El documento contrasta la facilidad con la que recordamos a las personas famosas y ricas frente a la dificultad de recordar a aquellos que realmente han marcado nuestras vidas a través de su apoyo y cuidado. Señala que las personas que dejan una huella duradera son las que se preocupan por nosotros en los momentos difíciles, no necesariamente aquellas con mayores logros o reconocimientos públicos. Finalmente, invita al lector a reflexionar sobre si él mismo ha podido marcar positivamente la vida de otros de manera similar.