2. 1. UNA CIUDAD ASENTADA SOBRE
UN MONTE. v.14
• ¿Por qué el ser discípulo de Cristo es como ser una ciudad
asentada sobre un monte?
“La lámpara que el Señor ha encendido en esta dispensación
puede llegar a ser una luz que alumbre todo el mundo, y otros,
viendo nuestras buenas obras, serán guiados a glorificar a nuestro
Padre Celestial, emulando en sus propias vidas los ejemplos que
habrán llegado a observar en nosotros.”
3. 2. TÚ ERES LA LUZ DEL MUNDO
Mateo 5:14-16
• Otro propósito del discípulo de Jesús, paralelo al de la sal, es ser luz en el
mundo.
• Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo (Juan 9:5).
• No escondamos nuestra luz.
• Debemos posicionarnos para dar la máxima luz; no debemos ser una comunidad
cerrada.
• Así nos lo ha mandado el Señor: »“Te he puesto por luz para las naciones,
• a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra”» (Hechos 13:47).
4. 3. ¿CÓMO MOSTRAR LA LUZ?
V.16
1. Jesús nos manda a hacer brillar nuestra luz delante de todos.
2. Es nuestra responsabilidad asegurar de que estemos brillando. Debes estar
orgulloso de esa luz.
3. El resultado debe ser alabanzas al Padre. Deben ver al Padre en nosotros.
¿Cuál es la mejor manera de hacer brillar nuestra luz?
5. ¿Cómo está tu luz?
• ¿Está brillando delante del mundo?
• ¿Cómo están tus obras?
• ¿Cuándo fue la última vez que oíste a un inconverso alabar al
Señor por las buenas obras tuyas?
• ¿Cómo puedes cambiar tu vida y tu iglesia para fomentar más
buenas obras?
6. ¿TINIEBLAS O LUZ? 1 Juan 1:5-7
• Hay dos resultados muy importantes de andar en la luz:
1. Comunión con otros creyentes que también andan en la luz.
2. perdón de los pecados. La persona que sigue practicando el
pecado y anda en las tinieblas, no recibe ese perdón.
3. Hay libertad y pureza para la persona que anda en la luz de
Jesús, perdonada.
7. CONCLUSIÓN
• Andar en la luz, Juan 12:35-36; 46
• Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: —Yo soy la luz del
mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la
luz de la vida (Juan 8:12).
• Fijemos nuestros ojos en Cristo y sigámoslo.
• ¡Jesús nos ha confiado una tarea muy importante!
• Dios es luz, y nosotros somos la luz del mundo.