. - Pero…. ¿y la llave? ¿Cómo la abriría? – pensó- ¿No tendría que derrotar a alguien?En ese
momento, la puerta se abrió y cuando la niña corrió para cruzarla, de ella salió un grande y
fuerte monstruo. Tras él la puerta se cerró.
Andrea aterrorizada, se alejó corriendo y le pidió al gato que dibujara dos cadenas. Cuando el
gato lo hizo, la niña las cogió y las lanzó rápidamente una en dirección a sus manos y otra la
lanzó a los tobillos. El monstruo logró soltarse las manos pero no se dio cuenta de la que tenía
en los pies y cuando quiso correr hacia ella, se tropezó y cayó al suelo.
En ese momento apareció una nueva figura en forma de flor. La niña la tomó y corrió hacia la
puerta lográndola abrir con ella. El monstruo logró liberarse de las cadenas pero fue demasiado
tarde porque ya habían conseguido cruzar.
PUERTA NÚMERO 4
Una vez cruzaron la puerta, vieron un hermoso jardín lleno de flores de muchos colores. A
medida que avanzaban se escuchaba una música preciosa que los adormecía poco a poco hasta
quedar profundamente dormidos.
De repente, Andrea sintió que alguien la tomaba en sus brazos y la llevaba a un sitio donde no
se podía escuchar la música. Al abrir los ojos, Andrea exclamó:
- Pero…. Tú eres el guerrero de madera, ¿cómo puedes estar aquí si te había derrotado
antes?
- Cuando caí en el agujero, logré agarrarme a una rama y salir- él contestó
- después te seguí porque debo impedir que continúes sola el camino que está lleno de
peligros
- ¡Pero yo quiero seguir hasta lograr descifrar el misterio! - protestó Andrea
- Bueno…si quieres te acompañare y te ayudare a continuar, ya que has demostrado ser
muy valiente y llegar hasta donde nadie lo ha conseguido.
- ¡qué bien!- dijo Andrea muy feliz- y ahora pensemos como cruzar esta puerta sin
dormirnos con la música.
Mirando a su alrededor, vieron que habían unas plantas con flores parecidas a motas de
algodón. Entonces tomaron varias de ellas, hicieron unos tapones para los oídos, y tras
comprobar que funcionaban, salieron del bosque rumbo al jardín donde estaba la cuarta puerta.
Al no escuchar nada, pudieron cruzarlo sin problema y llegar hasta la puerta. Frente a ella
estaba una llave con forma de nota musical, que al tocarla, desapareció e inmediatamente se
abrió la puerta permitiendo que los tres la cruzaran.
PUERTA NÚMERO 5
Juntos llegaron a otro jardín que parecía no tener fin. Caminaron con cuidado y de repente
notaron un cosquilleo en los tobillos. Al mirar qué pasaba, vieron como unas ramas que salían
del suelo intentaban atraparles. Al levantar la mirada vieron un enorme árbol con miles de
ramas y raíces que se enrollaban por sus piernas.
- Nos intentan atrapar- exclamó la niña- pero…. ¡porqué solo a nosotros y no a ti
guerrero?

3. -Debe ser porque no soy humano - respondió.
Justo en ese momento una rama atrapó a Andrea y otra intentó hacer lo mismo con el gato;
pero el guerrero de madera levantó al gato salvándole. La rama empezó a apretar fuertemente a
la niña y estaba a punto de asfixiarla. Ella le pidió al gato que dibujara una espada muy afilada,
ya que la del guerrero había quedado en el agujero de la primera puerta.
El gato lo hizo y se la dio al guerrero, quien inmediatamente la usó para cortar la rama y
liberarla niña. Ella corrió y se hizo detrás de él. El guerrero continuo el camino cortando las
ramas que veía a su paso y detrás de él iban Andrea y el gato. Al llegar al tronco del árbol, el
guerrero lo cortó y entonces salió de él una figura en forma de luna que explotó y así se abrió la
puerta.
PUERTA NÚMERO 6
Llegaron a un lugar donde sólo se veía tierra y era muy llano. Los tres siguieron andando y tras
un rato Andrea comentó exasperada:
- Esto es como un desierto sin fin
Después de varios kilómetros vieron un remolino de aire. Se acercaron con cuidado a verlo y
descubrieron que era un enorme agujero negro que aspiraba todo lo que se acercase a él.
