Material de lectura para el conocimiento publico, donde invitamos al publico a conocer la realidad que viven los artistas independientes por las estaciones de radio y tv. Te invitamos a seguirno por @vzlapaparazzi y lucha por una radio sin PAYOLA.
1. Síntesis Temática del Problema político, cultural y socio-económico referente a:
LA PAYOLA EN RADIO
Todo lo que suena en las rotativas de radio se hace popular. La llamada “payola” es sencillamente un
soborno que pagan las grandes disqueras nacionales e internacionales a los principales circuitos radiales
del país con dos propósitos: que suenen a los artistas de dichas disqueras en las rotativas diarias y que
no suenen al talento nacional. Esto es ilegal.
El Problema Político
El imperio Norteamericano domina la rotativa de los circuitos radiales más grandes de Venezuela. Y por
ende domina el mercado y la “moda” juvenil. Debemos tomar en cuenta que las disqueras que tienen
mayor auge en el país son empresas hijas de otras grandes corporaciones, por ejemplo:
- Disquera “Emi” pertenece a la empresa General Electric, que no solo vende electrodomésticos
sino que también vende armas y no es un secreto.
- Disquera Universal que pertenece a la empresa Vivenci que tiene el dominio de todo lo que es
“universal” en el mundo y crean videojuegos de violencia que llegan a nuestros niños (al estilo
del conocido juego de internet “Counter Strike”).
- Disney que posee a Hollywood records, High School Musical, y a todo lo que es Walt Disney.
- Time Warner que posee a la disquera Warner y a su vez al conocido Cartoon Network.
- Sony que posee a la disquera BMG y la consola Playstation con todos sus juegos de violencia.
Estos a su vez se asocian y realizan alianzas con empresas de medios como:
- News Corp: que pertenece a Rupert Murdoch y José María Aznar (El mercader de armas de
España) y dominan a National geographic, american idol, Times, myspace, toda la cadena fox
(Cine y TV) y tiene alianzas con la cadena Univisión y Televisa.
- Viacom que posee el conocido canal Mtv y a VH1, el conocido nickelodeon, poseen a la
empresa de cine Dreamworks y otras cadenas de medios.
Con todo esto poderío unido solo queda exponer la lógica conexión entre estas empresas con el
departamento de estado de Estados Unidos, que, con el único propósito de dominar el mercado y la
política, acuerdan impactar el desarrollo educacional de las naciones haciendo a los jóvenes
“embrutecer” y volverse apáticos a la sociedad.
El Problema Cultural
Las Radios nacionales venden los espacios musicales a estos monstruos y es obvio que todo lo que suena
en radio y se hace popular en Venezuela trae una matriz ideológica impuesta por estas empresas. Por
esto vemos a tantos jóvenes, niños, niñas y adolescentes estallar en violencia. Por eso vemos tanto
desborde del machismo en las calles. Por eso vemos alienación cultural. Problemas de vocación, etc.
El Problema Socio-Económico
El trabajador del arte obviamente vive de su actividad económica que es su presentación en vivo, pero
las instituciones públicas y privadas contratan y pagan a los artistas mas conocidos por la gente para
traerlos a sus eventos y lograr el impacto social que desean. Si un artista nacional no suena en radio no
se hace conocido, y no es tomado en cuenta con respeto a su trabajo y a sus honorarios. Es por esto que
todo el sector de trabajadores del arte en la nación viven en la pobreza y en la burla de la sociedad que
lo discrimina considerándolos vagos y fracasados diciendo: “Los músicos se mueren de hambre”.
El talón de Aquiles de las radios es la ley. Las radios han cercenado la libertad de expresión de nuestros
trabajadores del arte. Legislar para que las radios solo trasmitan obras de talento nacional en sus
rotativas diarias, crear una oficina de denuncia y aplicar multas a la desobediencia radial es el golpe mas
rotundo que puede recibir el imperio, la muestra mas inminente de la presencia revolucionaria en
Venezuela, y la justicia social mas grande que pueden recibir los trabajadores del arte en la Patria de
Bolívar.
Todos los músicos, artistas, creativos, etc.