El documento discute los argumentos a favor y en contra de imponer un impuesto a las bebidas azucaradas en México para reducir la obesidad. Aunque reconoce que estas bebidas han contribuido al aumento de la obesidad, también señala que el problema tiene múltiples causas como enfermedades mentales, falta de actividad física y permisos previos del gobierno a las empresas productoras. El documento concluye que un impuesto de un peso no será suficiente para resolver el problema y que se requieren políticas más integrales.