Robinson Crusoe naufraga en una isla desierta y debe aprender a sobrevivir solo, construyendo refugio y herramientas. Más tarde encuentra huellas que le hacen pensar que no está solo, y descubre a un grupo de caníbales que iban a matar a su prisionero, al que salva y le pone el nombre de Viernes. Finalmente avistan un barco del que rescata a dos prisioneros, y convencen a la tripulación de llevarles de vuelta a su país.