El documento compara objetos comunes como una pelota de baloncesto, un lápiz o pan y pescado en las manos de personas ordinarias versus figuras históricas o religiosas para ilustrar que el valor o uso de algo depende de quién lo posee. Alienta al lector a poner sus preocupaciones y sueños en las manos de Dios, recordando que depende de quién son las manos.