Reportaje investigativo realizado en la ciudad de Cuenca, en relación a los artistas magos de esta urbe.

1. La Magia, una destreza que conquista a Cuenca
Foto 1 Daniel Diamantes, mago ilusionista cuencano.
En la mesa hay un juego de barajas. Un muchacho alto, con sombrero de copa y chaleco,
sonríe amigablemente entre su barba poblada y nariz aguileña, al acomodar las cartas para
iniciar su demostración. Juega con el naipe demostrando la agilidad de sus manos, barajea
unas cuantas veces y las extiende sobre el mantel.
El muchacho de barba poblada tiene dos pelotillas rojas en sus manos, las enseña a los
estudiantes que lo observan. Le pide al joven de su izquierda elegir una, la entrega y el
espectador cierra su mano. La otra pelotilla está en la mano del ilusionista, un soplo, un
parpadeo y en dos segundos el objeto no está.
El estudiante sorprendido ríe con su compañero y el mago solicita que abra la mano. Se
asombra más cuando la abre y mira aparecer las dos pelotillas, como si aquella que
desapareció hubiera viajado a través del aire. Ágilmente este fascinador realiza un truco
similar al amigo del espectador, pero en este caso dos pelotitas se hacen tres.
La agilidad de las manos del experto, consiguieron que el efecto no sea percibido en un
parpadear de ojos, así es la magia. Daniel Cabrera Sánchez, el muchacho de barba
poblada, más conocido como Daniel Diamantes, es un mago con 8 años de experiencia
en esta rama de la fantasía y el ilusionismo. Su edad: 26 años, es músico y estudiante de
Medicina en la Universidad de Cuenca.

2. Para jóvenes como él, especialistas de lo mágico, ningún movimiento es casualidad. Ellos
saben el momento exacto y cómo deben realizarlo para evitar que los ojos capten el
“engaño” –sí es que así se lo puede llamar-. La interacción con el público, la facilidad de
palabra, las preguntas de asombro e incluso la expresión corporal son necesarias para que
el efecto tenga éxito.
Foto 2 Daniel Diamantes, demostrando su destreza con los niños.
Una diversidad de ilusiones ópticas que un profesional de esta rama puede conseguir con
su habilidad, cada quien tiene su estilo. Y hay más trucos, monedas que se doblan, otras
que cambian de lugar y hasta engrandecen. Cuerdas cortadas que con un soplo reaparecen
enteras y no podía faltar el billete de un dólar que se convierte en uno de diez.
La magia callejera se encuentra en auge en Cuenca y los magos quieren sorprender al
público con su agilidad, en especial a los niños. Las risas y admiración de los espectadores
se combinan con la habilidad de los ilusionistas. La conexión e interacción con el público
hacen más interesante un truco.
Lorena Rivadeneira fue una de las “víctimas” de estas destrezas, prefiere observar con
detenimiento lo que el mago realiza con una cuerda. En calidad de asistente, ella corta la
gruesa fibra con las tijeras, el ilusionista hace nudos y con un soplo de Lorena en un

3. instante la cuerda está completa. “Este es el arte de encantar a las personas mediantes
actos” comentó sorprendida.
Daniel Diamantes, Juan González y Juan Estrella, son los fundadores de la Asociación
Mágica de Cuenca (AMC). Esta idea nació con el fin de unirse entre quienes comparten
la pasión por esta destreza. Todos los magos de la ciudad pertenecen a esta sociedad
formada desde octubre del 2010.
La sociedad se estableció con el objetivo de alcanzar la excelencia y la calidad en la
magia. Su meta es que esta destreza sea reconocida como un arte cultural en la urbe
cuencana. Para ello, priorizan la capacitación constante de los miembros, captar nuevos
adeptos apasionados por el arte y demostrar sus habilidades en espectáculos, galas, shows
infantiles, etc.
En el 2011 la AMC tenía nueve integrantes. Actualmente son 21 miembros, de ellos un
extranjero americano y un azogueño, el resto son cuencanos. El actual presidente de la
asociación es Juan Francisco González, dedicado a la magia desde el 2006. Él ha logrado
compartir su habilidad en numerosos eventos a nivel nacional e internacional.
Foto 3. Juan González, realizando numismagia.
Marcela Pazmiño, es una dama de 19 años que comparte afición por la magia. Pertenece
a la AMC desde el 17 de Septiembre del 2014 y dentro del género femenino es la única

4. maga de esta metrópoli. “La magia es la belleza de poder admirar algo tan simple como
algo increíble, es algo asombroso” expresó.
González cuenta que las habilidades y destrezas, se alcanzan al tener un verdadero interés
por el aprendizaje. La preparación constante y la práctica diaria son indispensables para
profesionalizarse. “Todo arte tiene la capacidad de exteriorizar un sentimiento o algo
personal a los demás, la magia depende mucho de la creatividad y de hacer realidad
aquello que parece imposible mediante un efecto” aseguró.
Foto 4 González realiza trucos con el público
Gabriela Cobo, psicóloga educativa, explica cómo perciben estos trucos las personas. “La
magia brinda emociones externas que son canalizadas al interior del inconsciente, los
movimientos son tan rápidos que no tenemos tiempo de racionalizar lo que sucedió.”
Otra de las espectadoras que pudo presenciar de un truco es Daysi Valdés, estudiante de
la universidad estatal que curiosamente presta atención a la acción del profesional.
González realiza movimientos con los dedos como si hechizara a una de las monedas que
empieza a doblarse ligeramente. “Es algo maravilloso y en realidad no sé lo que pasó”
indicó la estudiante sorprendida.
“Imitar poderes sobrenaturales, hacer realidad los sueños imposibles y jugar con la
imaginación, eso es magia” define González. Los magos ilusionistas realizan sus actos

5. en: eventos de exhibición al aire libre gratuitos para el público, funciones en teatros o
auditorios con un costo de entrada de 7, 10 y 15 dólares (depende el tipo de evento) y
shows privados con un precio de 150 dólares.
También se dictan talleres de enseñanza en vacaciones, dirigidos a los niños para que
despierten el interés por esta habilidad, el valor es de 45$ y talleres completos a las
personas que tengan un gran interés o conocimientos previos con la tarifa de 350$. El
mago se hace de la experiencia y si se trata de aprender o enseñar algo nuevo, entre magos
no hay nada que ocultar. Los trucos se comparten de acuerdo a las habilidades y aptitudes
desarrolladas por parte del aprendiz.