- ¿Cómo vamos a cruzarlo? Nos puede aspirar- dijo Andrea muy asustada
- Tienes razón –dijo el guerrero-además no veo ninguna puerta
- No vaya a ser que es invisible- dijo Andrea a manera de broma
- Todo es posible…-dijo el guerrero
Éste propuso lanzar mucha tierra por el agujero y ver qué pasaba. Después de un largo rato de
tirar la tierra, vieron que aspiraba con menos fuerza. Entonces el guerrero lanzó con todas sus
fuerzas a la niña y al gato al otro lado del agujero.
- ¡Agarraos!- gritó
Habiendo hecho esto, el guerrero comenzó a lanzar tierra en todas direcciones al otro lado del
agujero y comenzó a verse la imagen de una puerta. Entonces, con la ayuda de Andrea y el
gato, el guerreo salto al lado donde ellos estaban y logró también cruzar el agujero, que se
empezó a cerrar y elevar como un pequeño volcán. De su interior salió una figura con forma de
pentágono que flotaba acercándose a la puerta invisible, la cual se abrió y proyecto un rayo de
luz a través del cual pasaron los tres.
PUERTA NÚMERO 7
Justo después de cruzar la sexta puerta, los tres se detuvieron
- ¡mira guerrero!- exclamó la niña- ¡ahí está la puerta!
- Sí- exclamó- pero hay un rebaño de cabras delante de ella
- ¿Por qué se reirán?

4. Se acercaron e intentaron abrirse paso en medio de las cabras pero no lo consiguieron.
Entonces un rollito de papel envuelto en un polvo dorado cayó de repente en manos de la niña,
quien lo desenrollo y lo leyó:
“para cruzar esta puerta debes conseguir que las cabras dejen de reír y comiencen a llorar”
- ¡qué fácil- exclamó Andrea- ya tengo una idea. Guerrero, coge al gato y aléjate.
El guerrero hizo lo que ella le dijo y entonces Andrea acercándose a las cabras les dijo.
- Por favor, dejadme pasar, soy una niña huérfana que está buscando cobijo al final de
este camino. Nadie me quiere ayudar. No seáis como los demás que me han hecho mucho daño.
¡ayudadme, os lo ruego!- todo esto con lágrimas en sus ojos y una voz de tristeza y
desesperación.
Entonces, las cabras conmovidas por la pobre niña, comenzaron a llorar y le dejaron pasar.
Cuando se apartó la última cabra, detrás de ella salió una figura con forma de osito que giraba
sobre sí misma. Andrea la cogió y llamó al guerrero y al gato. Puso la figura en la puerta y de
ella salió una luz. Entonces los tres la cruzaron.
CAMARA DEL TESORO
Tras cruzar la puerta, Andrea y sus amigos llegaron a la cámara del tesoro. Era un pequeño
templo con muchos arcos y dibujos tallados en las paredes. De repente los tres se sobresaltaron
al oír una voz envolvente que les decía: Habéis sido muy valientes al lograr llegar hasta aquí.
Como recompensa, podéis decidir qué llevar de éste cofre mágico- que se iluminó- pero escoged
bien porque sólo podéis llevaros una cosa. En él está todo lo que podéis desear e
imaginar.Andrea, el guerrero y el gato, se dirigieron hacia el cofre. Lo abrieron y, en efecto,
había todo lo que uno se puede imaginar: cosas materiales como oro, joyas, y valores como el
amor, la sinceridad.
- Solo una cosa- dijo algo desilusionada Andrea- pero es que deseo todo eso….¿Si imagino
algo ahora aparecerá en el cofre?
- Si –contestó la voz
Entonces, Andrea cerró los ojos y se imaginó un colgante, que al tocarlo y pensar en algo que
fuera para el bien de los demás, se cumpliría.
De repente, apareció en el cofre el colgante que ella imaginó y lo cogió muy emocionada.
- Muy lista - dijo la voz- has conseguido llevarte lo mejor en una sola cosa. Ahora, tras
cruzar la puerta, volveréis a vuestras casas y tú, guerrero, volverás a ser humano. Andrea, te
puedes quedar al gato, pero perderá todos los poderes.
Andrea y el guerrero de madrea se despidieron y cruzaron la puerta.La niña al abrir los ojos, se
dio cuenta de que estaba acostada en su cama, en su habitación. Entonces pensó algo
decepcionada, que todo había sido un sueño. Se levantó y decidió ir a contarle a sus padres ese
sueño tan emocionante que había tenido, pero descubrió que a su lado había un hermoso gato
durmiendo y que lleva el colgante en su cuello.