El documento describe la inestable situación política y económica del Perú en los primeros años después de su independencia en 1821. Hubo constantes guerras civiles entre facciones militares que asumieron el control del país. La agricultura, especialmente la caña de azúcar, era la actividad económica principal, pero el país no era atractivo para el comercio internacional. No existía un orden jurídico establecido durante este período turbulento.