Este documento es una oración dirigida a Dios Padre en la que se pide que el nombre de Dios sea santificado y reconocido por todos, que venga su reino de justicia, paz, amor y libertad, que se haga su voluntad en la tierra como en el cielo, y que los catequistas sean dignos de anunciar a Dios y encender la fe en los corazones de las personas.
2. Padre, Padre Dios.
Que no es lo mismo que
decir Supremo, Magnífico,
Todopoderoso, Excelsísimo.
Simplemente Padre, Papá.
Papito.
3. Y además, Padre Nuestro,
de todos.
No te decimos cada uno por su
cuenta, "Padre Mío" expresión
de uso exclusivo y egoísta.
Te decimos Padre Nuestro
porque nos reconocemos
hermanos de todos los hombres
e hijos privilegiados tuyos.
4. Un Dios que eligió amarnos y darnos
la vida por amor. Un Dios que quiso
crearnos hijos. Ni súbditos, ni
esclavos: Hijos.
Por eso, te decimos: "Padre", Te
decimos "Nuestro" y nos
comprometemos a presentarte así
ante nuestros hermanos; Que nuestra
actividad catequística siempre ayude
a mostrarte como Padre. A contar tus
maravillas y a transmitir Tu Amor, a
los que no saben de Él.
5. Padre Nuestro que estás en el cielo.
Reconocemos que Sois lo más
grande que hay;
Que estás en el cielo.
Pero no un "cielo" lejano;
un "cielo" que es Reino tuyo que ha
sido anunciado a nosotros, tus hijos.
Y que podemos empezar
a vivir desde ya.
6. ¡Santificado sea Tu Nombre!
Sí, que todos los hombres te
conozcan y reconozcan Tu Nombre
por sobre todo nombre.
Que nadie hable blasfemia en nombre
tuyo; que no se mate ni se robe, ni se
censure, ni se discrimine en Tu
Nombre, como muchos lo hacen.
7. Que Tu Nombre sea Santificado.
Respetado, Conocido por los
hombres.
Que nuestra labor como catequistas
contribuya a difundir tu nombre y que
podamos hacerlo con claridad y
transparencia.
Que nunca nos anunciemos
"a nosotros mismos", buscando
prestigio o ascendiente delante de los
demás sino que siempre
te anunciemos a Tí.
8. Padre Nuestro,
que Venga a nosotros Tu Reino.
Tu Reino de justicia, paz,
amor y libertad.
Que venga a nosotros ya.
Que seamos capaces de
empezarlo a vivir en medio de los
abatares cotidianos. Que nuestra
catequesis sean verdadero
anuncio del reino.
9. Que hagamos una catequesis
profética, en la que el anuncio y
la denuncia aporten sabiduría a
nuestra comunidad.
Que sepamos leer
tu paso por la historia.
10. Padre Nuestro Hágase tu voluntad en
la tierra como en el cielo.
Te pedimos con insistencia, que se
realice Tu Voluntad, en el mundo,
entre nosotros, como ya se realiza en
el Reino.
Que seamos capaces de darnos
cuenta que Tu Voluntad es, como dice
Pablo:
"Que todos los hombres se salven
y lleguen al conocimiento pleno
de la Verdad".
11. Que seamos capaces de comprender que
Tu Voluntad es, como dice Jesús:
"Que nos amemos los unos a los otros
como Él nos amó".
Ayúdanos a ser claros para contar a todos
esta, la esencia de Tu Voluntad.
Que nuestra catequesis permita
descubrirla y sea el camino para vivirla.
12. Danos hoy nuestro pan de cada día.
Te lo pedimos con toda confianza.
Danos el pan como nos diste la vida,
danos el alimento material y espiritual de
tu mano providente.
Confiamos en Tí, aunque sabemos que
debemos poner nuestro esfuerzo y
nuestro trabajo para ganar ese pan.
13. Padre, nuestra petición no es pasiva, es
compromiso porque decimos con San
Benito que te rezamos como si todo
dependiese de Ti, pero queremos hacer
nuestro trabajo como si todo dependiese
de nosotros.
Que así sea en nuestra catequesis.
Que nuestra dedicación y nuestro esmero
sea como si todo dependiera de nosotros
pero sin olvidar que la conversión de la
persona siempre depende de Tí.
14. Perdona nuestras ofensas como también
nosotros perdonamos a los que nos
ofenden.
Y también perdona esta audacia de
pedirte que nos perdones de la misma
manera que nosotros perdonamos,
mejor, enséñanos a perdonar como
sabemos que Tú perdonas.
Enséñanos a amar como Tú nos amas.
Enséñanos a ser misericordiosos como Tú
eres misericordioso.
15. Enséñanos a ser perfectos como Tú eres
perfecto.
Que nuestra catequesis sea verdadera
escuela del perdón.
Que aprendamos a arrepentirnos del mal
que cometemos.
Que aprendamos a dolernos de los males
que provocamos.
Que aprendamos a decir perdón por todas
nuestras faltas.
16. Padre Nuestro no nos dejes caer en la
tentación.
Sabemos que estamos rodeados de
tentaciones y sabemos que no eres Tú
quien nos tienta sino el Mal.
No te pedimos que nos quites las
tentaciones, siempre van a estar pero
danos tu espíritu para no
"entrar en su juego".
17. Los catequistas estamos tentados por muchas
cosas.
Las tentaciones comunes de cualquier mortal y
las tentaciones propias de nuestro ministerio
catequístico.
Muchas veces nos creemos mejores que otros
por ser catequistas o somos soberbios en
nuestra fe o nos consideramos "superados" en
nuestra relación contigo.
Es una gran tentación, Padre. Porque, muchas
veces, no sabemos aprovechar como es debido
Tu cercanía y tu confianza.
18. Padre Nuestro, líbranos del mal.
No te pedimos que nos saques del medio
del mundo.
Te pedimos que nos libres del mal aunque
tengamos que convivir con Él.
El horror, el hambre, los abusos y
atropellos a las personas, el egoísmo, la
mentira, el error, el pecado....
El mal.
Líbranos del mal.
19. Padre Nuestro, nos ponemos en tus
manos.
Somos catequistas por obra de Tu
Gracia y no por nuestros méritos.
20. Que seamos dignos de
anunciarte y encender la llamita
del fuego sagrado en el corazón
de los hombres.
Necesitamos tenerte cerca para
sentirnos seguros y andar por el
camino de la vida teniéndote a
Tí, por compañía.
Amén.