El documento define el saber vulgar como conocimiento espontáneo y subjetivo que se acumula inconscientemente a través de la experiencia cotidiana y se transmite de forma oral. Compara el saber vulgar con la filosofía, señalando que comparten un enfoque universal y humano pero difieren en que la filosofía profundiza en los temas más allá de la experiencia superficial para dar explicaciones más allá de las respuestas inmediatas.